Las OPAs calculan pérdidas de 1.500 millones en cereal en Castilla y León por culpa de la sequía
Lorenzo Rivera, presidente de COAG, pide un plan inmediato para recoger la lluvia en balsas de agua y hacer frente a la ausencia de precipitaciones, sobre todo en verano
26 diciembre, 2023 14:16Noticias relacionadas
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Luces y sombras. Es el balance que han hecho hoy las OPAs (Organizaciones Profesionales Agrarias) de Castilla y León de un 2023 que termina marcado por "la sequía, el impacto de la EHE (Enfermedad Hemorrágica Epizoótica) en el ganado y los altos costes de producción", a pesar de la caída de un 60% en los precios de la energía con respecto a hace un año.
Es principalmente "preocupante" la situación del sector cerealista que estas organizaciones agrarias estiman han perdido "1.500 millones de euros" con precios que han caído un 30%, lo que ha puesto al sector "en una situación comprometida". Precios que "son ya más bajos incluso que antes de que estallara la guerra en Ucrania", comenta Lorenzo Rivera, coordinador de COAG en Castilla y León, y que dejan este año una producción de 3,3 millones de toneladas de cereal "cuando lo normal es estar en torno a los 6,5 o 7 millones de toneladas", advierte.
En este sentido, y tras varios años de sequía prolongada, las OPAs lamentan que "el presidente Mañueco lleve dos años sin reunirse con nosotros dado el peso que tiene el sector primario en esta Comunidad, y que la interlocución con la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural no sea más ágil", añade.
Precisamente una de las cuestiones que quieren trasladarle al presidente Mañueco en la reunión que programen para 2024, "es el incremento en los presupuestos de esta Consejería porque no es normal que sólo disponga de 500 millones y que el resto sea de la PAC, dado el peso que tenemos en el PIB regional".
Tras dos años especialmente secos que han hecho estragos en muchos cultivos y explotaciones ganaderas, las OPAs piden para los regadíos de la Comunidad "modernizar el almacenamiento del agua" y un plan hidrológico "acorde con lo que necesita Castilla y León."
En este sentido, Rivera considera que "la directiva marco del Agua de la UE está muy bien pero sólo para las regiones y países donde hay agua en abundancia y no saben ni lo que es poner un riego, pero no vale para España". Por lo tanto, insiste en que la clave del futuro del sector primario en Castilla y León pasa por "hacer grandes balsas de agua para que esas comunidades de regantes puedan echar mano de ese recurso y para el abastecimiento del ganado de extensivo cuando venga un verano muy seco". Las OPAs recuerdan que el Plan Hidrológico Nacional aprobado por el Ejecutivo "se ha sacado adelante con el voto en contra de todas las organizaciones agrarias de España".
Además, concluyen que "hay que dar un giro de 180 grados en investigación para semillas que aguanten temperaturas cada vez más altas y que necesiten menos cantidad de agua para su cultivo", indica.
Respecto al problema que plantea la subida de primas en los seguros agrarios una vez que estos hacen frente al impacto de la climatología en las explotaciones del sector agrario, el coordinador regional de COAG pide "revisar urgentemente el sistema de seguros agrarios porque no va a haber fondos suficientes dado que ha sido casi inviable no declarar siniestros con esta sequía", reclama.
Por ello pide que "se implique también el Ministerio de Economía" para que cuando no se pueda hacer frente a estas indemnizaciones, sea esa cartera la que se haga cargo de ellas.
Castilla y León ha perdido 428 activos agrarios en lo que va de año, con una tendencia a la baja que se repite ejercicio tras ejercicio y un déficit de relevo generacional que supone un grave problema para la supervivencia del sector.
También buenos datos y aviso a la Ley de Cadena Alimentaria
El balance que hoy han hecho las OPAs define también 2023 como un año "bueno para el sector lácteo" dado que los precios (en torno a los 0,60 euros el litro de leche de vacuno) se han mantenido razonablemente permitiendo así el futuro de las explotaciones".
De igual forma, "ha sido un año muy bueno para la remolacha porque el precio del azúcar también ha estado alto y eso ha permitido que los agricultores se hayan lanzado a cultivar mucho más este producto".
Cebollas, hortalizas y patatas también "cierran un 2023 con buenos datos que esperamos se mantengan durante el próximo ejercicio", indica.
Una de las medidas que reclaman las OPAs de manera urgente es "reforzar la Ley de la Cadena Alimentaria" para que agricultores y ganaderos estén protegidos respecto a las rentabilidades de sus explotaciones, en su inmensa mayoría familiares, y permita su supervivencia también en el futuro con el objetivo de poder seguir alimentando a la población de manera sostenible.
Otro de los problemas que arrastran estas explotaciones es su nivel de endeudamiento debido al incremento de los gastos de sus negocios desde que en el verano de 2021 y sobre todo a raíz de la invasión de Putin en Ucrania, se disparara el precio del gas y por ende de los insumos (fertilizantes, combustible, fitosanitarios, etc.).
Unos sobrecostes que "no hemos podido compensar ni con mayor producción ni subiendo los precios" por lo que exigen que en 2024 "se consolide la Ley de la Cadena Alimentaria" para que se cumpla en su integridad y garantice, así, que ningún agricultor ni ganadero va a percibir un precio menor del coste total de producción.
"Política verde de escaparate"
El análisis del año no podía dejar a un lado los efectos de la nueva PAC que lleva ya un año en vigor y que se mantendrá hasta 2027. Una PAC enfocada en la sostenibilidad y la transición energética que ha generado múltiples protestas de agricultores y ganaderos en distinos países de la UE, también en España.
Así, las OPAs denuncian que "la UE muestra una política verde de escaparate porque mientras exige a los agricultores comunitarios estrictas y sumarísimas medidas medioambientales, acuerda con países terceros la adquisición de productos sin ningún control ambiental", lo cual resta competitividad a los productores europeos.
Según los datos que manejan estas organizaciones agrarias, son más de 50.000 las explotaciones en Castilla y León que son negocios familiares, un modelo que profesionaliza el sector pero que "se enfrenta a graves amenazas que ponen en peligro su supervivencia" por lo que reclaman "todo el apoyo de las administraciones el próximo año".