El 17% de las empresas creadas en el último lustro en Castilla y León ha cesado su actividad
Un estudio revela que la la pandemia de la COVID-19 está detrás de la alta tasa de mortandad empresarial
25 septiembre, 2022 12:00Noticias relacionadas
El 17 por ciento de las empresas creadas en el último lustro en Castilla y León cesó su actividad, principalmente por las dificultades creadas por la pandemia de la COVID-19, según constató un estudio sobre mortalidad empresarial realizado por Informa D&B y recogido por Ical. Así, de las 13.133 empresas creadas entre 2017 y 2021 en Castilla y León, el 83 por ciento mantiene su actividad, un porcentaje superior al de la media nacional, que alcanza el 80 por ciento.
Las 2.241 sociedades que han cesado su actividad en la Comunidad, de forma oficial o no, representan el 2,5 por ciento de las que lo han hecho en el conjunto del país. Tan solo en el País Vasco, Aragón, Extremadura y La Rioja la proporción de empresas inactivas entre las constituidas desde 1997 es menor que en Castilla y León.
Por autonomías, las que menor porcentaje de estas empresas inactivas presentan son Aragón, con un 17 por ciento, y La Rioja y Extremadura, ambas cerca del 16. Con el peor comportamiento se encuentran las ciudades autónomas de Melilla, donde los ceses alcanzan al 29 por ciento de las empresas creadas, y Ceuta, con un 28 por ciento. Muy cerca de ellas, Canarias, con el 24 por ciento.
Entre las 458.314 empresas constituidas en España en estos últimos cinco años, ocho de cada diez se mantienen activas. Del resto, 91.638 sociedades, únicamente la tercera parte ha comunicado su situación de forma oficial a través de concursos, baja de oficio, disolución-extinción y cierre de hoja registral por crédito incobrable.
En este sentido, la directora de Estudios de Informa D&B, Nathalie Gianese, explicó que se se analizan las bajas empresariales entre las empresas creadas en los últimos cinco años, cabe destacar que solo el 0,07 por ciento de las sociedades han acudido al procedimiento concursal, lo que evidencia la “baja eficiencia del sistema que acaba de ser reformado”.
Igualmente, la tasa de cese media en este grupo de empresas estos cinco años es del 20 por ciento, pero se duplica entre las sociedades constituidas en 2017 y 2018, cuando llega al 46 y 40 por ciento, respectivamente. Según Gianese “este significativo aumento de la mortalidad empresarial al alcanzar los tres años de antigüedad puede ser una consecuencia de la COVID-19, ya que se produce un salto del ocho por ciento al 40”.
En un contexto nacional, si se atiende a la actividad de las empresas que ya no están activas, la industria textil y los servicios de comidas y bebidas (dentro de la Hostelería) son las más afectadas, con el 26 y el 24 por ciento de las que se iniciaron en este lustro. En el caso contrario, Administración, con un cinco por ciento, e Intermediación financiera, donde alcanzan algo más del 11 por ciento.
Además, el estudio constata que a menor tamaño y capital, mayor probabilidad de cese de actividad. Así, en la categoría de pequeñas empresas la tasa de ceses alcanza el 23 por ciento y en las microempresas, el 21, mientras que en las grandes no llega al 20 por ciento, y en las medianas se queda en el 13,5.
Si se tiene en cuenta el capital invertido para la creación de estas sociedades, las inactividades se van reduciendo a medida que éste aumenta, pasando del 22 por ciento en el tramo de 3.000 a 6.000 euros a un ocho por ciento en aquellas que superan los tres millones de euros.