'Malnazidos' y los zombis en la trinchera: "Queríamos desmarcarnos de la típica película de la Guerra Civil"
Hablamos con Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro, los directores de la comedia española que se estrena en cines este viernes 11 de marzo.
Noticias relacionadas
- Stephanie Land: "Soy blanca y tuve suerte, no me gustaría que me vieran como ejemplo del sueño americano"
- Todas las series y películas del Universo Cinematográfico de Marvel que se estrenarán en 2022
- Lo que viene después de 'The Batman': una secuela por confirmar, un spin-off cancelado y otro en marcha
Parecía que nunca iba a llegar este momento. Han pasado diez años desde la publicación de la novela que lo empezó todo (Noche de difuntos del 38, de Manuel Martín Ferreras), tres de su rodaje en los montes de Cataluña y uno y medio de su estreno como película inauguración del Festival de Sitges de 2020. Malnazidos se estrenará por fin en salas mañana, 11 de marzo, con un concepto nunca antes visto en el cine español: una película ambientada en la guerra civil española en la que una amenaza externa en forma de zombis letales obliga a dos bandos enfrentados a unir fuerzas con un único objetivo en mente: sobrevivir.
Tras más de una década de una relación profesional como editor (Alberto de Toro) y director (Javier Ruiz Caldera), la pareja de amigos ha encontrado el proyecto perfecto para cumplir un sueño: dirigir juntos una película que mira directamente a los ojos a los clásicos del cine de género que les hizo enamorarse del séptimo arte cuando solo eran unos niños.
De Toro y Ruiz Caldera han trabajado juntos en algunas de las comedias más originales del cine español contemporáneo, todas ellas jugando con una mezcla de géneros irresistible: la revisión del superhéroe más español en Superlópez, la vuelta de tuerca a las historias de fantasmas en Promoción fantasma, las películas parodia en Spanish Movie, la comedia romántica con un aire británico de 3 bodas de más y las aventuras del espía Anacleto: agente secreto. Su último desafío es, probablemente, el más difícil de todos: hacer una comedia de aventuras ambientada en un controvertido momento histórico de nuestro pasado que todavía no ha cerrado sus heridas. La Guerra Civil española.
Después de tantos años colaborando juntos, ¿cómo surge la idea de dirigir entre los dos esta película?
Alberto de Toro: Surgió hace años ya porque habíamos hablado muchas veces de codirigir, pero sin concretar tampoco. Entonces cayó en nuestras manos la novela de Manuel Martín Ferreras, Noche de difuntos del 38, y vimos que era el material idóneo para compartir labores.
Javier Ruiz Caldera: Leímos el libro hace diez años. En ese tiempo hemos seguido haciendo películas y ha sido un desafío buscar tiempo entre esos proyectos para encontrar la manera de hacerla. Sí que teníamos claro es que si nos juntábamos era para hacer una película de género fantástico, que es lo el cine que nos une, y los zombis en concreto.
¿Fue difícil encontrar el tono de la aproximación a la parte política en una película de género como esta?
Javier: Cuando uno dirige funciona más por instinto que por reflexión fría y calculadora sobre el papel. Sí que teníamos claro es que la guerra civil era un escenario. Lo que nos enamoró de la novela era meter zombis en ese escenario. Era una idea muy original y que generaba mucho conflicto. No se había visto nunca antes y tenía muchas posibilidades.
Alberto: No teníamos cortapisas en ese sentido. Hay que darle mucho mérito a todo el humor que sale y a las situaciones al autor de la novela y a los guionistas, Jaime Marques y Cristian Conti, que nos hicieron una adaptación que nos encantó. Realmente lo que nos interesaba eran los personajes. Creemos que el humor sale de las situaciones límites que empujan a los personajes y que en estos momentos difíciles, ya sea una guerra o un funeral, el humor tiene que salir sí o sí porque si esto es insostenible.
Javier: Una manera de desmarcarnos de la típica película sobre la guerra civil fue la apuesta a nivel estético. A pesar de tener un gran presupuesto, Malnazidos quería tener un aroma de serie B, de cine pulp y e incluso de cómic. Eso se reflejaba en vestuario, maquillaje, la dirección de arte… Ese tipo de decisiones hace que sea una guerra civil a la que no estás nada acostumbrado a ver en el cine. Eso creo que hace especial a esta película.
El proyecto tiene diez años. El debate sobre la Guerra Civil ha cambiado mucho en este tiempo. También estamos en un momento mucho más polarizado como sociedad, dentro y fuera de España. ¿Afectó eso de alguna manera a la concepción de la película?
Alberto: No ha cambiado y nadie nos ha dicho en ningún momento que tuviéramos que cambiar ni un fotograma de la película.
Javier: La novela la leímos hace diez años, la rodamos hace tres y se estrenó en el Festival de Sitges hace un año y medio. Cada espectador y en cada momento ve unas lecturas diferentes. La película no ha cambiado, aunque nosotros y el mundo sí lo hayamos hecho. Malnazidos está ahí y sigue viva. El espectador hará interpretaciones diferentes dependiendo de la época en la que la vea. A lo mejor dentro de diez años la ve y se encuentra con otros paralelismos. Las películas de zombis que tanto nos gustan en realidad hablan de los vivos y no de los muertos, de cómo se comportan y cómo reaccionan. Eso estará vivo siempre.
Alberto: Durante la promoción en Sitges, cuando parecía que íbamos a estrenar, los paralelismos se encuentran obviamente con la pandemia, así que te das cuenta de que la película está viva. Muchas veces es la realidad la que se refleja en las películas. En 1975 se decía que Tiburón era una alegoría de la guerra de Vietnam. Yo la he visto veinte veces, y la verdad es que nunca le había encontrado esa interpretación, pero ahora entiendo que esa perspectiva histórica lo marca todo: es lo que estaba ocurriendo entonces en América. Todo el cine post 11-S también estuvo influenciado por la caída de las Torres Gemelas.
El coronavirus ha tenido muchas consecuencias en la industria del cine. En vuestro caso ha pasado un año y medio desde su estreno con público en Sitges. ¿Habéis aprovechado para hacer algún cambio en la película a partir de la respuesta que os dieron allí?
Javier: El mundo ha cambiado y nosotros también. Si ves fotos de Sitges te darás cuenta de que nosotros hemos envejecido mucho también, pero la película es la misma. No la hemos cambiado. No lo hemos pensado ni siquiera. Lo bonito del cine es que las películas son para siempre.
Alberto: Tuvimos el preestreno en Barcelona el otro día y nos dimos cuenta de que llevábamos año y medio sin verla. No la habíamos vuelto a ver desde Sitges. Fue una sorpresa ver que la peli aguanta. No tocamos absolutamente nada.
Los cinéfilos más atentos podrán encontrar varios guiños en la película. ¿Manejasteis algunos referentes concretos antes de empezar a rodar?
Alberto: Eran los referentes que teníamos de películas que hemos visto desde que éramos pequeños. Son pelis que nos sabemos bastante de memoria y que hemos visto una y otra vez. No paramos nunca de revisar el cine de John Carpenter. Es verdad que para algunos momentos pudimos ver alguna escena de Amanecer de los muertos, pero tampoco queríamos hacer una peli referencial que remitiera a cosas que habíamos visto. Es una peli que nos ha salido así y creemos que tiene nuestro sello a pesar de estar influida por muchos otros cineastas.
Javier: El espectador va a encontrarse una película de aventuras con mucha acción y comedia, pero sí que hay referentes y guiños. El más claro es Carpenter, padre también de nuestra cinefilia. Tenemos en la película una canción interpretada y compuesta por él que nos ha cedido. Es una clara declaración de intenciones del cine que queríamos hacer.
Durante su primera hora Malnazidos es una película más pequeña que se desarrolla en un bosque y con pocos personajes. Sin entrar en spoilers, ¿cómo fue rodar ese gran final?
Javier: En una producción española ya sabes que el presupuesto no puede ser igual que en el de una de Hollywood, pero el espectador exige lo mismo. Nosotros teníamos una enorme exigencia con el final de la película, pero siempre que llegábamos a la lectura en producción parábamos y decíamos que íbamos a tener que cambiarlo. Pensábamos que no íbamos a poder conseguir llegar a encontrar esos trenes de época para poder hacer esa secuencia. Insistimos y el tiempo pasaba. No cambiamos el guion porque queríamos un gran final. Sentíamos que la película lo pedía. Esos personajes necesitaban ese gran momento. Con un gran esfuerzo de producción, localización, arte y fotografía encontramos milagrosamente ese lugar increíble en el que nunca se había rodado. Fuimos felices y creo que el espectador lo va a agradecer.
También te puede interesar...
• Así acabó hablando de la regla 'Red', la pionera película de Pixar que aborda como nunca la pubertad
• Bienvenidos a 'Colgados en Filadelfia', una 'Seinfeld' para el siglo XXI
• Oscar 2022 | Mejor Actor Protagonista: nominados, favorito y lo que debes saber de la categoría