Firmantes de las alegaciones al Plan Hidrológico del Duero

Firmantes de las alegaciones al Plan Hidrológico del Duero

El campo

La Junta, ocho diputaciones y organizaciones presentan alegaciones al Plan Hidrológico del Duero

Las peticiones contenidas en el presente documento se consideran ajustadas a la realidad y tienen como único objetivo un uso sostenible, racional y equilibrado del agua para el regadío

20 diciembre, 2021 16:30

El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha participado esta mañana en Palencia en la firma del Acuerdo de Alegaciones al Proyecto del Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero 2022-2027. Este documento ha sido elaborado y suscrito por la Consejería, las diputaciones provinciales de Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora, las cuatro organizaciones profesionales agrarias con representación en la Comunidad (Asaja, Upa, Coag y Uccl), la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl) y la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero).

“La unión de todos los afectados a la hora de plantear alegaciones al Plan Hidrológico para el Duero es una clara muestra de que este Borrador no responde a las necesidades reales del campo de Castilla y León” ha manifestado el consejero. “Hoy presentamos unas peticiones esenciales y necesarias, ajustadas a la realidad y que tienen como único objetivo un uso sostenible, racional y equilibrado del agua para el regadío”.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, lamenta “que el proyecto actual de Plan Hidrológico no contemple más regulaciones y superficie de regadío”.

Alegaciones

Ante este planteamiento, las entidades firmantes del acuerdo plantean la falta de perspectiva de reto demográfico del Borrador del proyecto del Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero presentado. Además, manifiestan que tampoco presenta un equilibrio entre objetivos sociales y económicos con criterios eminentemente ambientales, lo cual perjudica la actividad agraria y el desarrollo de regadíos en Castilla y León. Y por ello, y siempre desde la apuesta por un uso sostenible, racional y equilibrado del agua para el regadío, se plantean las siguientes alegaciones:

1. Regulaciones

La cuenca del Duero es la que menor capacidad de regulación tiene, a excepción de las del norte de España. Se demanda ejecutar de forma urgente, además de las actuaciones ya contempladas en el Proyecto de Plan Hidrológico, actuaciones para mejora de aguas subterráneas: Lastras de Cuellar, recrecimiento Santa Teresa, balsas laterales de Tordesillas, y una mayor dotación presupuestaria para las balsas de Las Cuezas.

Asimismo, se demanda la inclusión de una medida que refleje la ejecución de estudios tendentes a planificar más actuaciones que se puedan ir concluyendo, en lo que se refiere a su ejecución, en los siguientes horizontes de la planificación.

2. Nuevos regadíos

De las nuevas zonas de regadío que el plan contempla para ejecutar en este horizonte, buena parte ya están ejecutadas o a punto de hacerlo, por lo que cuando se apruebe el plan ya estarán en funcionamiento. El Sector IV Cea Carrión, Armuña, Canal Alto Payuelos sectores XXII y XXIV y Canal Bajo Payuelos están en esa situación. Por lo que 18.473 hectáreas no son ‘nuevas’, de forma que la superficie real de nuevos regadíos sería 34.315 hectáreas (relación actuaciones Plan) – 18.473 hectáreas (implantadas o en vías de ello) = 15.842 hectáreas de incremento real de regadío.

Además, se solicita que se incluyan algunas actuaciones desechadas por no viables, ya que se considera que la justificación del descarte de estas actuaciones no es adecuado y/o suficiente. A raíz de ellos se demanda la inclusión de las siguientes actuaciones, que, o bien se han descartado por no viables o constan con menor superficie de la prevista: sector V Cea-Carrión, ampliación Valdavia, Armuña III, Valderas, Hinojosa del Campo, Aranzuelo y sector IV Cea Carrión. En conjunto estas actuaciones suponen unas 7.000 hectáreas.

3. Aguas subterráneas

El planteamiento es el de un uso sostenible de las aguas subterráneas y que no sea la única medida la reducción de los usos actuales. Por lo que se presentan alegaciones a las siguientes medidas:

  • Mantener la consideración existente hasta la fecha respecto a las zonas con limitaciones específicas, debe desaparecer la consideración de zona no autorizada en los municipios en los que no se ha llegado al índice de explotación marcado. No se considera adecuado tomar con carácter preventivo medidas restrictivas de carácter amplio que tendrán consecuencias para el futuro y el desarrollo de las explotaciones.
  • Aplicar en un territorio limitaciones, con independencia de cuál sea su situación respecto al índice de explotación y tendencia de niveles piezométricos, parece una prevención injustificada. 
  • La aplicación de restricciones cuando los índices de explotación superan 0,75, supone suficiente resguardo y garantía para conseguir la recuperación en estas zonas de las masas. Por ello, no se considera justificado aplicar a mayores, las restricciones en los municipios dónde no se haya llegado a estos índices de explotación como si fueran zonas no autorizadas.
  • No aplicar el peaje por modificación de características que vienen justificadas por necesidades agronómicas y que no influyen en el consumo de agua. 
  • El Plan tampoco aporta solución alguna a los denominados ‘pozos de minas’, por lo que se sigues reclamando que se abra la posibilidad normativa de regularizar estos aprovechamientos.

Además, se propone realizar un mayor impulso de las Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAS).

Las propuestas de modificación que se presentan, buscan conseguir un equilibrio entre la mejora cuantitativa de las cuatro masas de agua indicadas en el Plan con problemas cuantitativos, que son:

a) Tordesillas-Toro, situada en Valladolid y Zamora.

b) Los Arenales y Tierra de Pinares, situada en Valladolid, Segovia y Ávila.

c)Los Arenales – Tierras de Medina y La Moraña, situada en Valladolid, Salamanca, Ávila, Segovia y Zamora.

d) Los Arenales y Tierra del Vino, situada en Salamanca y Zamora.

4. Contaminación difusa

La postura común es de oposición a la prohibición total de conceder derechos concesionales para ganadería y regadíos en zonas vulnerables en mal estado químico o riesgo de estarlo. Se impide el otorgamiento de derechos concesionales para ganadería y regadío en las zonas vulnerables, en mal estado químico o en riesgo de estarlo, sin tener en cuenta que estas actividades adecuadamente realizadas no tienen por qué incrementar los excesos de nitrógeno.

Se aboga por exigir el cumplimiento de una serie de prácticas en estas actividades que no incrementen los excesos de nitrógeno. Y se propone adoptar medidas como:

  • impulso tecnológico
  • impulsar la formación e información sobre uso de herramientas para el uso adecuado de la fertilización
  • implantar en las zonas modernizadas redes de control de la contaminación difusa.

Estas alegaciones, que todos los firmantes consideran básicas, serán presentadas de forma individual junto a aquellas otras que se consideren oportunas por cada entidad.

Consideraciones

En el Acuerdo suscrito hoy también se plantean las siguientes consideraciones ante la presentación el pasado 21 de junio del Borrador del Proyecto de Plan Hidrológico del Duero para el periodo 2022-2027:

  • Las actuaciones ligadas al recurso del agua se han mostrado como medidas eficaces para la mejora de la competitividad del sector agrario y agroalimentario, aportar valor añadido al medio rural y luchar contra la despoblación.
  • Existen datos y análisis objetivos que demuestran que el regadío aporta beneficios económicos, sociales y medio ambientales, como son el efecto en la población (hasta tres veces superior que en zonas de secano), el empleo (hasta 3,6 veces mayor que en secano), la incorporación de jóvenes en el medio rural (6,5 veces superior que en zonas de secano), el ahorro de consumo de agua (entre un 20-25% en las zonas de regadío modernizadas) o la disminución de la contaminación difusa en el regadío modernizado.
  • En un marco de adaptación al cambio climático, es imprescindible acometer el aumento de la regulación de la cuenca del Duero, para garantizar la sostenibilidad futura del regadío en la Comunidad.
  • Castilla y León tiene un porcentaje de regadío respecto a la superficie de cultivo del 12,6% frente al 21,7% de la media nacional, es decir nueve puntos por debajo.
  • El vigente Plan Hidrológico del Duero no ha desarrollado por completo las actuaciones que tenía contempladas para Castilla y León.