Nuevo presunto delito de maltrato animal en Burgos. Si ya en el mes de noviembre del pasado año salió a la luz una 'Granja del terror' en la localidad burgalesa de Quintanilla del Coco, ahora la situación se repite. La provincia de Burgos se ha convertido, de nuevo, en escenario de maltrato animal. La existencia de esta nueva granja de maltrato animal se ubica en Arauzo de Torre, municipio situado al sur de Burgos, donde se ha descubierto cómo los animales de las naves recibían fuertes golpes.
El Observatorio de Bienestar Animal (OBA) ha publicado las imágenes en las que uno de los trabajadores de esta granja, vinculada a un proveedor que suministra embutido a los supermercados Lidl, propina fuertes golpes a uno de los cerdos. Los hechos han sido denunciados ante el juzgado de Salas de los Infantes por presuntos delitos de maltrato animal, publicidad engañosa y delitos contra el medioambiente. Desde la OBA se ha impulsado una recogida de firmas para solicitar a Lidl que acabe con el “escándalo animal que se está revelando en granjas relacionadas con su cadena de suministro”.
Duras y constantes agresiones a los animales
Las imágenes difundidas son de esas difíciles de digerir y que estrechan el corazón por el acoso continuado que reciben los animales. La grabación corresponde al periodo entre junio y diciembre de 2023 y en ellas se puede observar cómo uno de los operarios atiza al animal con herramientas y le propina patadas ocasionando profundas heridas e incluso su muerte. También se puede ver las nulas condiciones sanitarias en las que conviven los animales con comedores repletos de insectos y gusanos, así como la presencia de ratas y telarañas. Esta pésima situación puede derivar en la propagación de enfermedades como triquinosis o salmonella. El mal estado de los animales hace indicar que no han recibido atención veterinaria.
Los animales presentan hernias y deformaciones que impiden su movilidad. Según alerta la OBA, las orejas y extremidades de algunos de estos cerdos presentan heridas compatibles con sarna. Sorprende también las hernias de hasta 10 kilos, los problemas articulares y las cojeras. Para marcar a los animales que iban a ser trasladados al matadero, los trabajadores golpeaban en la cabeza y lomo de los animales con un martillo de púas.
Además, se puede observar como se emplea una picana eléctrica para obligar a los cerdos a moverse, una herramienta que, según la normativa de bienestar animar, debe de emplearse de manera puntual. De forma reiterada, uno de los operarios golpea hasta en 15 ocasiones al animal. En las imágenes también se refleja como durante la carga en el camión hacia el matadero, un operario propina patadas y descargas eléctricas a los animales.
El vídeo, que ha llegado a las manos del Observatorio de Bienestar Animal, es una pequeña muestra de los constantes ataques, múltiples agresiones y sufrimiento que han padecido los cerdos de esta nave. Los trabajadores también bromean sobre la forma de clasificar a los animales confesando que "los cerdos buenos son trasladados a China y el malo lo venden en España".
El proveedor cárnico, vinculado a los supermercados Lidl, dispone del certificado ‘Welfair’, que controla y analiza la calidad del bienestar animal. También dispone de sello IAWS, certificación de bienestar animal creada por la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC). En la denuncia se incluye un informe veterinario en el que se especifica que los animales de esta granja carecían de la debida supervisión veterinaria, lo que puede llegar a provocar "una muerte lenta y dolorosa”. En este sentido, se incumplen las medidas sanitarias poniendo en peligro la calidad de la carne destinada al consumo humano.
Lidl responde y niega comercializar los productos de esta granja
El supermercado Lidl niega que en sus establecimientos se vendan productos procedentes de esta segunda 'Granja del terror' de Arauzo de Torre. Así lo ha manifestado en un comunicado enviado a este medio de comunicación
"Por desgracia, no es la primera vez que esta organización trata de vincular a nuestra compañía con casos de maltrato animal, habiéndose demostrado falsos", explica. Desde Lidl condenan "rotundamente los abusos y el maltrato animal" y manifiesta su rechazo "ante este tipo de prácticas". Asimismo, la cadena de supermercados de origen alemán defiende la ejecución de "numerosos controles y auditorías de forma proactiva y sin previo aviso a los provedores" con el objetivo de garantizar que los centros de producción con lo trabajan cumplan con las exigencias de bienestar animal que se marcan como empresa y que son de "obligado cumplimento para todos ellos", según se especifica en su política de compras.