Levántate es un programa que ya estaba muerto. De haber hecho una segunda edición de anónimos, Telecinco se hubiese pegado un buen golpe contra la pared. Ya lo vienen demostrando anteriores talent shows como Pequeños gigantes, que tienen muy poco camino más allá de su primera vez frente a la audiencia. Levántate tenía una buena mecánica, atractiva y rápida. Pero una vez había perdido la virginidad se quedaba sin sex appeal.

¡Qué listos han sido! Un Levántate con famoseo. Y no un famoseo cualquiera. Además, ya se han encargado en Telecinco de meter unos cuentos nombres que den juego de cara a otros programas de la cadena. Un poquito del clan Pantoja por aquí y un Toño Sanchís para que no se nos escape ninguna adicta a Sálvame por allá. Entre medias, buenas voces y personajes que ya saben lo que es un talent show y cómo hay que dar espectáculo. Nada más y nada menos que tres de los nombres ya han pasado por Tu cara me suena y saben lo que funciona y lo que levanta la audiencia. 

El juego se ha convertido en algo imprescindible en un plató de TV

Nos encontramos con una estrategia muy bien inspirada en Tu cara me suena: los concursantes no desaparecen del escenario y, tras su actuación, se van acumulando en el plató. Esto genera contenido y juego hasta el final del programa y no se hace tan monótono entre canción y canción. Y es que el juego se ha convertido en algo imprescindible a la hora de hacer entretenimiento. 

Levántate All Stars está lleno de inspiraciones. Los vídeos de presentación de los concursantes bien podrían pertenecer a la próxima edición de GH VIP. Un gran montaje en el que presentan al personaje, su pasado y sus dramas, mezclando la modernidad con el backstage que tanto ha gustado.

Televisivamente, Levántate All Stars tiene sus fallos. Como viene siendo habituial cada vez en más programas musicales, el sonido no brillaba por su espectacularidad. Los cantantes no destacaban sobre la música y en ocasiones había dificultades para escuchar las cosas buenas (y malas) de sus voces. El primer número musical era un claro ejemplo de la espectacularidad que le querían dar al programa. Una buena idea en la cabeza pero más dificil de lo que parecía a la hora de ejecutarlo.

Alaska y Mario saben perfectamente lo que es el ritmo en televisión

Alaska y Mario Vaquerizo están perfectos en su papel de capitanes. Ellos saben perfectamente lo que es el ritmo en televisión y por eso todos los programas quieren contar con ellos. Lo que puede parecer caos en realidad es un control métrico perfecto de cámaras y tiempos que saben hacer confluir con el espectáculo. Tal vez habría que pedirles que dejen de gesticular durante todas las actuaciones para disfrutar más de las canciones. 

Levántate ha hecho muy bien en huir (no al 100%) del puro drama y de la lágrima que han invadido los talent shows de niños y mayores de Telecinco para mezclar la emoción con el humor. El programa equilibra a la perfección los dramas que uno sí quiere en su vida con unas cuentas comedias entretenidas.