Ahora que estás leyendo este artículo, ¿has votado?, ¿te da pereza?
Es importante participar en estas elecciones y ejercer el derecho al voto. En esta tierra hay competencias que corresponden a la Junta y que tienen que ser ejercidas en un momento muy importante como es este de la recuperación económica. Desde la Junta se toman decisiones relevantes en educación, sanidad, prestaciones sociales, en definitiva en materias que afectan a nuestra vida diaria.
Es la primera vez en la historia de la autonomía en la que se produce un anticipo electoral de las autonómicas. Es esta una larga historia ya, que comenzó el 25 de febrero de 1983 con la aprobación del Estatuto, y de la que se van a cumplir 39 años.
Nunca antes se habían celebrado elecciones autonómicas sin ir acompañadas de elecciones municipales. La elección de los alcaldes siempre ha sido el motor que ha movido a los electores a acudir a las urnas, sobre todo en el medio rural.
Los alcaldes recorren las casas de todos y cada uno de los vecinos de su pueblo para entregarles en mano su papeleta y de paso darle la de las autonómicas del mismo partido por el que se presenta el propio alcalde.
No obstante, la participación en las autonómicas siempre ha sido más baja que en las municipales a pesar de tener las urnas una al lado de la otra. Esto quiere decir que en esta ocasión que la urna que se va a colocar es solo para las autonómicas el interés de la gente por ir a votar es muy probable que descienda aún más. Además tenemos ya el dato del voto por correo, que ha bajado, y que por lo tanto es un indicador más de por dónde va la tendencia.
A esta novedad en la convocatoria se suma que la cita es el 13 de febrero y que han desaparecido mesas electorales en muchos núcleos de población, lo que obliga a los votantes a tener que desplazarse al pueblo de al lado para votar. Esto va a determinar que muchos no lo hagan.
Además, en Castilla y León no hay sentimiento autonómico, por lo tanto la voluntad de participar de los electores se acerca más a una convocatoria de elecciones europeas que a cualquier otra cita.
La participación es por lo tanto la gran incógnita. Una caída importante de la misma va a cambiar mucho el resultado de estas elecciones. Los partidos que han despertado más entusiasmo durante la campaña obtendrán más procuradores.
El mapa de partidos y sus resultados va a estar marcado por la fragmentación. La aparición de nuevos partidos como Soria ¡Ya! o el también reciente Por Ávila, tendrán que ser escuchados a la hora de pactar. Y por supuesto a VOX, claramente las encuestas y el ruido en la calle le otorgan un papel decisivo.
Hubiera estado bien que ante este panorama los partidos hubieran hablado más y más claro de cuál es su voluntad de establecer pactos.
Me decía mi amiga Candi que vive en Fuentesaúco de Fuentidueña (Segovia) que no tenía aún muy claro a quien votar, que le gustaría saber a dónde iba a ir a parar finalmente su voto y que hubiera sido fundamental para decidirse saber con quién iba a pactar cada partido.
Enrocarse, como han hecho algunos en esta campaña en que voy a obtener la mayoría suficiente para gobernar es ya un clásico. ¡Esto lo hemos oído tantas veces!
La apertura de las urnas al finalizar la jornada electoral nos dará el resultado de lo que los castellanos y leoneses quieren para los próximos cuatro años, eso sí, después de haber perdido un tiempo precioso en el que se tenía que estar apostando por la recuperación económica de esta Comunidad. Hemos perdido desde que se fragua el anticipo electoral, aproximadamente tres meses antes de la convocatoria y otros seis meses después de la cita electoral. Habremos perdido en torno a un año de gestión en un momento muy importante en el que aprovechar el tiempo era clave para remontar todas las consecuencias negativas que la pandemia ha traído a esta Comunidad Autónoma. Esta ha sido una de las regiones que más perjuicios ha sufrido, con mayor declive económico por los cierres de la Comunidad que se decretaron absurdamente, afectando por igual al medio rural que es el más extenso que a las ciudades, así como el injustificado cierre de la hostelería y lo más grave y serio, con más muertos en proporción a los habitantes que tenemos.
¿Para quién o para qué estas elecciones? Desde luego no para los castellanos y leoneses.