Así se hizo 'El tiempo que te doy', una de las series españolas originales de Netflix más prometedoras
Hablamos con Nadia de Santiago sobre su primera serie delante y detrás de cámaras, y Álvaro Cervantes, el coprotagonista de esta original historia sobre el duelo después de una ruptura.
Noticias relacionadas
El 29 de octubre Netflix estrena El tiempo que te doy, la primera serie española de formato corto, un experimento que ya hemos visto en otras producciones internacionales de la plataforma como Special o Bonding, que cuentan con episodios entre 10 y 15 minutos de duración.
En el caso de la miniserie creada por Nadia de Santiago, Inés Pintor Sierra y Pablo Santidrián, los diez episodios de la temporada duran exactamente 11 minutos y tienen una innovadora estructura predeterminada. En cada uno de ellos, Lina (de Santiago), que acaba de terminar una relación de pareja de varios años, pasa un minuto menos en los recuerdos y uno más en el presente. Lina intenta pensar cada día un poco menos en Nico (Álvaro Cervantes), su ex. Ese es "el tiempo que le da".
SERIES & MÁS tuvo la oportunidad de hablar con Nadia de Santiago (Las chicas del cable) y Álvaro Cervantes (Adú, La zona), los protagonistas de esta personal historia de amor, sobre el proceso para desarrollar la química entre sus personajes, algunas curiosidades del rodaje y cómo fue para De Santiago su primera experiencia detrás de cámaras.
Nadia, ¿cómo ha sido tu primera experiencia detrás de cámaras creando una serie?
N.D.S.: Ha sido un viaje increíble, la verdad. También algo muy novedoso de lo que he aprendido mucho porque la he cocreado y coescrito con Pablo Santidrián e Inés Pintor, con quien tenemos una productora desde hace unos cuatro años con la que hemos hecho algunos cortos. Ha sido un trabajo fascinante y muy estimulante, porque gran parte del equipo es novel, era la primera vez que hacíamos una serie y nos han dejado mucha libertad para contar lo que queríamos contar. Han confiado mucho en nosotros y estoy muy feliz de que ahora podáis ver la serie.
¿Cómo llegó Álvaro al proyecto y cómo trabajasteis la química para transmitir la conexión entre la pareja aunque haya pocos minutos en pantalla?
N.D.S: Junto a Pablo Santidrián e Inés Pintor a Álvaro siempre lo tuvimos en mente para el personaje, le enviamos el guion y nos llamó diciendo que estaba encantado. Entre nosotros dos trabajamos un montón los personajes y la historia de amor. Para mí era muy importante el cuerpo, porque la serie tiene un montón de momentos en esos ocho años de pareja en los que tenemos varias edades. Teníamos que trabajar ese paso del tiempo, pero también la química entre nosotros. Lo que expresan los cuerpos puede decir más que las palabras.
A.C.: Sí, los cuerpos a lo largo de los años expresan cómo crecían los personajes y cómo se desarrollaba la pareja. Eso se nota mucho en cómo se tocan, en cómo respiran los dos personajes con sus altos y sus bajos a través del tiempo.
¿Cuál fue la primera escena que rodasteis? No sé si fue de forma cronológica.
N.D.S.: La primera escena que rodamos juntos fue en La Poza en el capítulo 9.
A.C.: Sí, por cuestión de racord de mi apariencia física, yo tenía la barba y el pelo largo, y no eran postizos, tuvimos que empezar por ahí. Todo el rodaje fue como la historia, fragmentado.
N.D.S: Empezamos por un momento muy turbio del pasado de la pareja.
A.C.: Sí, pero después vinieron cosas buenas, buenos momentos.
¿Tuvisteis que adaptar alguna escena o línea de diálogo durante el rodaje o todo estaba milimetrado?
N.D.S.: Hubo cosas que salieron mientras rodábamos. Como yo había coescrito el guion iba muy tranquila y segura con el diálogo, pero sabía que el rodaje iba a ser una experiencia potente y muchas cosas saldrían de ahí.
A.C.: El rodaje fue muy vivo. Recuerdo que a veces había que añadir, cambiar o adaptar cosas y cuando eso pasaba hacíamos reunión con Inés y Pablo y ahí se generaba todo de manera muy fluida. Partíamos con ventaja porque trabajamos en los ensayos mucho antes de empezar a rodar y hablamos mucho sobre los personajes para crear la relación, incluso lo que no se ve.
N.D.S.: También estábamos sujetos al tiempo predeterminado. Cada capítulo dura 11 minutos exactos y con una estructura fija. En el primer episodio hay 1 minuto en el presente y 10 de recuerdos, en el segundo 2 en el presente y 9 de recuerdos, y así sucesivamente. Así que algunas veces, sobre la marcha, si veíamos que nos faltaban unos segundos, ampliábamos un poquito una secuencia o añadíamos un par de frases durante el fin de semana. Fue un proyecto muy vivo, muy mutable.
Inés Pinto y Pablo Santidrián están acreditados como directores de todos los episodios, ¿cómo se repartían el trabajo?
A.C.: Eso fue curioso. Lo que hicieron fue repartirse a los personajes, Pablo estaba con Nadia e Inés conmigo, eran dos equipos.
Hay mucha diversidad de acentos y de colores de piel en la serie, ¿esto era importante para ti, Nadia?
N.D.S.: Sí, era muy importante para nosotros, también para Netflix. Principalmente porque esa es nuestra realidad, somos un país en el que hay mucha diversidad. Y es mi realidad. Hemos intentado ser muy realistas y naturales en ese sentido.
Sabemos que en Netflix estaban interesados en una serie con episodios de esta duración, pero ¿recuerdas cómo os surge la idea para esta estructura en concreto?
N.D.S: Presentamos dos propuestas, una era esta sobre el duelo después de la ruptura de una historia de amor. Una vez supimos que íbamos a seguir con esta nos marcamos el límite de los 11 minutos y empezamos a pensar cómo aprovecharlos, pero si te soy sincera no recuerdo cómo llegamos al formato que podéis ver hoy.
'El tiempo que te doy' se estrena el 29 de octubre al completo en Netflix.
También te puede interesar...
• Abril Zamora: “Hay que frivolizar con las cosas, porque eso ayuda a normalizarlas”
• Los Javis lanzan Suma Content: "Era el momento para ser independientes y los jefes de nuestra carrera"
• Toñi Moreno: “A Dolores Vázquez le destrozamos la vida entre todos”