Crítica: 'La casa del dragón' 1x10, un final de temporada espectacular y nada que envidiar a 'Juego de tronos'

Crítica: 'La casa del dragón' 1x10, un final de temporada espectacular y nada que envidiar a 'Juego de tronos'

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Crítica: 'La casa del dragón' 1x10, fuego, muertes y tormentas en un final de temporada espectacular

El episodio 'La Reina Negra' es un punto de no retorno que sella la primera página de la sangrienta guerra civil de la dinastía Targaryen.

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"Que se definieran los sombríos, turbulentos y sangrientos sucesos de este período como 'danza' nos deja perplejos por su grotesca inexactitud. Sin duda tuvo su origen en algún trovador. 'La muerte de los dragones' sería un nombre mucho más ajustado". Así introduce Fuego y sangre la violenta guerra civil por el Trono de Hierro que veremos en la segunda temporada de La casa del dragón, después de lo ocurrido en el tercer acto del magnífico episodio 10.

La precuela de Juego de tronos se despide por lo alto después de una primera entrega sobresaliente, en la que cada elipsis y salto temporal han servido para desarrollar los personajes y darle complejidad a sus motivaciones, mas allá de la ambición desmedida por el poder y las rivalidades encarnizadas que propone el libro en el que se basa.

Así, llegamos a un último episodio en el que a pesar de haber persecuciones con dragones bajo la tormenta, las mejores escenas no necesitan ni una sola línea de diálogo para que sepamos qué están sintiendo y pensando los personajes. Y esto es posible porque es el momento de recoger los frutos de todas las semillas que se fueron plantando durante este viaje, gracias a las cuales podemos disfrutar de ecos poéticos a momentos pasados, como la página de la historia de Nymeria, la conversación sobre los dragones y los Targaryen del primer episodio y las diferencias entre las dos escenas del puente.

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La reina Rhaenyra.

La reina Rhaenyra.

Cada decisión, cada duda y cada certeza de Rhaenyra están justificadas por el ejemplo que recibió de Viserys y la madurez que le han dado los años. La Rhaenyra del inicio de la serie, la que mientras llenaba las copas del consejo pedía ser enviada en su dragón a quemar Peldaños de Piedra, habría dado inicio al ataque a Desembarco del Rey desde que recibió la noticia de la coronación de Aegon. Pero con el tiempo la princesa entendió su responsabilidad como heredera: su prioridad es mantener el reino unido para estar preparada cuando llegue la oscuridad que anuncia la profecía de la Canción de hielo y fuego.

La adultez, la maternidad y el ejemplo de su padre le enseñaron a la princesa que intentar primero la opción pacífica no es un síntoma de debilidad, algo que no consigue comprender su esposo, que dominado por su furia ejerce violencia física sobre su esposa quien, lejos de sorprenderse por su actitud, lo mira con condescendencia al descubrir que no está al tanto de la profecía.

Mientras todos a su alrededor están afilando sus espadas dispuestos a lanzarse al combate cuanto antes, Rhaenyra debe aparcar la ofensa recibida a su honor al usurpar lo que es suyo por derecho y tragarse su orgullo, para pensar cómo abordar la situación sin reducir el reino a cenizas, como hará Daenerys dos siglos después. Y lo hace horas después de un aborto espontáneo y de quemar el cuerpo prematuro y malformado de la que iba a ser su quinta hija.

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Esa demostración de madurez no pasa inadvertida para Rhaenys, que ve a Rhaenyra por primera vez como una reina digna, justa y capaz de gobernar a pesar de la presión de los hombres alrededor de la imponente Mesa Pintada de Aegon, a pesar de Daemon. Con sus dragones, los de la Casa Velaryon, su flota de barcos y el control del Mar Angosto, el bando negro está bien posicionado para planificar la mejor estrategia a su alcance que lleve a claudicar a los verdes. Pero la muerte de Lucerys lo cambia todo.

Lucerys y Rhaenyra en la habitación de la Mesa Pintada.

Lucerys y Rhaenyra en la habitación de la Mesa Pintada.

"Con su muerte terminó la guerra de cuervos, emisarios y pactos matrimoniales, lo que dio comienzo a la guerra de fuego y sangre propiamente dicha", reza el libro. Una lección: no jugar con fuego. Tal como le dijo Viserys en el primer episodio: "La idea de que controlamos a los dragones es una ilusión", son armas de guerra. Accidente o broma del destino, a ojos de Rhaenyra los verdes lanzaron la primera bomba a traición y ya no hay marcha atrás. La guerra de dragones ya ha comenzado y la primera batalla que libre Rhaenyra será visceral y muy personal.

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'La casa del dragón' está disponible en HBO Max.