Cabify lo fundó en 2011 Juan Antonio Rubio, un segoviano afincado en Madrid que decidió ubicar la sede de la empresa en la capital de España.
Se convirtió en el primer unicornio español tras superar los mil millones de euros de valoración siete años después (sin cotizar en Bolsa), pero está en Madrid. Hoy es una de las VTC (Vehículos de Turismo con Conductor) más exitosas del mundo aunque en su día nació como una startup.
Por entonces no existía en España una ley que regulara ni facilitara el desarrollo de las empresas disruptivas tecnológicas. Pero desde el pasado 1 de enero, los emprendedores de este ecosistema ya cuentan con un marco regulatorio que impulse sus ideas de negocio. Los 3.365,12 millones de euros que movieron en inversión en el conjunto del país durante el pasado ejercicio, demandaban ya seguridad jurídica y una regulación propia.
Son los emprendedores que logran ver nichos de negocio donde nadie más los ve. Son los visionarios que generarán buena parte del empleo del mañana, ligado a la tecnología. Y tienen a las grandes fortunas esperando escuchar sus ideas para invertir grandes cantidades de dinero en las más prometedoras.
Si embargo, buena parte de ese talento emprendedor se deslocaliza y abandona Castilla y León por falta de un ecosistema que les permita desarrollar su proyecto tecnológico y de vida en la Comunidad.
El hecho de que España disponga por fin de una Ley de Startups abre la puerta, además, a que comunidades especialmente castigadas por la despoblación y por la falta de relevo generacional, como es Castilla y León, puedan atraer y retener talento.
Es decir: la Ley de Startups facilitará el asentamiento de trabajadores nómadas digitales extranjeros en suelo español, y facilitará fiscalmente la inversión en los proyectos en fase semilla de quienes no quieren marcharse de su lugar de origen para emprender.
"Si le preguntas a cualquier emprendedor con talento de Castilla y León que se ha tenido que ir a Madrid si se habría quedado en su tierra de haber podido, te van a decir que sí sin dudarlo", explica Adrián Bautista, cofundador de la startup Fundeen, con sede en Ávila.
Pero ¿de qué manera la Ley de Startups va a impulsar este ecosistema de emprendimiento tecnológico y qué haría falta para que tuviera un efecto real de localización de empresas en Castilla y León?
Si hay una comunidad autónoma que necesita acabar con la sangría poblacional (es el territorio que liderará la pérdida de población de aquí a 2037 con cien mil personas menos para entonces), es precisamente Castilla y León, cuya cercanía con Madrid podría ser estratégica para retener y atraer talento y emprendimiento con este nuevo marco regulatorio.
Por fin se define qué es una startup
La Ley 28/2022, de 21 de diciembre de fomento del ecosistema de las empresas emergentes define por fin qué es una startup: es aquel proyecto de emprendimiento innovador que vende servicios o productos por medio del uso intensivo de las TIC.
Ha de ser, además, un modelo de negocio escalable, es decir, que pueda multiplicar sus ingresos con un aumento mínimo de sus costes; que no supere los cinco años de antigüedad, que no cotice en Bolsa ni distribuya dividendos, que su sede social esté permanentemente en territorio nacional con el 60% de la plantilla contratada en nuestro país y que su volumen de negocio no supere los diez millones de euros.
En Castilla y León hay cerca de 600 startups a cierre de 2022 y un hub de emprendimiento tecnológico, CYLHub, que está consiguiendo reunir a primeros espadas de este ecosistema así como generar conexiones entre inversores y emprendedores en una comunidad autónoma donde, hasta hace poco, nadie hablaba de este tejido productivo emergente.
Algunas de las más sonadas de los últimos años a nivel nacional como Roams, Tebrio, Fundeen, Anfix, Zunder o BDI Biotech, son el ejemplo de que hay emprendedores digitales dispuestos a generar empleo y riqueza también desde y en Castilla y León.
Bienvenidos, nómadas digitales
Una de las medidas que recoge la nueva Ley de Startups es la fiscalidad que se aplicará a los denominados nómadas digitales, es decir, a aquellos que trabajan para empresas extranjeras pero pueden teletrabajar desde cualquier parte del mundo. Muchos de ellos son jóvenes talentos que destinan de cinco a diez años de su trayectoria laboral conociendo otros países desde los cuales trabajan para sus empresas.
A partir de ahora, podrán residir en España durante cinco años aunque trabajen para compañías extranjeras, así como acogerse tributar por el IRPF como no residentes. Como requisito, no deben haber residido en nuestro país en los cinco años previos.
El cofundador de Fundeen explica a EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León cómo esta medida "atraerá talento extranjero a España y con el tiempo esos trabajadores conocerán otras empresas, otras personas, y hay muchas posibilidades de que se queden en una comunidad autónoma con una alta calidad de vida como es Castilla y León, que además está pegada a Madrid y es más barata. Y eso es atraer población con talento que a su vez generará más riqueza".
Pero para que esto ocurra, "debe haber mayor conciencia y voluntad política para ofrecer un ecosistema emprendedor que haga viable que se queden en Castilla y León", advierte Bautista.
¿En qué habría que trabajar para favorecer este ecosistema? El cofundador de Fundeen, que junto a su hermano decidió apostar por quedarse en Ávila para montar su startup, lo tiene claro: en primer lugar, "hay que dar continuidad a las iniciativas como CYLHub o Startup Olé que conectan inversores con emprendedores disruptivos de Castilla y León que están en fase semilla y que necesitan saber, además, cómo comenzar su andadura".
Ese apoyo "es fundamental para que no se deslocalicen y se vayan fuera cuando se lanzan a emprender, es decir: cuando no tienes ni ingresos ni solvencia".
Pero para innovar en los municipios más pequeños y que las tecnologías permitan que se genere actividad económica ligada a la tecnología y el teletrabajo, no basta con ese apoyo inicial.
Los apoyos económicos "son importantes" pero sin olvidar los técnicos. "Tenemos municipios con espacios vacíos que podrían habilitarse como coworking gratuitos los primeros seis meses, por ejemplo, que dispongan de acceso rápido a internet", plantea Bautista.
No obstante, esos emprendedores necesitarán de "talento local que quiera trabajar con ellos", lo cual a veces es "imposible de encontrar porque, los mejores, se van a Madrid", lamenta.
En estos mismos términos refleja Emilio Corchado, CEO de Startup Olé, su esperanza en que este nuevo marco regulatorio permita a los municipios de Castilla y León crecer con nuevos proyectos disruptivos "más allá del turismo rural o de patrimonio" para que los futuros unicornios decidan instalarse en esta Comunidad, y no sólo en Málaga, Valencia o Madrid.
¿Y si les ofrecemos volver a Castilla y León?
Según un informe de la consultora PWC (PricewaterhouseCoopers), las nuevas generaciones buscan un mayor equilibrio entre su actividad laboral y su vida privada.
Valoran cada vez más un entorno saludable y cercano en el que trabajar y mayor flexibilidad para cambiar de residencia sin cambiar de puesto. Por este motivo, las empresas están aumentando las ofertas flexibles que permiten teletrabajar cada vez un mayor número de días.
Para emprender en innovación tecnológica en los pueblos de Castilla y León así como en las ciudades es necesario tener recursos económicos y técnicos desde los inicios: espacios de coworking con "programas iniciales gratuitos, acceso rápido a internet y que haya talento allí donde estás porque es de las cosas que más cuesta encontrar dado que acaban yéndose a Madrid y, cuando los captas, ya tienen su vida hecha allí así que es difícil que regresen a Castilla y León", explica el cofundador de Fundeen.
"Año tras año somos los mejores en el Informe Pisa, pero esa inversión en la mejor formación acaba en Madrid donde terminan yéndose a trabajar los que más valen", lamenta.
En este sentido, Bautista recalca que "es imprescindible que cuando hablemos de mejorar las infraestructuras no hablemos sólo de carreteras, sino también de conexiones de alta velocidad por internet", detalla.
"Ávila está, por ejemplo, a dos horas de Madrid. ¿Por qué no puede Ávila promover económicamente con ayudas que ese talento pueda viajar hasta dos veces a la semana a Madrid? Esto permitiría que se quedaran en Ávila, que se empadronen en Ávila, que consuman en Ávila, y que con el teletrabajo puedan estar tres días en Ávila y dos en Madrid, pero que no se acaben instalando para siempre en la capital de España", explica.
La importancia de un Plan Estratégico
Eduardo Delgado, CEO de la palentina Roams, una de las 200 webs más visitadas en España, considera que con la nueva ley, "el hecho de que se puedan deducir hasta 100.000 euros al año, es un gran avance porque supone que el 50% de tu inversión te la está pagando el Estado, por lo que los inversores verán menor riesgo y puedes crecer más rápidamente".
Además, el hecho de que ahora "ya no tengan que cotizar a la Seguridad Social como doble pagador porque tienen otro trabajo simultáneo para poder subsistir en los inicios, es un gran avance que permitirá a muchos más talentos de Castilla y León decidir emprender y quedarse en esta comunidad autónoma".
Sin embargo, Delgado considera que la nueva ley "no es suficiente" para dar un impulso definitivo a este ecosistema, por lo que anima a la Junta de Castilla y León a crear "un plan estratégico que apueste por sectores e iniciativas a nivel autonómico, como le ha pasado a Málaga, cuyo alcalde se propuso en serio atraer a todas las startup tecnológicas".
Entre las medidas que el fundador de Roams incluiría en ese plan estratégico se encuentra la de "pagarles la cuota de autónomos durante un par de años a los emprendedores que decidan montar su startup en Castilla y León y residir aquí", dado que muchas iniciativas mueren por falta de recursos.
Otra de las cuestiones que Delgado considera fundamentales para atraer talento a Castilla y León y evitar la fuga de los más preparados a otras comunidades, es disponer de lanzaderas de verdad como la de Juan Roig, dueño de Mercadona, "que de verdad da facilidades a quienes tienen un proyecto disruptivo con posibilidades de éxito".
Con niños, el emprendimiento se complica
Las cosas se complican cuando un emprendedor tecnológico desea quedarse en Castilla y León "pero tiene familia". En este sentido, Bautista reclama apoyos económicos también para que puedan emprender y quedarse en la Comunidad dado que "las startups, aunque aún no estén dando beneficios empresariales en los primeros años de vida, están moviendo mucho capital que generan actividad económica para todo el entorno en el que se instalan, por lo que las empresas deberían poder acceder a mayores incentivos fiscales para contratar a esos talentos".
Es fundamental, según este emprendedor de éxito, "atraer talento a los municipios pequeños dado que si a esos jóvenes se les permite quedarse en su casa elegirán hacerlo si ven que hay ofertas reales y atractivas de desarrollo profesional y vital dado que con menos sueldo vivirán con mayor calidad de vida en Castilla y León que con más nómina en Madrid".
El hecho de favorecer estos ecosistemas de emprendimiento tecnológico permitirá a estas empresas emergentes, dado que el coste de vida es menor en la Comunidad, "ser más competitivas que otras de las grandes ciudades", por lo que se trata de "crear esa infraestructura atraerlas aquí".
En este sentido, Bautista recuerda que "la flexibilidad que da el teletrabajo y el auge de estas nuevas empresas tecnológicas son una oportunidad enorme para conseguir atraer ese talento cuando éste sale de la Universidad y que no se produzca la constante fuga hacia otras comunidades con un ecosistema más favorable".
"Voluntad política y terminar de creérnoslo": son los dos puntos de partida en los que coinciden los emprendedores de startups de Castilla y León que ven las posibilidades reales que se abren para esta Comunidad con una nueva ley que puede dar un giro de 180 grados a la pirámide demográfica de una de las autonomías españolas más castigadas por la despoblación.