Ayer tuve ocasión de asistir a dos eventos culturales/taurinos de desigual significado (Pido perdón por escribir culturales y taurinos porque los toros son cultura, y con decir culturales hubiera sido suficiente…). Pues decía, dos eventos culturales en su faceta taurina (¿A que así queda mejor?)
El primero en la localidad vallisoletana de Portillo y en la casa mansión, palacete, bodega, o todo a la vez, de mi querido colega, y sin embargo amigo, el Dr. Daniel Vaca Baticón, quien cedió su domicilio primorosamente engalanado con motivos taurinos para la entrega del Premio que los caballistas de la Asociación Tierra de Pinares concedió en la pasada Feria de San Lorenzo 2023, premio que, como es sabido, recayó en Diego Ventura.
Un grupo de vecinos, amigos, primos del doctor, periodistas y hasta políticos (acudió también el Consejero de Cultura) acompañaron al caballista y rejoneador premiado quien, con acertadas palabras, describió su amor y dedicación a esta difícil variedad de la tauromaquia y los gozos y sombras de la misma.
Mi amigo Daniel, Cirujano Taurino de Guerra (quiero decir, predominantemente curador de entuertos por las zonas rurales del País) me había rogado que acudiera con antelación para mostrarme las diversas dependencias de su estancia y que, de alguna, diera presencia por representación a la Sociedad Española de Cirugía Taurina de la que soy Vicepresidente y seguiré siéndolo si me reeligen en el próximo Congreso de Sevilla... Realmente le agradecí mucho su sugerencia pues tuve la ocasión de contemplar la inmensa cantidad de fotografías taurinas, carteles, burladeros de “Médicos”, y botellas decorativas de los techos, en un ambiente realmente único.
Creo que todos salimos impresionados del evento y de la elección del lugar para celebrarlo. Es de suponer que los medios de información desplazados darán cumplida cuenta del Acto.
El segundo evento fue mi presencia en la Plaza de Toros de Palencia, a la que suelo acudir todos los años invitado por 8 TV y Diario Palentino, manteniendo así una relación de amistad e intercambios que perdura a pesar de estos tres años de mi retirada como jefe de la Enfermería de la Plaza de Valladolid. Estar “retirado” no quiere decir estar “caducado”, por lo que el gusanillo del que fuera mi gran hobby taurino, todavía persiste y no para. Si acaso se calma durante unas horas, el tiempo necesario para digerir las exquisitas viandas que preceden a la corrida.
La verdad es que el festejo resultó de lo más entretenido. Los tres coletas salieron a hombros y ello me ahorra efectuar más comentarios.
Si la feria ha terminado así no me extraña la satisfacción del Empresario con Palencia (Ahora si, Carlos, no como en Zamora…) , y la de los aficionados palentinos que tampoco olvidaron a su torero Pedro Giraldo recientemente fallecido otorgando a su familia una placa de recuerdo en el ruedo.
Y hablando de publico y de Giraldo, tuve sentada detrás de mí a una simpática pareja, ella española y él norteamericano, amigos de la familia Giraldo, que por sus comentarios mostraban un profundo conocimiento de la lidia, de sus tiempos, de sus características, detalles, correcciones e imperfecciones, a la vez que me devolvían insistentemente el pañuelo morado de TV8 que se me desprendía constantemente de mi cuello, en el ardor de la emoción y los aplausos.
Al final de la tarde no me pude contener. Me podría responder una pregunta?, le dije al caballero: ¿Donald Trump o Kamala Harris?....No necesitó demasiado tiempo para responder pero si con bastante energía vocal al hacerlo: “Kamala nooooooooooo”. Los presentes volvieron sus rostros hacia él….por si algo imprevisto ocurriese.
Y no pasaba nada. Solo que, los aficionados americanos (que los hay…) o al menos este señor, prefieren a Trump, de quien desconozco si le gustan los toros.
En fin, lo que se dice un día cultural/taurino (ya estamos otra vez…) para enmarcar.