La dirección nacional de Ciudadanos, encabezada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez, ha abierto expediente disciplinario este lunes al procurador en las Cortes, Francisco Igea, y al exportavoz de la formación, Edmundo Bal, por sus críticas a la cúpula. Una decisión que implica la suspensión de sus derechos de representación y que impedirá su asistencia al Consejo General del partido previsto para este viernes. También han sido expulsados Borja Soto y Víctor Gómez, que también se habían mostrado críticos con la decisión de la cúpula de la formación liberal de no presentarse a las elecciones del próximo 23 de julio.
El procurador en las Cortes ha denunciado, en una publicación en su cuenta de Twitter, que se expulse "de un consejo decisivo a los críticos" y ha recordado que ni Rivera ni Arrimadas "se atrevieron nunca a tanto". "Francamente estoy más entristecido que sorprendido. Ni Albert Rivera cuando critiqué abiertamente la decisión de no pactar con el PSOE, ni Ines Arrimadas, se atrevieron nunca a tanto. El liberalismo sin libertad", ha señalado.
Igea ha criticado también que en el Consejo General se presente un informe de gestión "sin mención al resultado electoral ni a las cuentas del partido". "¿Se imagina el informe de Coca-Cola a sus accionistas sin mencionar las ventas?", ha afirmado en esa misma publicación. Los afiliados críticos, además, han publicado un comunicado en el que aseguran que la decisión es "un intento autocrático de alterar a su favor el funcionamiento del partido" por parte de la dirección y han asegurado que Ciudadanos "está siendo víctima de prácticas antidemocráticas".
Además, han instado a los miembros del Consejo General que decidan adscribirse al comunicado a que no acudan al cónclave del viernes en solidaridad con los expulsados y han defendido que el partido "no merece sucumbir" porque algunos "incumplan internamente" lo que la formación abandera en materia de "libertades democráticas e instituciones limpias".