Culmina una vendimia "histórica" con 306,5 millones de kilos
La vendimia 2018 en Castilla y León ha culminado con una recogida de 306,5 millones de kilos de uva, una cifra "histórica" que supone un 25 por cineto más que la media de los últimos cinco años, según ha destacado este lunes la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, durante la cata Ópera Prima de la Ribera del Duero celebrada en Peñafiel (Valladolid).
Marcos ha señalado que la ausencia de heladas primaverales, precipitaciones continuadas y temperaturas moderadas han permitido obtener una "muy buena cosecha", la mayor hasta el momento, con rendimientos medios "muy elevados" que superan en un ocho por ciento la previsión inicial.
El acto donde se ha hecho público este anuncio ha sido la cata Ópera Prima, un certamen organizado por la Asociación de Sumilleres de Castilla y León que reúne a 275 profesionales del sector vinícola, entre sumilleres, jefes de sala, cocineros, periodistas especializados, jefes de compra de cadenas de alimentación, distribuidores y hoteleros, para conocer cerca de 50 nuevos vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero.
En esta edición, se ha reconocido como Sumiller de Honor a José Ramón Ruiz Gómez, presidente de la importadora mexicana de vinos La Europea, galardón con el que se distingue la entrega y profesionalidad de las grandes personalidades del vino.
Tal como ha subrayado la consejera, la ausencia de heladas primaverales y otros incidentes graves, precipitaciones continuadas y temperaturas moderadas han permitido una "muy buena cosecha" que se ha dado con cierto retraso e irregularidad en la maduración, dependiendo de aspectos como la variedad o la carga de producción de la cepa, provocando una vendimia más larga de lo habitual en las distintas zonas como en el caso de Rueda, Ribera del Duero o Toro, donde ha durado más de un mes y medio la recogida de la uva.
Por denominaciones de origen ha sido Rueda la que mayor producción de uva ha recogido, con 130,5 millones de kilos de uva, un 35,3 por ciento más respecto al último lustro, seguida por Ribera del Duero, con una vendimia de 125,4 millones de kilos, un 27 por ciento más que la media de los últimos cinco años.
El ciclo de la vid en Castilla y León ha tenido lugar sin incidencias significativas, a diferencia del año pasado en el que el desarrollo del viñedo se vio afectado por graves heladas primaverales y una fuerte sequía que limitaron sobremanera la producción. Sin embargo, este año se ha desarrollado de forma más tranquila, salvo incidencias puntuales y brotación tuvo lugar en fechas normales, en general a lo largo del mes de abril, tras un mes de marzo lluvioso.
En algunas zonas dispersas, se registraron heladas primaverales a finales de abril y a principios de mayo, como en ciertos viñedos de la Ribera del Duero, Cigales y Rueda, que "en ningún caso revistieron la gravedad de la campaña anterior".
Cabe destacar los problemas en el desarrollo del cultivo por la aparición de enfermedades fúngicas, mildiu y oidio en algunas zonas de la Denominación de Origen Bierzo, como consecuencia de una primavera y principio de verano lluviosos y con temperaturas suaves, lo que ha exigido un máximo cuidado por parte de los viticultores.
Continuó el verano no excesivamente caluroso, que ha contribuido a un desarrollo vegetativo bueno, con un ligero retraso a la hora de alcanzar los niveles deseados de madurez de la uva según zonas y variedades, pero que al final ha permitido alcanzar rendimientos muy altos, según los datos aportados por la Consejería.
En cuanto a la calidad, las uvas presentaban un estado sanitario "óptimo" debido a la ausencia de precipitaciones al final del ciclo, lo que ha permitido unos niveles de maduración "muy buenos", por lo que se augura que los vinos de la cosecha de 2018 sean "de una buena calidad".
Ribera de Duero
Tras cerrar una cosecha "histórica" este año, con más de 125,4 millones de kilos de uva recogida, se prevé que los vinos producidos en Ribera del Duero esta campaña se conviertan en caldos de guarda como ocurrió en las longevas cosechas del siglo pasado.
Con más de 8.300 viticultores, 23.207 hectáreas y más de 320 bodegas, la Denominación de Origen Ribera del Duero lideró el año pasado el aumento de cuota en el mercado nacional y se consolidó en segunda posición, con el 15,3 por ciento de los 245,1 millones de litros de vino tinto vendido, lo que supuso 0,8 puntos más.
Esta denominación cerró 2017 con cerca de 98 millones de contraetiquetas entregadas a las bodegas, lo que supone un 6,4 por ciento de crecimiento en las ventas respecto a 2016 --91,9 millones--.
En el conjunto de Castilla y León durante 2017 se han exportado 36 millones de litros por valor de 215,4 millones de euros, superando por primera vez la barrera de los 200 millones sobre una facturación global de más de 1.000 millones de euros.
Las exportaciones siguen lideradas por Ribera del Duero y Rueda. Entre las dos concentran el 80 por ciento de las exportaciones de vino con denominación de origen de Castilla y León, lo que supone un volumen superior a 28 millones de litros.
En cuanto a destinos, Alemania es el segundo mercado más relevante para las exportaciones de vinos de Castilla y León, con 23 millones de euros el año pasado y sólo superado por Suiza, con prácticamente 29 millones. El tercer y cuarto lugar lo ocupan Estados Unidos --22,9 millones de euros-- y México --16,3 millones--, respectivamente. La suma del importe de los vinos de la Comunidad que se vendieron a esos cuatro países en 2017 representa más del 50 por ciento del total de lo exportado.