Ese gol de Leo Suárez ha cambiado por completo la situación del Real Valladolid. Más allá del buen juego desplegado por el conjunto blanquivioleta en Vigo, obviando los primeros veinte minutos, de no haber conseguido el empate, las sensaciones serían bien distintas. Ahora, a pesar de que no ha llegado el primer triunfo, los de Sergio González se vieron muy reforzados por el punto cosechado en Balaídos y el sobreponerse hasta en dos ocasiones de un resultado muy adverso.

Pero toca vencer de una vez y la jornada intersemanal se presenta como la ocasión ideal para lograr los primeros tres puntos. Enfrente estará el Levante, rival que llega herido tras una durísima derrota en casa ante el Sevilla por 2-6. Es más, desde el triunfo en el primer encuentro liguero, los valencianos solo han podido arañar un empate en los siguientes cuatro compromisos.

Debilidad defensiva

Desde que cogió el equipo Paco López en el tramo final de temporada pasada, los granotas cambiaron radicalmente. El ‘entrenador milagro’ levantino pudo llevarles hasta la salvación y en verano acometieron fichajes ilusionantes y con un gran desembolso económico. La racha continuó en ese primer encuentro ante el Real Betis, venciendo con solvencia por 0-3, demostrando que el equipo estaba de dulce.

Desde ese momento, el Levante ha encontrado un grave problema, mantener la portería a cero. No lo ha logrado en los siguientes cuatro partidos, encajando goles a pares ante Celta y Valencia, tan solo uno frente al Espanyol en la derrota por la mínima, y la goleada contra el Sevilla anteriormente citada. Y uno de los detalles que demuestran esta debilidad defensiva son los continuos cambios que está haciendo Paco López en su zaga.

La expulsión de Coke propició la entrada de Pedro López, que ha continuado hasta ahora; mientras que la pareja de centrales ha ido cambiado cada jornada, repartiéndose los minutos entre Chema, Postigo y Rober Pier. Evidencias significativas de que el preparador granota no logra encontrar el dúo adecuado para el centro de la defensa, a diferencia de lo que sucede con el Real Valladolid, que ha repetido defensa idéntica en los cinco encuentros. En la izquierda comenzó la temporada Toño, pero ahora es Luna el que ha recogido el testigo.

Debido a esta fragilidad defensiva, y a la incipiente capacidad ofensiva que ha mostrado el Pucela, el Levante puede ser ese equipo ‘ideal’, por momento de forma y juego, para que los de Sergio González puedan, al menos, adelantarse por primera vez en el curso en el marcador.

Foto: LaLiga

La pareja explosiva

La situación cambia cuando se habla de la parcela atacante de los levantinistas. Cuatro jugadores aparecen siempre en el once, cada uno con una función específica. El que construye el juego y da equilibrio al equipo es Campaña, convertido en la manija de Paco López. Enis Bardhi ha ocupado el puesto de banda o incluso de media punta, según el esquema utilizado por su entrenador, aunque poco a poco se ha ido diluyendo. Eso sí, su golpeo a balón parado no necesita de una gran actuación durante los 90 minutos y es siempre una amenaza.

El capitán general, sin embargo, es Morales. No realizó un buen partido ante el Sevilla, incluso falló un penalti, pero sus carreras por banda son el mayor peligro del Levante. Capaz de conducir el balón a gran velocidad, desbordar al lateral y asistir al máximo goleador del equipo (y viejo conocido) Roger Martí. Entre los dos suman los siete goles granotas –ocho, contando el tanto en propia puerta de Kjaer–, con cuatro para el delantero centro y tres para el veloz extremo.

Estos cuatro hombres construyen la columna vertebral de Paco López, con posibilidades de varios jugadores a completar el once. El Levante puede jugar con dos hombres arriba, como lo ha hecho la mayor parte del tiempo, ya sea con Mayoral o con Boateng. También pueden disponer un esquema reforzando el centro del campo con Bardhi y disponiendo solo a Roger en punta.

Le está costando, por otro lado, encontrar el acompañante perfecto para Campaña. Inició Doukouré en el centro del campo, para después aparecer Prcir junto a Campaña, incluso el propio Bardhi en un planteamiento muy ofensivo. El comodín es Jason, que ha entrado en el once cuando el macedonio ha ocupado puestos alejados de la banda. Quien no ha terminado de entrar es, precisamente, el fichaje más caro del Levante, Vukcevic. El montenegrino llegó desde Portugal para ser la referencia en el centro del campo, y de momento se ha visto relegado a entrar desde el banquillo.

No será una tarea sencilla doblegar al equipo valenciano, pues su capacidad ofensiva es muy peligrosa, más contando con jugadores como Morales, que pueden decidir partidos en segundos, o Roger Martí, con la vista puesta siempre en portería; pero sí se puede hablar de una ocasión 'ideal', por el momento de dudas del rival, la fragilidad defensiva que está mostrando y, por supuesto, las grandísimas sensaciones que está ofreciendo el Real Valladolid cada jornada que pasa. Habrá que ver si en esta, llega la tan ansiada primera victoria.