No me cabe la menor duda de que si hiciéramos una encuesta preguntando “quién le parece a Vd. el ministro más necio del Gobierno Sanchezstein”, la respuesta sería prácticamente unánime: Alberto Garzón; es más, muchos se limitarían a responder Garzón por desconocer su nombre, pero yo quiero recordar su nombre para distinguirle de otro Garzón, no menos peligroso y con nombre de Rey Mago, no sea que se enfade la Lola conmigo Y la verdad es que hay mucho donde elegir, pues entre los 22 componentes del Gabinete no abundan precisamente los cerebros privilegiados ni los funcionarios de alto nivel. Es más, si les preguntáramos quienes son los ministros de Presidencia, Justicia, Transportes, Educación, Política Territorial, Ciencia, Universidades… les pondríamos en un grave aprieto. Y no piensen que necio es un insulto: El diccionario de la RAE define como necio a un “ignorante que no sabe lo que podía o debía saber”, como “persona carente de inteligencia o razón” y finalmente como “terco y porfiado en lo que hace o dice”. Las tres acepciones le vienen al pelo al ministro.
No obstante, hay que reconocerle un gran mérito al minístrillo Garzón. Y sea dicho lo de ministrillo sin ánimo peyorativo, pues ocupa un ministerio que nunca tuvo más rango que el de una dirección general en el ministerio de Sanidad del que fue un error separarlo, pero los pactos derivados del “abrazo de la Moncloa” obligaban a entregar nada menos que cinco ministerios a los integrantes en ese engendro llamado Unidas Podemos, uno de cuyos grupúsculos es Izquierda Unida cuyo jefe no es otro que Alberto Garzón. ¿Y si Pablo Iglesias tuvo la poca vergüenza de proponer como ministra a su propia pareja, en una decisión machista como pocas, por qué no iba a proponerse como ministro el líder comunista del momento? Como escribe Pedro Narváez, “el comunismo tenía más sabor cuando mataba personas como si fueran vacas, y no ahora que desea extinguir vacas como si fueran hombres”.
La verdad es que este brillante intelectual pasa sin pena ni gloria, hasta que quiere salir del anonimato y toma unas decisiones a todas luces tan impropias e inadecuadas para un ministro del Gobierno de España que, hasta sus compañeros de gobierno, Presidente incluido, no dudan en descalificarlas públicamente a pesar de lo cual el personaje no es capaz ni de pedir disculpas ni de dimitir, sino que como el viejo “Felipito Tacatun” de la época franquista dice: “Yo sigo”. Y cuando dos ministras del Gobierno afirman que las declaraciones las ha hecho “a título personal” ignoran que cuando un ministro habla a un periódico extranjero nunca lo hace a título personal y por si hubiera duda, él las contesta afirmando que las declaraciones las ha hecho como ministro de Consumo porque es un tema de su competencia. Lo cual también es mentira: la ganadería tiene ministerio propio, y el comercio exterior también. El comercio exterior y el bienestar animal también. Sus competencias le obligan a controlar el IPC, el precio de la luz, de los carburantes, de los productos alimenticios en los supermercados… pero de eso no quiere saber nada. Las ministras de Sanidad, Economía y de Asuntos sociales, guardan un cobarde silencio y el ministro de Agricultura ha tardado más de una semana en reaccionar, hasta la mañana del martes en la que concedió seis entrevistas para calificar de desafortunadas y lamentables las declaraciones de su colega y quejarse de que no le hubiera llamado porque es un tema de su competencia.
Pero lo grave es que ésta no ha sido la primera sandez de este mentecato, ni me temo que será la última. Comenzó atacando a los hosteleros, porque “están poco preparados y el turismo carece de valor añadido”. Durante la confinación inconstitucional de la primera pandemia, “descubrió” que habían descendido las apuestas olvidando que habían cerrado las casas de apuestas. Después, atacó el consumo de carne lo que motivó el cabreo de los ganaderos y del sector cárnico y la respuesta inmediata de SuperSanchez: “Yo, donde haya un chuletón al punto, sublime”. (y el necio sin enterarse). Más tarde atacó al aceite de oliva y al azúcar llegando a editar un recetario con el que pretende sustituir la dieta mediterránea por las absurdas recomendaciones de un amigo y últimamente, precisamente en las fiestas navideñas en las que los jugueteros venden en unos días tantos juguetes como en el resto del año, se inventó una huelga de juguetes, que además de provocar a los fabricantes y vendedores de juguetes y proporcionar unos cuantos miles de euros a algún amiguete, fue un sonoro fracaso. Y además critica los “Roscones de Reyes”, pero por la nata no por no ser “Roscones Republicanos”.
He hecho un repaso de memoria, porque si tiramos de hemeroteca, esto se alargaría demasiado. Y es que cada vez que habla Garzón, sube el pan… y si no habla nos olvidamos de que existen él y su ministerio.
Y una vez más, la chulería de este ministrin pone en evidencia la falta de autoridad del Presimiente sobre una parte de su propio gobierno, incapaz de pedirle la dimisión o simplemente destituirle, limitándose a lamentar repetidamente esas declaraciones lo que ha molestado a los socios, y es que hay que recordar que quien le nombró ministro fue Iglesias y no Sánchez, y para cesarle hay que tener algo que le falta a SuperSanchez … y no me refiero tan sólo a los escaños…y como resume Ramón en su viñeta del domingo en ABC, “Garzón ha hablado con Sanchez y le ha dicho: Como me ceses te ceso”.
Y la respuesta de los políticos no se ha hecho esperar: los líderes nacionales del PP, Cs y Vox han reclamado la dimisión o el cese inmediato del necio Garzón, y los presidentes de distintas Comunidades Autónomas, incluidos algunos socialistas, han exigido la rectificación o dimisión del propio ministrillo o el cese inmediato por parte del presidente.
Por supuesto los medios de comunicación han publicado editoriales y múltiples artículos censurando al ministro y exigiendo su cese inmediato. Prácticamente todos los periódicos nacionales salvo uno. ¿Imaginan cuál? Efectivamente, el que dedicó 160 portadas a los trajes de Francisco Camps de lo que fue absuelto. Y qué decir de las viñetas, memes y chistes en las redes…
Y para concluir, cómo es posible que Izquierda Unida siga apareciendo año tras año en la lista de los grandes morosos con la Hacienda Pública y que Chiqui Montero no haya sido capaz de ejecutar la deuda embargando el patrimonio de los comunistas, eso que ellos hacen tan bien allí donde gobiernan, e incluso las nóminas y el patrimonio de sus dirigentes Será por aquello de “si me cesas te ceso”. Algo tendrá que ver. Hasta el viernes que viene.