El Real Valladolid no tenía muchas opciones este domingo. En la mente de los pucelanos solo cabía la victoria y así ha sido. Un partido con muy pocas opciones para los de Pezzolano, que comenzaban con unos pésimos primeros minutos.

Había muchas incógnitas en el aire. Falta de jugadores en el conjunto pucelano y un cambio de entrenador a última hora en el Real Oviedo. Sin embargo, parece que, una vez más, el conjunto blanquivioleta ha tenido la suerte a su favor y ha logrado salvarse en el descuento.

La segunda parte comenzaba algo mejor que la primera, aunque no había muchas expectativas de que los pucelanos volvieran a casa con los tres puntos. De hecho, casi finalizando el encuentro, el portero perdía tiempo con el objetivo de asegurar el empate. 

Pezzolano salía sin el jugador que le daría la ansiada victoria: Marcos André. Y, tal y como ha dicho en la rueda de prensa posterior al encuentro, el jugador no presentaba ningún tipo de lesión y había sido una decisión personal que estuviera en el banquillo. "Si no está para los 90 minutos, es mejor que nos aporte así", explicaba.

Tres puntos agridulces, al igual que ocurría el pasado fin de semana frente al Cartagena FC. Ambos equipos se encuentran en puestos de descenso y al Pucela le ha costado ganar a ambos. 

Por ahora, sensaciones raras en el ambiente tras una victoria que otorga tres puntos al equipo de la ciudad del Pisuerga y los asciende al noveno puesto de la tabla, con 10 puntos, a la espera de que otros equipos jueguen.  

Una victoria que, por otro lado, no ha evitado que los aficionados desplazados exigieran la dimisión del entrenador. Una vez finalizado el encuentro, cantaban al unísono: "Pezzonalo dimisión". Cánticos que no afectan al míster quien, en rueda de prensa, ha afirmado que esto forma parte del fútbol.