Malena Alterio: "Para entender 'En fin' vi 'Malviviendo', y me gustó ese humor surrealista que te desconcierta"
La protagonista, junto a José Manuel Poga, y los creadores de la serie David Sainz y Enrique Lojo hablaron con EL ESPAÑOL sobre esta comedia de Prime Video.
Prime Video encadena un estreno potente tras otro y después del fantástico true crime de Carles Tamayo, la plataforma acaba de incluir en su catálogo En fin, la nueva serie creada por David Sainz (Malviviendo) y Enrique Lojo, y que protagonizan José Manuel Poga y Malena Alterio, entre otros.
Situada en el día en el que debería llegar el apocalipsis, la serie nos presenta a Tomás (José Manuel Poga) cuando se acaba de levantar resacoso en mitad de una orgía en un conocido centro comercial.
Hace meses, ante la noticia del fin del mundo, abandonó a su mujer Julia (Malena Alterio) y a su hija Noa (Irene Pérez) sin mirar atrás. Pero cuando el planeta errante que iba a chocar contra la Tierra pasa de largo y el mundo sigue girando, Tomás comprende la magnitud de su error. Ahora tratará de recuperar su vida pasada y obtener el perdón de su familia, buscando reconstruir tras el no-apocalipsis un mundo que ya nunca volverá a ser el de antes.
Con motivo del estreno de la serie, EL ESPAÑOL habló con los creadores David Sainz y Enrique Lojo, y también con sus protagonistas José Manuel Poga y Malena Alterio.
Cuentan cómo fue sumergirse en esta historia tan bizarra, en qué lugares se inspiraron, cuál es el trasfondo de la estética que adopta la serie y cómo se imaginan ellos el fin del mundo.
El punto de partida
"Siempre hemos trabajado desde la comedia, pero queríamos bajarla a tierra, traer ese concepto tan de ciencia ficción y al costumbrismo español sureño", arrancó David Sainz, tratando de contextualizar su nueva serie. "Nos gustaba que naciese esa comedia del drama, pero es verdad que es muy difícil de definir porque también puede ser una comedia de acción. Lo único que odiamos es que se digan cosas como que es disparatada o gamberra".
El guionista y cocreador Enrique Lojo coincidió con él, añadiendo que, aunque "las etiquetas ayudan y al final uno recurre a ellas, te acaban colocando como en un cajón, un concepto y son terribles". "Creo que hay mucho en la serie que parte de referencias que intentamos constantemente rebatir o tirar por tierra. Intentamos que ese tópico acabe yéndose a otros lugares, que esperemos que el espectador no tenga tan trillados como la propia premisa, que es un detonante que hemos visto mil veces. Nosotros vamos a jugar a que eso no suceda".
Trabajar con David Sainz
Una de las cosas de las que hablaron los protagonistas de la serie fue sobre el punto de partida del proyecto, recordando cómo fue la primera toma de contacto con En fin. "Bueno, cuando me llega la propuesta, yo no conocía a David y la gente más joven me decía '¡pero cómo que no le conoces! Por favor, pero si hizo Malviviendo...' Y ahí fue cuando me di cuenta de que ya estoy un poco mayor", comenzó a decir Malena Alterio.
"David es muy joven y tiene la cabeza muy fresca, se arriesga y es muy inteligente. Y además, cuando leí esta historia, no pude parar de sorprenderme a cada capítulo", continuó. "Me moló mucho, porque era muy bizarro. Es que la descripción de cada una de las situaciones... Fin del mundo, meteoritos, apocalipsis, te peleas, bacanales, fuego, animales... Luego, lo que hice para entender la serie fue irme a ver qué era esto de Malviviendo, como se había hecho, como era el universo de David. Y ahí dije 'ah, vale, creo que ya entiendo un poco...' Me gustó que sea algo que te desconcierta, el humor surrealista".
"En mi caso es distinto porque yo conozco a David desde Malviviendo. Somos colegas y cualquier personaje que esté dentro de ese universo es una gozada para interpretarlo. Era imposible decirle que no a esto", se incorporó José Manuel Poga. "Es como un fin del mundo de mesa camilla, porque es como David hace las cosas. Marca su territorio y es el barrio y personajes muy underground. Muchos de ellos son inadaptados sociales y es como estar en un pueblecito. Es como un western de barrio".
Las referencias
Puede que el público se dé cuenta de la amplia variedad de fuentes de inspiración de la que bebe En fin. O del color rojo que impregna cada fotograma. Pues de ambas cosas hablaron también los creadores con este.
"Bueno, si te fijas, el rojo bueno, es un color que representa el peligro", comenta David Sainz. "Y si te fijas, cuando el planeta está más cerca, en el primer capítulo, sí que baña todas las cosas de ese color. Pero paulatinamente va alejándose, porque en realidad el planeta pasa de largo. Pero, en realidad, cada personaje tiene como una gama de colores diferente. Porque a mí me gusta mucho jugar con los colores".
Después, ambos hablaron de las fuentes de inspiración de las que bebe esta nueva serie. "Barry está, por cómo mezcla la comedia con la acción", señaló Lojo. "Sí, casi todos los episodios hacen referencia a algo, intentando luego quizás darle la vuelta, pero todo es un guiño a alguna película, serie o libro que nos gusta", coincidió Sainz.
"Por ejemplo, tienes cosas de Chicho Ibáñez Serrador", continuó Lojo. "De Los Vengadores, de Los rescatadores, de Yo soy leyenda... Hay un montón de referentes que metimos en una coctelera y a lo que le pusimos una pátina de costumbrismo, hacerlos nuestros", concluyó Sainz.
Varias generaciones
En fin es una serie que se puede interpretar y disfrutar de muchas maneras. Puede que sea porque en ella se establece un diálogo entre diferentes generaciones, que son las que componen la disfuncional familia protagonista.
"A ver a David pertenece a mi generación, la generación X, y la verdad es que tiene muchas cosas de este frikismo, algunos chistes concretos, pero a su vez está muy en la onda y muy actualizado. Todos los que veían Malviviendo cuando tenían veintitantos ahora tienen ya cerca de 40 años, y creo que David cabalga muy bien entre las dos", identificó José Manuel Poga.
El actor también se animó a hablar de su personaje en la serie, describiéndolo como "un tipo gris y sin gracia ni carisma. Es egoísta, un capullo y no tiene muchos amigos". De él destaca su "masculinidad", recordándole en cierto modo que "no tienes 25 años, que tienes ya 40 y tantos, y que tienes mujer y una hija, una familia que sostener".
"Sin embargo, a la primera de cambio los abandona porque es un inmaduro y después, claro, se da cuenta de lo que ha hecho e intenta recuperar su vida, pero de la manera más torpe posible".
"Yo creo que también está bien reflejada esa sensación de hacer lo que se supone que uno tiene que hacer, de los miedos que tenemos a la hora de romper ciertas estructuras que estaban establecidas", le acompañó Malena Alterio, encauzando la conversación para hablar de su personaje. "Esto es lo que le pasa a Julia, que es tan cobarde que no puede decidir por sí misma. Es la circunstancia, el fin del mundo, la posibilidad de tener una enfermedad lo que la moviliza y le provoca el cambio".
El fin del mundo
Para terminar, tanto los creadores de En fin como sus intérpretes hablaron del fin del mundo como tal, preguntándose si el apocalipsis vendrá propiciado por las personas o si, en cambio, será una broma macabra como se muestra en la serie, donde no termina de llegar.
"Poco a poco nos lo estamos ganando. Quiero decir, en esta sociedad consumista capitalista que no para de producir y consumir... Es como una olla a presión que en algún momento... No sé si lo veré yo, si lo verán mis nietos... Aunque también es cierto que según me voy haciendo mayor veo como que no hay fin", pensó Malena Alterio.
"Yo en ese sentido soy más esperanzador. Será porque tengo un chiquillo e intento plantearle un futuro y quiero ser optimista", respondió también José Manuel Poga. "Pero creo que hay más conciencia. Poco a poco va habiendo más conciencia, por lo menos desde el barrio, de un consumo más responsable. Lo que pasa que después está este Goliat, el gran sistema capitalista patriarcal que lo hace difícil... Está la cosa complicada, pero intento tener esperanza".
Por último, Enrique Lojo quiso aportar su visión. "Estoy convencido de que al final el Apocalipsis es un estado del alma. Seremos nosotros los que lo acabaremos formulando y quizás algunos no lo padecerán porque no quieren y otros lo negarán, sin ningún tipo de duda".