Avance científico con acento charro y repercusión mundial contra el sida
Investigadores del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Barcelona y el Hospital Gregorio Marañón de Madrid han detectado factores del trasplante de células madre que podrían conducir a la erradicación del VIH en el organismo.
El estudio, publicado en la revista 'Annals of Internal Medicine', ha revelado que cinco personas infectadas por el VIH que recibieron un trasplante de células madre tienen el virus indetectable en sangre y tejidos, y uno de ellos, ni siquiera tiene anticuerpos contra el virus en sangre, lo que parece indicar que el VIH podría haber sido eliminado de su cuerpo.
"Este hecho podría ser una prueba de que el VIH ya no está en su sangre, pero solo se puede confirmar parando el tratamiento y comprobando si el virus reaparece o no", ha explicado la coprimera autora del artículo Maria Salgado en un comunicado de ambos centros.
El trabajo indica que la procedencia de las células madre, el tiempo en el que se da el reemplazo completo de las células receptoras por las células del donante, y la enfermedad del injerto contra huésped, podrían haber contribuido a una potencial desaparición del VIH.
"Nuestro objetivo es dilucidar los factores que ayudan a erradicar el virus después del trasplante y luego imitarlos con estrategias alternativas más seguras que esta intervención", ha concluido el colíder del estudio, Javier Martínez-Picado, profesor de investigación de ICREA en IrsiCaixa y coodirector del consorcio IciStem --en el que se ha realizado--.
El siguiente paso será realizar un ensayo clínico, controlado por médicos e investigadores, para interrumpir la medicación antiretroviral en algunos de estos pacientes y suministrarles nuevas
inmunoterapias para comprobar si hay rebote viral y confirmar si el virus ha sido erradicado del organismo.
Único caso de cura
El estudio se ha basado en el caso de 'El Paciente de Berlín', Timothy Brown, un hombre con VIH que en 2008 se sometió a un trasplante de células madre para tratar una leucemia y el donante tenía una mutación --CCR5 Delta 32-- que hacía que sus células sanguíneas fueran inmunes al VIH, evitando la entrada del virus en ellas.
El hombre dejó de tomar la medicación antiretroviral y, 11 años después, el virus sigue sin aparecer en su sangre, por lo que se le considera la única persona en el mundo curada del VIH, y desde entonces los científicos investigan posibles mecanismos de erradicación del VIH asociados con el trasplante de células madre.
El consorcio IciStem ha creado una cohorte "única en el mundo" de personas infectadas por el VIH que se sometieron a un trasplante para curar una enfermedad hematológica, con el objetivo final de diseñar nuevas estrategias de cura.
"Nuestra hipótesis era que, además de la mutación CCR5 Delta 32, otros mecanismos asociados con el trasplante influyeron en la erradicación del VIH en Timothy Brown", ha relatado Salgado, investigadora de IrsiCaixa --centro impulsado por la Obra Social La Caixa y la Conselleria de Salud de la Generalitat--.
Seis participantes
Este estudio incluyó a seis participantes que habían sobrevivido al menos 2 años después de recibir el trasplante y sus donantes no tenían la CCR5 Delta 32 en sus células: "Seleccionamos estos casos porque queríamos centrarnos en las otras posibles causas que podrían contribuir a eliminar el virus", ha destacado hematóloga del Gregorio Marañón Mi Kwon, coprimera autora.
Después del trasplante, todos los participantes mantuvieron el tratamiento antirretroviral y lograron la remisión de su enfermedad hematológica tras la retirada de los fármacos inmunosupresores.
Tras varios análisis, los investigadores vieron que cinco de ellos presentaban un reservorio viral --células infectadas que quedan en estado latente-- indetectable en sangre y tejidos, un hecho relevante porque estos parámetros siempre son detectables en personas infectadas por el VIH, aunque tomen medicación antirretroviral.
Además, en uno de los participantes, los anticuerpos virales habían desaparecido completamente siete años después del trasplante.
Sobre el proceso en el que se reemplazan todas las células por las del donante tras el trasplante --que puede durar entre un mes y más de un año--, los investigadores han detectado que, "cuanto más corto es este plazo, más efectiva es la reducción del reservorio", según Kwon.
Acabar con el reservorio
En la enfermedad del injerto contra huésped, que se produce cuando las células del donante atacan a las células del receptor, han señalado que el único participante con reservorio detectable no tuvo esta reacción.
"Esto sugiere que si logramos controlar este efecto para que no sea fatal, no solo se destruyen las células tumorales del receptor, sino también otras células como las del reservorio viral", ha observado el colíder de la investigación José Luis Diez-Martin, del hospital madrileño.