La estrategia del PP para que gobierne la lista más votada: ¿una táctica para librarse de Vox?

Quedan solo cuatro meses para las elecciones municipales y en el PP tienen claro que es un indicativo de cómo va la carrera hacia las generales. El líder del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, presentó ayer una propuesta de regeneración para dejar gobernar a la lista más votada en las elecciones, que solo afectaría a las municipales. La idea se materializaría con un gran acuerdo con el PSOE para reformar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha apoyado esta propuesta para los comicios de 2023: “Soy un convencido de que tiene que gobernar quien saque más votos” declaró Mañueco, y puso de ejemplo a Valladolid, ciudad en la que su regidor, Óscar Puente, logró en el 2015 el bastón de mando del Ayuntamiento tras ser la segunda fuerza más votada, con el apoyo de Podemos y Valladolid Toma la Palabra.

El PP pretende que así gobierne el partido que mayor respaldo popular directo consiga en las urnas en las elecciones municipales para "revitalizar las instituciones" y mejorar la "calidad democrática”, pero a nadie se le escapa lo incómodo que está el PP con los pactos poselectorales con Vox. Este malestar viene de lejos y quedó claro en las últimas semanas con las medidas antiabortistas en Castilla y León.

La estrategia del PP pasa por evitar escenas polémicas, como las contradicciones y desautorizaciones mutuas que se han sucedido en los últimos tiempos entre el sector de Vox y el del PP en el Ejecutivo, que están tensando la situación y poniendo a Castilla y León en el foco mediático nacional.

Si saliera adelante la propuesta de la lista más votada, los populares no tendrían que preocuparse por victorias amargas, como la del PP en los últimos comicios autonómicos, cuando Mañueco arrasó con 31 procuradores, pero necesitó el apoyo de Vox para repetir como presidente.

Rechazo unánime de Vox, PSOE, CS y Podemos

La propuesta ha generado un gran rechazo en todos los partidos, ni siquiera Vox lo apoya. El partido liderado por Abascal prioriza ante todo desalojar a Sánchez de la Moncloa: "Si existe la capacidad de echar a Pedro Sánchez, vamos a luchar por todos los medios para echarlo aunque el PSOE sea la lista más votada", aseguró el portavoz Jordi Buxadé.

De hecho, Vox le ha preguntado directamente al líder del PP, si se comprometería a respaldarles en los municipios donde logren ganar el próximo 28 de mayo. "¿Si Vox es el partido más votado en Ceuta, se compromete Feijóo a apoyar nuestra lista, se comprometen todos los partidos a apoyarnos en todos los municipios donde seamos la lista más votada, que no serán pocos?".

Vox también ha ahondado en su propuesta: “¿Es bueno para la calidad de las instituciones, si hay posibilidad de echar a Bildu de algún municipio de Navarra o vascongadas, o a ERC de Cataluña, que tengamos que aceptar que gobiernen ellos por ser la lista más votada?”.

De momento, Feijóo se escuda en su estrategia de la lista más votada, pero se enfrenta a serias contradicciones. En 2019, cuando el PSOE ganó y el PP fue la segunda fuerza más votada en Castilla y León, los populares se mantuvieron en la Junta gracias a un pacto con Ciudadanos.

La izquierda ni siquiera se ha tomado en serio la propuesta. Mientras IU y Podemos han respondido a Feijóo llamándole "analfabeto político y constitucional" que "recorta" la democracia y "subvierte la Constitución por la puerta de atrás", en el PSOE ni siquiera han tratado esta propuesta en su comité electoral: "El PP pactará con Vox allá donde pueda", han concluido los socialistas.

Los escollos de la estrategia del PP

El principal escollo es dejar en manos de un pacto político que parece imposible llevar a cabo la reforma de la Ley Electoral, dada la negativa del PSOE. Por otra parte, esta propuesta limitaría el poder de los plenos municipales para hacer viable que gobierne en los Ayuntamientos el ganador de las elecciones sin necesidad de acuerdos.

El resultado podría generar una inestabilidad en los consistorios, y además el PP podría perder algunos bastones de mando. En Castilla y León, ayuntamientos como el de Palencia o Aranda pasarían directamente al PSOE. La representatividad y el sistema parlamentario basado en acuerdos de gobierno desaparecería.

Otro escollo es la coherencia en entredicho del discurso del PP, que aboga por la estabilidad y la proporcionalidad, y repite continuamente que Sánchez gobierna “con mayorías ilegítimas”. Si se aplicara esta propuesta de la lista más votada, se perdería la pluralidad y la esencia misma del parlamentarismo.