Diana Píriz, la ‘influencer’ de los trucos de belleza y maquillaje
Las nuevas tecnologías han permitido acortar distancias y viralizar la información. Un vídeo grabado en lo más profundo de la selva, si es atractivo y se difunde adecuadamente, puede llegar a ser visionado por millones y millones de personas en cuestión de horas, incluso minutos. Es el poder de las redes sociales, que han hecho aparecer nuevas profesiones: ‘youtubers’ e ‘infuencers’. Personas con una amplia cohorte de seguidores en su canal de vídeos o en su perfil de imágenes. En Salamanca también las hay y NOTICIASCYL tiene en marcha una serie para mostrarles cuál es su virtud y qué es lo que difunden.
Este sábado es el turno para Diana Píriz, quien tiene casi 30.000 seguidores en su canal de YouTube El Potilugar de Diana, con perfiles también en las redes sociales Instagram, Facebook y Twitter, donde muestra trucos de belleza y maquillaje que ella misma prueba. Fue en 2009 cuando, buscando algún tutorial para cortarse el pelo en casa, descubrió los vídeos de belleza. “Se me ocurrió hacer vídeos sencillos desde el punto de vista de una chica que no tenía casi maquillaje y que tampoco tenía muchos conocimientos al respecto, e ir compartiendo lo que aprendía, como si se lo contara a una amiga, y eso es lo que hice y sigo haciendo a día de hoy, contar lo que sé de la manera más sencilla y cercana posible”.
Por eso, en 2011, decidió crear el canal, y la comunidad ‘Elpotilugar’ ha ido creciendo, con el que pretende entretener, "me gusta que las personas que me siguen aprendan trucos o prueben productos que yo recomiendo, y me digan que les han ido bien, pero mi mayor satisfacción es cuando me dicen que han pasado un buen rato viendo el vídeo o que se han reído mucho con alguna anécdota de las que cuenta. Sacar una sonrisa hoy en día, creo que es muy importante y el mejor de los maquillajes que nos podemos plantar para vernos y sentirnos más guapas”.
Hablando de anécdotas, lo que más le impacta a Diana es que la reconozcan por la calle “y la primera vez fue bastante curiosa. Fuimos mi marido y yo al notario y cuando nos sentamos en la mesa para ser atendidos por la notaria, me dice: ¡ay!, si tú eres Diana de Elpotilugar. Mi cara debió ser un poema, no sabía ni qué decir ni qué hacer, me dio la risa nerviosa y no sé cómo no salí corriendo de allí”.
Y es que sus vídeos son tan singulares como originales. “Normalmente subo uno o dos a la semana. Depende de mi ritmo de vida y de mi estado de ánimo, ya que siempre grabo cuando realmente me apetece ponerme delante de la cámara, y creo que voy a transmitir buen rollo. No me gusta hacerlo por obligación”, explica. Y le gusta ser ella misma. “Hay muchas compañeras que hacen grandes vídeos, y me gusta ver contenido de calidad, igual que a la mayoría de la gente supongo, pero no tengo como referente a una única persona, ni me quiero parecer a nadie en concreto, me gustan ideas, estilos o producciones de gente muy diversa”.
Como detalla Diana, “las ideas surgen en cualquier momento, sobre todo antes de dormir. Suelo escribir qué quiero subir y cuándo, pero finalmente me dejo guiar un poco por lo que me apetezca ese día concreto en el que voy a grabar. Igual tenía planificado grabar un tutorial de maquillaje, pero siento que tengo ganas de hablar, pues lo cambio, y grabo vídeo de otra sección que sea más de contar cosas como un producto terminado o los cafés con Elpotilugar. Y la preparación para cada vídeo es prácticamente la misma, en mi dormitorio, mi cámara, luz natural o aro de luz y REC”.
El éxito es mundial, con seguidores de lugares inimaginables para Diana. “La primera vez que descubrí cómo mirar desde dónde me seguía la gente, me quedé boquiabierta, ya que me imaginaba que la mayoría serían españoles y alguno de México. Yo qué sé, cosas que se piensa una así sin darle muchas vueltas. Pero resulta que no, más o menos la mitad de mi audiencia es de España, pero el resto, podemos encontrar muchísimos países, algunos que ni conocía, aunque he de reconocer que nunca he sido un hacha en Geografía. Me parece impresionante que alguien que esté en Siria, Egipto, India o Taiwan me estén viendo hablar de mis cosas desde mi dormitorio, es una situación que no logro imaginar la verdad, pero es real y está sucediendo, y me parece algo maravilloso”.
Seguidores que además aportan comentarios positivos, pues de momento Diana escapa de los trolls. “Si algo tiene de diferente mi comunidad, tanto Youtube como el resto de mis redes sociales, es que no tengo trolls, sé que parece algo imposible, pero así es, a veces intento buscarle explicación, porque no necesariamente tienes que hacer contenido malo para tenerlos, pero es así y tengo que dar mil gracias por ello. Y no recibir ataques, es una razón de mucho peso para mí para seguir haciendo lo que hago. Los comentarios siempre son muy educados, pero por decir algo, una vez, ya hace años, me acuerdo de un comentario en Youtube que me decía: vaya nariz de pomo de puerta. Comentario que, lejos de sentarme mal o algo por el estilo, hizo que me partiera de risa, jamás había oído tal expresión”, recuerda entre risas.
Por eso, ¿qué se siente al ser alguien influyente en redes sociales? “Es un placer sentir la confianza que la gente tiene en ti, no es fácil tener una reputación de honestidad online, seguir manteniéndola con el paso de los años, y menos en la comunidad de belleza en los últimos tiempos. Y lo que siento es que lo que digo y comparto tiene un alcance mayor que el de la mayoría de personas y que eso se puede usar para hacerle la vida un poquito más fácil y mejor a los demás, ya sea porque les haces sonreír o porque se ahorran un dinerito en productos o servicios, dinero que podrán dedicar a cosas más importantes como ocio con familia o amigos”, concluye Diana.