La burgalesa Ana María Cameno, más conocida como la ‘reina de la coca’, ha sido condenada a 16 años de cárcel por un delito contra la salud y por blanqueo de capitales. Además del pago de una multa de 21,2 millones de euros al considerarla la Audiencia Nacional la cabecilla de una red de tráfico de drogas a gran escala con presencia en varias provincias de España.

La Audiencia Nacional la impone 12 años de cárcel por tráfico de drogas y otros 4 años por el blanqueo, mientras que la Fiscalía había pedido para ella 25 años. Según el fiscal, Cameno y Mora Parra "disfrutaban de un alto nivel de vida” y eso que no tenía actividad económica desde 2012. Además, detuvo esta misma semana a la burgalesa, antes de conocerse el fallo, para evitar una posible fuga.

Cameno se hizo muy conocida hace muchos años ya que sin tener ‘padrinos’ logró crear una red de tráfico de drogas muy extendida por toda España e internacionalmente. En 2014 fue detenida por vender presuntamente más de 100 kilos de cocaína por unos 15 millones de euros que blanqueaba a través de transferencias a Panamá. Como dato, en su coche hallaron 20 kilos de cocaína y un kilo más en otro registro de su casa rural en Medina del Campo (Valladolid). Y todo ello bajo el seudónimo de Marta Sánchez, ya que guardaba cierto parecido.

Lujo y operaciones

Ana María Cameno reorganizó tras salir de prisión la red criminal que suministraba casi toda la cocaína que se consumía en Madrid y otras provincias españolas. Obtuvo la libertad provisional en 2013. Desde ese tiempo se sometió a nuevas operaciones de estética, regresó a una de las zonas más lujosas de Madrid, retomó los coches de alta gama y volvió a hacer lo que mejor se le daba, traficar a gran escala. En 2014, todo se venía abajo por segunda vez, a pesar de haber creado de la nada su imperio de la cocaína y ser la única mujer entre los barones de la droga. Además, su nombre apareció entre los famosos que compraron pasaportes covid para no tener que ser vacunados.