La iglesia de San Salvador de Escaño, en la provincia de Burgos

La iglesia de San Salvador de Escaño, en la provincia de Burgos

Burgos

Esta es la iglesia más antigua de Burgos: alberga una inscripción de hace casi 1.000 años

Es una joya escondida del románico burgalés y se encuentra en una población de tan solo cuatro habitantes

30 junio, 2024 07:00

Castilla y León cuenta con un ingente patrimonio arquitectónico fruto de su milenaria historia y gran parte del mismo es de origen religioso, debido a la vinculación de la Comunidad con el Camino de Santiago, que atraviesa el norte de la misma. El paso de la Ruta Jacobea por tierras castellanas y leonesas se deja ver en la gran cantidad de templos románicos que recorren el territorio de provincias como Palencia y Burgos y que han sido testigos del devenir del tiempo.

Precisamente, la provincia burgalesa es una de las más ricas en lo que a patrimonio arquitectónico religioso se refiere, ya que cuenta con hasta 1.200 iglesias, de las que 150 se encuentran en ruinas, y con 400 ermitas, además de varios conventos. Especialmente interesante es el románico burgalés, que permite al visitante llevar a cabo un auténtico viaje en el tiempo hasta la Edad Media, y es uno de los mayores atractivos de la provincia.

Se trata de un estilo arquitectónico que tuvo su origen nada menos que en el siglo XI y precisamente en esa época está fechada la que es considerada la iglesia más antigua de Burgos. Este bello templo, conocido como iglesia de San Salvador, erigido en el año 1088, se encuentra en la población de Escaño, de tan solo cuatro habitantes, que depende de la localidad de Villarcayo de Merindad de Castilla La Vieja, en el norte de la provincia burgalesa.

La iglesia de San Salvador de Escaño

La iglesia de San Salvador de Escaño Turismo Burgos

Uno de los mejores ejemplos de románico burgalés

Esta construcción es considerada uno de los mejores ejemplos del románico de las Merindades de Burgos por su gran complejidad y diversidad en lo que se refiere a los elementos, su unidad de estilo, sus contrastadas formas y el juego de volúmenes que se puede observar en el templo. Además, cuenta con una rica decoración iconográfica en los canecillos del ábside de la misma y es un auténtico tesoro que ha sido muy apreciado durante siglos por los habitantes de Escaño. 

El visitante, al adentrarse en el templo, podrá disfrutar de realizar un viaje temporal hasta el siglo XI, disfrutando de la observación de sus muros de sillería toba y de caliza blanca y contemplando su ábside semicircular. Además, la iglesia fue restaurada en 1998, en una intervención que preservó la morfología románica original y que mantuvo su esencia y su autenticidad. 

La torre de la iglesia también es cautivadora y lleva al viajero a preguntarse si la misma estuvo completa en algún momento, ya que, en la actualidad, se encuentra mutilada de la iglesia románica original. Por otro lado, en el interior del templo, se puede contemplar el ábside decorado con una imposta ajedrezada y una bóveda de horno y uno de los mayores tesoros de la iglesia: una inscripción fechada en el año 1088, considerada la más antigua del románico burgalés.

Una milenaria inscripción

Se trata de una inscripción en grafía visigótica y escrita en latín que remite al momento fundacional del templo y en la que se puede leer: "En honor de San Salvador y de su misma Madre Santa María y de los otros Santos cuyas reliquias aquí se contienen, el abad Álvaro construyó esta iglesia en la era MCXXVI".

El aspecto actual del edificio se encuentra marcado por un derrumbe acaecido a mediados del siglo XX que provocó el aspecto de torre truncada que muestra en su lado sur una espadaña. El acceso actual en el lado oeste de la iglesia tampoco es el original y la portada original del templo desapareció de su ubicación en el ala sur, en un lateral que también fue afectado por la reforma de 1998 en la que se eliminaron el portalillo y también los restos de un antiguo troje.

Con todo, la iglesia de San Salvador de Escaño se caracteriza por conservar su esencia y su estructura originales, a pesar de contar con una arquitectura y escultura simplistas. Se mantienen en su totalidad los canecillos del ábside y, en su interior, prima la austeridad, destacando tan solo, además de la citada inscripción, un motivo que representa la migración de las almas al cielo, flanqueadas por ángeles. Una mítica iglesia que es la más antigua de Burgos y que permite realizar un auténtico viaje a la Edad Media al adentrarse en su interior y contemplar sus múltiples detalles.