Una de las activistas de Greenpeace coloca la placa falsa en el Museo de la Evolución Humana de Burgos Greenpeace

Burgos

VÍDEO | Activistas de Greenpeace entran al Museo de la Evolución Humana de Burgos para colocar una pieza falsa

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Este martes, activistas de Greenpeace han entrado al Museo de la Evolución Humana, en Burgos, para colocar una pieza falsa a la que le acompaña el texto 'Agricultura familiar ¿en extinción?'. De esta forma, han querido denunciar el "riesgo" que corre el sector de convertirse en "una pieza de museo".

Así, han colocado una losa de piedra caliza con restos de pintura rupestre de unos 20 x 30 centímetros que representa a una familiar agricultura y ganadera trabajando la tierra.

Además de en el museo burgalés, también han hecho lo mismo en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid, el Museo Arqueológico de Almería y en el Museo Arqueológico de Murcia.

Imagen de la placa falsa colocada en el Museo de la Evolución Humana de Burgos

Imagen de la placa falsa colocada en el Museo de la Evolución Humana de Burgos

La responsable de sistemas alimentarios sostenibles de Greenpeace España, Helena Morena, ha señalado que la pequeña agricultura está "desapareciendo" y ha mostrado su rechazo a que estas personas, "que producen alimentos y cuidan el territorio", sean una futura "pieza de museo".

Por eso, considera que es "urgente" garantizar la "superviviencia de la agricultura familiar y social", para lo que pieden una Ley de Agricultura Familiar. En este sentido, ha exigido al ministro de Agricultura, Luis Planas, que cumpla "sus promesas y lidere una Ley que defienda a las pequeñas producciones".

Unas producciones que están "desapareciendo por falta de políticas públicas que las protejan frente al poder de la agroindustria y la gran distribución". "Si no se actúa ya y no se frena el acaparamiento agroindustrial y de fondos de inversión, en muy poco tiempo veremos a la agricultura familiar y social convertida en una pieza de museo".

Moreno ha explicado que se está pasando de un "modelo familiar que cuida el medioambiente y se centra en un derecho básico, el de la alimentación, a otro superintensivo que degrada el medio ambiente, pone el foco en la agricultura como interés financiero y orientación exportadora".

Por eso, ha advertido que de no actuar, "el futuro será una agricultura superintensiva sin agricultores y agricultoras". Asimismo, ha denunciado las "consecuencias medioambientales" en la entrada de los fondos de inversión como pueden ser "uso elevado de insumos" o "grandes extensiones de monocultivo".

Además de la Ley de Agricultura Familiar, exigen que se impulse la creación de un banco público de tierras que evite el "acaparamiento, concentración y especulación de tierras, alimentos y recursos". También piden promover la asistencia técnica y capacitación con la figura del "extensionista agroecológico".