Desvirtuar la propiedad privada...y el Estado como propiedad
Cuando se desvirtúa la propiedad privada se desvirtúa el Estado, ese espacio soberano que es propiedad de sus ciudadanos en el que conviven de forma pacífica sus miembros, que se han dado y dotado por medio de uno de los poderes que tiene ese estado como es el legislativo, de derechos y también obligaciones reflejados todos en una Constitución.
Constitución que, como decía Savigny, “dota al Estado que la contiene y ostenta, de calidad democrática”
Una sociedad que es educada a respetar esas leyes, pues se sirve de ella, que quiere y necesita de un ejecutivo que las cumpla y que obligue a hacerla cumplir mediante una ley -fuerza coactiva- y otras coercitivas, leyes y fuerzas policiales, legitimas, adecuadas y correctas.
Dicho todo esto que es el súmmum de las características de un Estado moderno, se ha resquebrajado entre ayer y hoy con la actuación intencionada y permisiva del Gobierno de Marruecos al no hacer, no contener y sí alentar con su desaparición una nueva crisis migratoria que debe suponer un antes y un después, tanto para las relaciones de Europa y España con Marruecos, así como, debería suponer el fin del Gobierno de Pedro Sánchez que no ha sabido prever la situación.
Pero poco se puede esperar de un Gobierno que por activa -la famosa Ley anti desahucios así lo dice- que exige, no sólo ya, el título de propiedad para proceder a un desalojo, sino que, debe existir fuerza e intimidación para proceder y, sobre todo, por pasiva, permitir esa perversión legal de desvirtuar la fuerza legal que se ostenta con la legítima propiedad, así pues, lógicamente, y viendo las cosas tal y como se están produciendo, del quehacer gubernamental silente, inane.
Marruecos procede como se está dejando proceder, asaltar violentamente la propiedad de los españoles (su estado soberano) esperando que el Gobierno lo permita, no haciendo nada, sin saber o desconocer, que no hacer nada también conlleva responsabilidad.
Ya va siendo hora de que Marruecos empiece a sentir cierta presión a sus intereses económicos y sobre todo políticos que, parece ser estos, los causantes de esta crisis migratoria al permitir España -dice Marruecos- que un miembro del Frente Polisario se encuentre ingresado en un hospital español.
Igual va siendo hora que Marruecos empiece a tener un contrincante en el sur que altere ese Estado de fuerzas existentes, ese status quo imperfecto que se ha convertido en un caldo de cultivo de amenazas y troleos de Marruecos hacia Europa.
Igual va siendo hora que se apoye, de una vez, la creación de la República Saharaui, de ponerle un grano en el culo a Mohamed, grano coloque en un entredicho la propia existencia de Marruecos, tal y como está configurado actualmente: un país gobernado por un sátrapa.
Europa debe poner pie en pared de una vez, y las relaciones comerciales con Marruecos puestas en standby.
Todos los acuerdos y, digo bien, todos deben ser revisados, analizados, evaluados y tasados. EEUU debe elegir de una vez entre sus socios, Europa o un Marruecos como el actual, un país que tiene de democrático poco más que nada.