La concejal dimisionaria denuncia intromisión en su intimidad
La ya ex concejala de Servicios Sociales, María José González, remitía esta mañana una carta a los medios de comunicación denunciando intromisión en su intimidad ante la información aparecida en las últimas horas en un medio de comunicación local, criticando "falta de humanidad y ética" ante un caso de violencia de género en el que está inmersa.
A continuación reproducimos la carta íntegra:
Ante la grave intromisión a mi intimidad con la que me he encontrado hoy temprano en un medio de comunicación local, he de decir que denuncio la falta de ética y humanidad que muestran estos periodistas al hacer pública una información de ámbito absolutamente privado y familiar, sin tener en cuenta el grave dolor y ataque a los sentimientos que la publicación de esta información tiene para mí y para mi familia.
Ante esto, me reservo el derecho a emprender las acciones legales que sean pertinentes así como las indemnizaciones que se pudieran derivar por daños y perjuicios.
Por otra parte, he de decir que las fuentes consultadas por el periódico, aportan datos que no son ciertos.
Es cierto (no se puede negar) que he vivido esta situación, como tantas mujeres, por desgracia en este país. También es cierto que no he tenido el apoyo, ni a nivel personal, ni familiar, ni como concejal del Ayuntamiento de ninguno de los compañeros a los que informé de forma inmediata de la situación que estaba ocurriendo. Sobre todo porque una de ellas ocurrió durante la celebración de un acto oficial, con motivo de la celebración del día 8 de marzo (paradójico, ¿no?) y con la presencia de muchos de los concejales de la Corporación.
Ante esta falta de apoyo, cierto es, de un asunto familiar y privado, fui perdiendo poco a poco la confianza que me llevó a aceptar el cargo, puesto que ha sido una situación vivida muy larga, muy dura y difícil para toda mi familia, y ante el hecho de no tener ni una muestra de apoyo, de cariño o de interés hacia mí y los míos por la situación, una no puede seguir levantándose cada sesión plenaria a guardar dos minutos de silencio por las víctimas de violencia de género al lado de ellos.
Me consta que, mi ex marido, al contrario de lo que dice la publicación, ha seguido acudiendo a las asambleas de IU, a los mítines y a las manifestaciones, junto con todos los demás compañeros sin ningún problema hasta el pasado mes de marzo (año 2018), que, efectivamente, se marchó de Zamora. Ante mi reproche el pasado lunes a Francisco Guarido, cuando le informé de mi intención de renunciar al cargo, la respuesta fue que habían actuado de forma correcta, como hubieran hecho con cualquier otra persona y que, respecto a mi exmarido, a un militante más no se le podía negar la entrada a las asambleas de IU, ya que yo (por motivos laborales) no acudía a ellas.
Desde aquí ruego a todos los profesionales de los medios de comunicación que respeten mi derecho a la intimidad y de mi familia, y que cese ya la incursión en el ámbito privado de las personas que sólo queremos vivir en paz.