El Observatorio de Bienestar Animal publicó imágenes procedentes de una granja porcina ubicada en el municipio de Quintanilla del Coco, Burgos. Entre otros hallazgos, se observó cerdos con enormes hernias, escenas de canibalismo, lechones agónicos y un vertedero irregular de cadáveres. Tras la publicación de la investigación, AENOR retiró el sello Welfair de la explotación porcina, una certificación independiente que garantiza requisitos de bienestar animal. La última auditoría de AENOR fue el 27 de agosto de 2023 donde no se detectaron inconformidades que provocasen la retirada de la certificación. Algunas de las imágenes datan tan solo de 6 días tras esta inspección.

Julia Elizalde, gerente de campañas señala: "Desde el Observatorio de Bienestar Animal, consideramos que las medidas planteadas por AENOR tras el escándalo de la Granja del Terror, son un auténtico papel mojado".

No es la primera vez que ocurre algo similar, ya en el año 2022 no fue hasta después del lanzamiento de unas imágenes, esta vez de dos granjas dedicadas a la cría de pollos de engorde en las que también había claros indicios de negligencias en bienestar animal; que IRTA retiró la certificación a dichas explotaciones.

En palabras de Elizalde: "Las empresas podrán adherirse voluntariamente a estas mejoras, por lo que aquellas que estén infringiendo los requisitos del certificado o incluso la ley vigente no querrán asumirlas, lógicamente, y tendrán el mismo sello de bienestar animal. AENOR se aleja cada vez más de la transparencia hacia los consumidores europeos. Exigimos que AENOR ponga fin al 'welfare-washing' o lavado de cara de bienestar animal a través de una certificación por niveles según el bienestar animal durante todas las fases de vida del animal". 

Según el Observatorio, el modelo de etiquetado en los productos cárnicos según el nivel de bienestar animal ha sido implementado en varios países europeos, como Francia, Alemania, Holanda o Dinamarca. La ONG señala que esta es una medida necesaria que ofrecería una transparencia real al consumidor sobre las condiciones de cría de los animales destinados a consumo y sigue las recomendaciones del Subgrupo de Etiquetado de Bienestar Animal de la Comisión Europea.

La respuesta de Aenor

Por su parte, AENOR en un comunicado remitido a este medio confirma que ha comenzado el desarrollo de un tipo de auditoría, orientada a complementar a las distintas certificaciones vigentes en el campo del Bienestar Animal. Para su elaboración abre un período de consultas a distintas partes implicadas, especialmente con las entidades propietarias de los esquemas de certificación de Bienestar Animal, que dará como resultado las condiciones de una Declaración que se obtendrá tras superar la correspondiente auditoría. El programa tendrá como características principales la voluntariedad, evaluaciones sorpresa y niveles de cumplimiento.

AENOR “valora y agradece” las informaciones que han revelado el maltrato atroz en una explotación de porcino, que rechazamos desde lo más profundo. “Es una situación que nos duele especialmente, como entidad que viene dedicando un notable esfuerzo al impulso de buenas prácticas en bienestar animal”.

Auditoría no anunciada

Desde el momento en que AENOR tuvo conocimiento de las imágenes, se planteó en qué forma podía actuar,  “para contribuir a evitar que esas situaciones volviesen a tener lugar”, Al día siguiente de conocer las instalaciones a las que se atribuyen las imágenes, según notifican a este medio, realizó una auditoría no anunciada junto al propietario del Protocolo de certificación de Bienestar Animal Welfair. Como resultado, siguiendo las indicaciones del propietario del Protocolo, “se retiró ese mismo” día el certificado de Bienestar Animal a las dos instalaciones de Domingo del Pozo Martínez y Otro, S.C. en Quintanilla del Coco (Burgos).

“Durante la rigurosa auditoría, no se apreciaron situaciones del nivel de gravedad que se reflejan en las imágenes. Sí se observaron instalaciones coincidentes con las que aparecen en las imágenes y la retirada de la certificación se fundamentó en incumplimientos graves del Protocolo Welfair, como animales que permanecen en las jaulas de gestación control más tiempo del establecido o densidades superiores a las permitidas”, asegura.

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