Como cada 15 de mayo las celebraciones en honor San Isidro se multiplican en los pueblos de la Comunidad, generalmente organizadas por las juntas agropecuarias locales y las distintas cofradías en honor al santo madrileño.
Si el refranero se cumple, Por San Isidro Labrador, 'la espiga toma color', y 'se va el nublado y sale el sol'. Tras un abril lluvioso en prácticamente toda la Comunidad, el campo se enfrentaría al final de la temporada primaveral con un nivel adecuado para recolectar el cereal en verano. Mientras que el año pasado la cosecha de cereal en Castilla y León se situó en torno a los siete millones de toneladas, acercándose al 38% de la producción nacional, este año se estima "una producción similar".
En palabras de Donaciano Dujo, presidente de Asaja Castilla y León, se tratará de una cosecha muy esperada "ya que los costes que han tenido los productores han sido mayores que los de otros años".
En el día en que los párrocos y agricultores aprovechan para lanzar sus prerrogativas al Santo, los secretarios y presidentes de las diferentes OPAs castellanas y leonesas hacen lo propio: por su parte, Aurelio González, secretario regional de UPA, aprovecha la fiesta de San Isidro para pedir "una nueva conciencia" en políticos y sociedad en general para que "respeten" a los agricultores y los ganaderos, "que se tenga en cuenta nuestra opinión, no nos sirve de nada que nos den palmadas en la espalda y nos digan lo buenos que somos si a la primera de cambio no se nos tiene en cuenta".
Dujo solicita al Patrón que en el cierre de campaña "las lluvias sean abundantes y las temperaturas suaves" para conseguir la deseada buena cosecha, "y más en un año con unos costes tan grandes", mismo deseo que lanza Jesús Manuel González Palacín, de la Unión de Campesinos de Castilla y León: "si San Isidro cumple, la cosecha está garantizada. Algo de lluvia y unas temperaturas medias, serían lo mejor que le puede pasar ahora mismo al campo".
A mes y medio del comienzo de la cosecha hay que tener todas las reservas a la hora de efectuar previsiones, pero con una lluvia moderada, temperaturas contenidas (ni heladas, ni sofocantes), cierto control en unas plagas cada vez más intensas, y si las tormentas de granizo no diezman la producción, podría culminar un año bueno para el cereal.
Por otro lado, los responsables piden, todos a una, desarrollar la Ley de Cadena Alimentaria junto al Ministerio y las consejerías autonómicas para "dejar de vender a pérdidas". "El sector tiene que tener claro que nosotros tenemos que vender a ganancias. Para eso, la Consejería de Agricultura tiene que elaborar unos informes sobre cuáles son los costes de los sectores para, a la hora de hacer los contratos, que los precios tengan que estar por encima".
Las celebraciones
Durante toda esta semana ya se han venido llevando a cabo algunas celebraciones adelantadas del patrón de los agricultores, a las que han asistido los representantes del sector tanto políticos como sindicales.
Por ejemplo, la que se hizo en la iglesia de San Pablo de Salamanca el pasado viernes y a la que asistió El consejero de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Gerardo Dueñas. Allí quiso dejar clara su apuesta por favorecer "mucho más" la producción nacional y la economía de proximidad frente a las importaciones que, según matizó, "desmontan mucha de la capacidad de gestión que tiene España".
Además, cada organización ha celebrado sus comidas "de hermandad" también durante esta semana, y la mayoría de líderes agrarios se disponen hoy a celebrar su homenaje al Patrón en sus respectivos pueblos, donde desarrollan habitualmente su labor agrícola y ganadera, tal es el caso de Jesús Manuel González Palacín, de UCCL, y natural de Melgar de Fernamental, en Palencia, o de Lorenzo Rivera, que celebrará la ofrenda al santo en Peleas de Abajo, provincia de Zamora.
La situación del campo
El sector agradece la lluvia, que alimenta campos y pastos, aunque preocupa la campaña de riegos, con los embalses del Duero al 74,2% de su capacidad. Con ocasión de este día de celebración, una de las principales peticiones del sector se centra en la regulación de los sobrecostes derivados de la actual crisis. Lorenzo Rivera, de COAG, denuncia que los agricultores de Castilla y León pagarán "225 millones de euros más que el año pasado por los fertilizantes, sólo en la campaña de primavera". Tal es la situación, que los sindicatos agrarios advierten de que estos sobrecostes son "inasumibles" y pueden hacer que algunos agricultores "cambien hacia cultivos con menos exigencia de fertilización".
Otro de los problemas a los que se enfrenta el campo ahora mismo es la conversión "masiva" de terreno agrícola en campos de placas solares, por lo que piden a las administraciones una normativa que proteja el terreno productivo de los huertos de energías renovables.
UPA, Asaja y COAG, exigen la necesidad de una normativa específica para la implantación de placas exclusivamente en terrenos "no aprovechables para la producción agraria".
Los regadíos, pastos y prados de siembra son las tres preocupaciones principales de los agricultores, que reclaman la necesidad de priorizar la producción de alimentos en un contexto de crisis de desabastecimiento derivado de la guerra de Ucrania.