Tres pesetas y un calvario en un internado religioso vallisoletano
El diario El País ha recibido más de un centenar de testimonios de personas, supuestas víctimas de abusos sexuales en colegios religiosos y parroquias en distintas épocas, que van desde la década de los cuarenta hasta los últimos años. Este domingo, este periódico ha decidido publicar cinco de estos desgarradores relatos, entre los que destaca el de Leopoldo Martín, un madrileño que tuvo que sufrir, según su relato, auténticas vejaciones hace 70 años.
Han pasado 70 años, pero a Leopoldo Martín, de 80 primaveras, no se le borra de la mente el calvario que tuvo que vivir en un internado vallisoletano donde recibió abusos sexuales, maltrato físico y se vio afectado de latirismo, que le ha generado una cojera de por vida.
Antes, Leopoldo tuvo que entrar a mediados de los cuarenta en un internado en Madrid debido a la pobreza que azotaba a su familia. Allí, cierto día, le acusaron de la desaparición de tres pesetas, recibiendo una paliza, siendo amenazado y huyendo con tan mala suerte de ser pillado y de recibir el castigo de entrar en un internado en Valladolid.
Aquí comenzó el calvario. Martín relata a El País como tuvo que trabajar como “esclavos” y sin apenas comer y narra como arrancaron los primeros abusos. Estos aumentaban con el paso del tiempo.
Tras contárselo a su madre y pasar por el Defensor del Pueblo, nada salió a la luz e incluso, como relata Lepoldo, fueron amenazados “de paliza”. Sus hijas intentaron dilucidar el caso pero la falta de pruebas y de documentos les frenó.
El madrileño, con pesadilla vallisoletana, no puede olvidar su calvario por tres pesetas que a su vuelta al internado madrileño le dijeron que “aparecieron en el bolsillo de un pantalón que el auxiliar se había llevado al tinte”.