Los listos de las listas electorales
Trigésima semana de 2018, la del aterrizaje de la gaviota reina, Pablo Casado, que ahora parece casar con todos aunque él ya sabe con quién se casa y con quién no. Su ejecutiva nacional y los cargos en Congreso de los Diputados y Senado lo dejan claro. Desaparece Alfonso Fernández Mañueco como presidente del Comité de Derechos y Garantías, que tanto trabajo le ha dado durante los últimos años a raíz de tantos presuntos casos de corrupción (y sin presuntos, los más) en el Partido Popular. Se puede entender porque el alcalde de Salamanca ya forma parte de la estructura nacional como presidente del PP de Castilla y León, pero cuando en la lista de Casado va el que fuera su rival por ese puesto y a la postre por ser candidato a presidente de la Junta de Castilla y León… mala señal ver de nuevo protagonista al alcalde de León, Antonio Silván.
Casado ha asegurado a Soraya Sáenz de Santamaría que mantendrá a los virtuales candidatos en las comunidades autónomas que la respaldaron mayoritariamente a ella y no a él. Está decidido con Andalucía y se espera que ocurra en Castilla y León, pero aquí la gaviota tiene dos cabezas, y hasta cuatro patas, desde hace muchos años. Facciones latentes que se han ido descubriendo a medida que aumentaba la presión sobre Juan Vicente Herrera para que se echara a un lado como líder autonómico. Mala señal ver al PP enviando a los medios de comunicación declaraciones de Mañueco sobre Casado tres días después de su elección, rebotadas por todas las provincias, por todas las redes sociales, enviando fotos de ambos con cara sonriente, en abrazo o postura cómplice, aprovechando cada rueda de prensa para hablar del nuevo presidente nacional del PP, acompañándole siempre que puede, como por ejemplo hoy en Ávila. ¿Volverá a dorarle la píldora a la gaviota mayor para que no le baile el puesto por el que tanto ha luchado (y trabajado, que no hay que negar el mérito político de Mañueco durante tantos años)? La sensación que se percibe desde fuera de las bambalinas populares con tanto bombo y platillo es que “excusatio non petita, accusatio manifesta”.
Quién sí continúa en su puesto es el secretario general del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados y representante del PP por la provincia de Salamanca, José Antonio Bermúdez de Castro. Un político de raza, dialogante, negociador, con sentido de Estado y una oratoria exquisita. Eso hay que reconocérselo al charro y así lo ha valorado su nuevo jefe. Y otro salmantino será a partir de ahora el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, quien estuviera al frente de la Policía Nacional durante el primer mandato de Mariano Rajoy. Salmantino de nacimiento, aunque palentino de adopción, provincia a la que representa. Cosidó sonó como la llave para la sucesión en Castilla y León, porque si volvía a la estructura del Gobierno dejaba paso a Herrera como senador, con su ‘inmunidad’ deseada, y corría turno en el castillo de naipes que con la moción de censura del PSOE se derrumbó ipso facto, y las cábalas se esfumaron como el cuento de la lechera.
Porque son fechas ya de mirar al futuro. Se avecinan las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2019. Vacaciones en agosto, ferias en septiembre y cuando nos queramos dar cuenta ya es momento de precampaña. Así que los partidos políticos están indirectamente enfrascados en el enfrentamiento. Así se vio el viernes durante el pleno del Ayuntamiento de Salamanca, donde los debates derivaron por momentos en ataques personales. Y ahí llamó la atención la defensa que hizo de los populares en cada asunto relacionado con contratos, gestión o incluso la mujer de un concejal, no precisamente uno de los suyos, sino de Ciudadanos, Fernando Castaño. En ocasiones parece un edil más del PP.
Por cierto, a este pleno la formación naranja no llevó ni una propuesta en forma de moción. ¿También están con el paso cambiado, como Albert Rivera, tras la moción de censura, o pensaban ya en las vacaciones de agosto? En esa parcela le comieron la tostada PSOE y Ganemos, con varias propuestas para mejorar la vida de los salmantinos, algunas respaldadas incluso por el PP. Ciudadanos a veces comete el error de escudarse en que como tiene la llave de gobierno gran parte de sus propuestas se aprueban todos los días. Y así es, marcando la agenda municipal en muchas ocasiones, pero los réditos de imagen se los lleva el PP, por mucho que Ciudadanos lleve la voz cantante en una comisión donde solo se sientan los concejales y la opinión pública general ni se entera de lo que se aprueba.
Es tiempo de mirar al futuro, también de hacer cuentas, de trazar estrategias para lograr el objetivo, estar en una lista electoral. Muchas de las actitudes de los cargos públicos de todos los partidos se encaminan en esa dirección. Son los listos de las listas electorales. Los y las hay que recorren los pueblos con nimias excusas para garantizarse el futuro apoyo comarcal cuando toque elaborar una candidatura a las Cortes de Castilla y León, los y las hay que se arriman a los mandamases para salir en todas las fotos de eventos, sobre todo en un verano cargado de ferias y fiestas, y los y las hay que conspiran expandiendo bulos de compañeros, pero al fin y al cabo rivales por un puesto que estará muy caro el próximo año. Pero ya saben, se dice el pecado, no el pecador. La próxima semana, les prometo más madera.