La Guardia Civil está más presente que nunca en España y sabe defenderse con honor. La fidelidad, honestidad, dignidad y el amor a los demás siempre serán un valor seguro para las personas que son capaces de dar ejemplo de ellas. Estas virtudes son las que forman el verdadero valor de la persona y del Cuerpo.
El día 10 de octubre de 1844 la Guardia Civil hizo su aparición en las calles de Madrid con motivo de la declaración de la Reina Isabel II como mayor de edad a sus 14 años. Realizaba su primer servicio consistente en cubrir la carrera de la comitiva desde Palacio hasta las Cortes.
En un primer momento se constituyeron catorce Tercios, compuestos por treinta y nueve Compañías de Infantería y nueve Escuadrones de Caballería, estando integrada su primera plantilla por catorce jefes, doscientos treinta y dos oficiales y cinco mil setecientos sesenta y nueve de tropa. La organización centralista del Estado hizo que el Cuerpo se fuera desplegando por todo el territorio nacional, quedando estructurado por orden descendente desde la Dirección General o Inspección General en Comandancias, Tercios, Compañías, Líneas y Puestos o Destacamentos, llegando así con el paso del tiempo a todos los puntos de soberanía española, incluidas las posesiones de África y de Ultramar.
Su primera intervención tuvo lugar en Navalcarnero, el 12 de septiembre de 1844, al evitar el asalto a la diligencia de Extremadura por parte de una banda de bandoleros. Durante la segunda mitad del siglo XIX la Guardia Civil dará muchos frutos limpiando el territorio nacional de este tipo de delincuencia. La lucha contra el bandolerismo continuó con éxito con la defensa de carruajes, servicio de escoltas y protección de vías y caminos. De tal modo que, en 1854 el segundo director del Cuerpo, D. Facundo Infante, aseguraba que el robo de los carruajes públicos "no causaba impresión diez años antes" y que desde la creación de la Guardia Civil "era visto con gran asombro". En España se convivía con una total falta de seguridad y orden.
Curro Jiménez y Andrés López conocido por el barquero de Cantillana, perecen en un enfrentamiento con la Guardia Civil en 1849; otras figuras populares como el Tempranillo, Luis Candelas y otros, dejan de ser una amenaza para la seguridad de personas y bienes. En octubre de 1903 se detuvo en la feria de Baena, Córdoba, por parte de la Guardia Civil, al bandolero Manuel López Ramírez apodado el Vizcaya, siendo este hecho distinto al resto de actuaciones contra el bandolerismo y un hito en la historia de la Seguridad en España, por ser la primera vez que se realizan por guardias civiles vestidos de paisano. El fenómeno del bandolerismo se consideraba controlado y aunque aún perduraría unos años, pues en 1907 son abatidos por la Guardia Civil el Pernales y el Niño del Arahal, con una intensidad mucho menor. Se consideró virtualmente erradicado a finales del s. XIX.
Muchos héroes, muchos justos, virtuosos y dignos cuenta en sus anales esta Institución bendita. A vosotros, a todos, se os dedica esta modesta reseña, que tiende a ser útil a los vivos, para que éstos no olviden la grandiosidad de vuestra escuela.