Una vida sin malos humos
Lograr un mayor número de espacios sin humo es el objetivo de sanitarios y asociaciones en la campaña del Día Mundial sin Tabaco
31 mayo, 2022 07:42Noticias relacionadas
El porcentaje de fumadores ha disminuido en los últimos años. Sin embargo, según datos de la OMS, más de ocho millones de personas mueren cada año por esta causa en todo el mundo, de los cuales siete millones fallecen por un consumo directo de tabaco, mientras que aproximadamente 1,2 millones lo hacen por tabaquismo pasivo, un riesgo también existente y al que muchas veces no se presta atención.
Este 31 de mayo, Día Mundial sin Tabaco, es un buen día para recordar que "la epidemia del tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública", tal como manifiesta la neumóloga del Hospital Río Hortega de Valladolid Tania Álvaro de Castro. Es por ello que actualmente, una de las principales reivindicaciones de profesionales sanitarios y organizaciones como la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) es ampliar los espacios sin humo.
Ya con la pandemia de la COVID-19, se prohibió fumar en las terrazas de los bares, medida que sigue vigente, pero que no siempre se cumple. Además de estos espacios, médicos y asociaciones piden la inclusión de otros como centros deportivos y culturales, playas, parques o mercados, con la intención de proteger también a personas que no fuman pero que sí están expuestas al humo o a jóvenes que podrían convertirse en fumadores, atraídos por nuevas formas de fumar más allá del cigarro convencional, como el cigarrillo electrónico o las cachimbas, "que pueden no tener nicotina, pero que tienen otro tipo de alcoholes que el cuerpo no está preparado para inhalar y que sí son considerados cancerígenos por la OMS", comenta la neumóloga. Además, si los jóvenes "desde niños han visto que se fuma en terrazas o campos de fútbol, lo acaban percibiendo como algo normal".
"Ahí es donde tenemos que poner todo nuestro empeño. Lo principal es evitar que nuestros hijos se inicien en esta práctica y conseguir que un niño que está empezando a vivir no lo vea a diario, sino como algo infrecuente", añade.
En la misma línea, la Asociación Española Contra el Cáncer centra sus esfuerzos "en ampliar los espacios libres de humo para proteger la salud de la población, y sobre todo la de los menores, y desnormalizar el consumo de tabaco", explica María Martínez, técnico de prevención de la AECC en Valladolid, sin olvidar que la existencia de estos espacios también puede ser una motivación para los fumadores a la hora de dejar ese hábito. "Nuestro objetivo ya no es solamente informar, sino que además pretendemos generar cambios en el entorno en el que las personas hacen su día a día", agrega.
La AECC se ha marcado como finalidad conseguir "la primera generación libre de humo de tabaco para el 2030, en sintonía con la Unión Europea". Para ello, la organización reivindica una ampliación de la actual Ley antitabaco, que "protege del humo en espacios cerrados, pero es insuficiente a la hora de proteger a la población, sobre todo la infantojuvenil".
"Tenemos la creencia de que al estar al aire libre ya estamos protegidos del humo del tabaco, pero no es así", apunta Martínez. De esta forma, en el 95% de las terrazas hay sustancias nocivas procedentes de este producto, así como en el 46% de los centros escolares o en el 43% de los parques infantiles. Una colilla apagada "continúa desprendiendo un 14% de nicotina durante al menos 24 horas", y los componentes tóxicos del tabaco también son nocivos para el medio ambiente.
En Valladolid, el Club Deportivo Arces y Campo Grande ya son espacios libres de humo, y en otros puntos como Medina del Campo, existe ya una docena de lugares que cumplen esta característica. La AECC ofrece su colaboración a los distintos ayuntamientos que decidan implementar esta medida, así como a entidades privadas que deseen hacerlo en sus proximidades.
A nivel nacional, la Sociedad Española de Medicina y Comunitaria (Semfyc), promueve cada año la semana sin humo, que este 2022 ha tenido lugar desde el 25 hasta el 31 de mayo, coincidiendo con el Día Mundial sin Tabaco y también enfocada, especialmente, en los espacios libres de humo. Este año, el lema de la semana sin humo es 'Deja de fumar y empieza a sumar'. Con este motivo, la organización ha publicado, recientemente, los datos de su encuesta sobre tabaquismo, en la que el 85,5% de los participantes manifestó estar de acuerdo con ampliar la legislación sobre espacios libres de humo, mientras que el 72% señala directamente la prohibición de fumar en terrazas. De hecho, la mayoría de la población percibe exposición al humo en estos lugares: un 80,6% de los no fumadores, un 71,8% de los exfumadores y un 52,7% de los fumadores, según la encuesta.
De cara al próximo año, la neumóloga Tania Álvaro invita a la población a participar en esta encuesta por su gran utilidad.
Dejar de fumar
La mayoría de los fumadores son varones, "pero el porcentaje de mujeres que fuman ha aumentado desde hace unos años, y también está aumentando en estas el cáncer de pulmón, aunque sigue siendo más frecuente en hombres", tal como explica la neumóloga Tania Álvaro.
Los riesgos de fumar con muy numerosos, "patologías respiratorias como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o el cáncer de pulmón, y enfermedades cardiovasculares como el infarto agudo de miocardio, que también afecta a jóvenes por el hábito de fumar", explica la neumóloga del Hospital Río Hortega. A estos riesgos se unen "otros tipos de cáncer como el de laringe o el de esófago".
Pero no son solo las personas fumadoras las que están expuestas a estos riesgos, sino también los fumadores pasivos, algo que "vemos a diario en las consultas, como pueden ser, por ejemplo, personas que se han dedicado a la hostelería antes de la Ley antitabaco".
Los centros de salud llevan años ofreciendo información acerca de los riesgos del tabaquismo, ya que son a estos lugares donde primero acuden los pacientes. "Es indiscutible que independientemente de la especialidad que tengamos, todo profesional sanitario debe ofrecer una intervención mínima", sostiene Tania Álvaro.
Desde la medicina familiar, "se intenta hacer un despistaje activo del tabaquismo", señala Mª Isabel Gutiérrez Pérez, presidenta de la Sociedad de Medicina de Familia y Comunitaria de Castilla y León (Socalemfyc). El trabajo en atención primaria es "muy importante para deshabituar, a través de tratamientos y entrevistas motivacionales cada cierto tiempo que pueden ser pautadas entre el médico y el paciente", siempre teniendo en cuenta la motivación de este o la etapa en la que se encuentra.
En algunos casos, "la gente no tiene percepción del peligro que implica el tabaco porque no tiene síntomas", manifiesta Gutiérrez. Pero "la población general se tiene que responsabilizar del cuidado de su autocuidado, y los centros de salud están para ayudar", agrega.
Desde la AECC, los fumadores cuentan con recursos para dejar de fumar. "Tenemos un programa de deshabituación tabáquica y una aplicación móvil que permite realizarla de forma personal, con una serie de pautas para dejar el hábito progresivamente", explica María Martínez.
En todo el proceso, el fumador es el principal protagonista, "sabemos que es una adicción difícil de tratar y el hecho de contar con información es útil, pero también necesitamos otras herramientas como la modificación del entorno con espacios libres de humo y la motivación de la persona".
Datos esperanzadores
Pese a que aún hay mucho trabajo que hacer en la prevención del tabaquismo, las cifras indican que cada vez hay menos fumadores y las estadísticas muestran datos esperanzadores: en el grupo de jóvenes de 15 a 24 años, las mujeres han pasado de fumar un 21% a un 12%, mientras que los hombres han bajado de un 22% a un 18%, según la Encuesta Europea de Salud en España.
Mejorar la salud, sufrir enfermedades derivadas del consumo de tabaco o ver las consecuencias en personas cercanas suelen ser algunas de las principales motivaciones que llevan a los fumadores a dejar este hábito. "Cuando dejamos de fumar, el organismo sufre una transformación". Los beneficios para la salud son directos, "mejora la tensión arterial, aumenta el oxígeno en la sangre, mejora la clínica respiratoria, disminuye el riesgo de infarto de miocardio y de padecer cáncer". A esto se suman otros beneficios estéticos, como la mejora del aspecto de la piel y del pelo y el aumento del gusto y del olfato, así como el beneficio económico por el ahorro que supone.
Por todo ello, Tania Álvaro invita "a todas las personas fumadoras a que se planteen dejar de fumar, ya que es lo mejor que pueden hacer para mejorar su salud, y este 31 de mayo puede ser un día para hacerlo".