Del demonio se ha escrito mucho, incluso Jesucristo fue tentado por él durante sus 40 días en el desierto. Nadie sabe si existe o no, pero su presencia siempre da respeto y provoca miedo. El lugar donde habita el demonio es una de las grandes preguntas de la humanidad. Muchos dicen que en las malas acciones o incluso en los corazones de las personas siniestras. Ahora bien, si no quieres ser tan metafísico, solo tienes que acudir a un pequeño pueblo de León para conocerlo. Y es que esta zona es tierra de leyendas y de cuentos dignos de estos días.

En concreto a Parajís (también conocido por Paraxís), que es una localidad perteneciente al municipio de Balboa, en la provincia de León y que cuenta con el registro de un solo habitante. Se encuentra en la comarca de El Bierzo, a unos diez kilómetros de Balboa y donde se habla tanto gallego como castellano. La leyenda dice que allí habita el diablo hasta el punto de que hay covnocatorias para venerarlo, y así no enfadarlo. Eso sí, no es fácil, la iglesia no está abierta al culto y los turistas muchas veces se quedan con las ganas de ver este suceso en un pueblo, donde las casas estas construidas con los materiales más tradicionales, como piedra, madera y pizarra.

En la ermita del Ángel de la Guarda tienen una imagen, dicen que es la única que se conserva en España fuera del retablo, que representa al diablo al que llaman O Demín, o lo que es lo mismo, el demonio o el diablo en dialecto berciano. Esta imagen se encuentra al lado de la imagen del Ángel de la Guarda. Y curiosamente, a las dos se las guarda respeto y se cuentan muchas leyendas sobre su origen. En un día como el de hoy, de Todos los Santos, es el mejor momento para escucharlo.

Aldea de Paraxís, en León Alejandro Díez lasendadelhayedo.com

Conservación

Es cierto que hay un enemigo que ni el diablo puede con él: el tiempo. Y es que la talla ya se encuentra muy deteriorada, comidas por la carcoma. Incluso hace años se le cambió las piernas. La pintura negra que recubría su cuerpo es visible, pero es cierto que ni los cuernos ni las alas se pueden apreciar.

Cada primer domingo de octubre decenas de devotos demoniales quieren honrar a los Ángeles Custodios y se dan cita en el lugar. Este año no ha faltado la peregrinación. Y es que aquí se venera tanto al ángel 'bueno' como al ángel caído. Quizás por esa leyenda que dice que hace muchos años, tres jóvenes hermanos del pueblo decidieron hacer una gamberrada y sacar ‘en procesión’ a Demín. Una broma que salió cara. Hasta que no le devolvieron a su sitio padecieron malas noches y trastornos. Y dice la leyenda que murieron en extrañas circunstancias. Sea como sea, lo que está claro es que la máxima es “Con O Demín é mellor nun metese”, lo que viene a decir que con O Demín es mejor no meterse. Desde entonces nadie se atreve a hacer bromas.

¿Cómo llegó '0 Demín' allí? Pues nadie lo sabe, o nadie lo quiere saber. Mejor no preguntar.

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