El centro de Salamanca ha sido escenario este sábado de una multitudinaria manifestación contra las centrales nucleares en general y contra el modelo energético del país en particular. Un millar de personas pertenecientes a un grupo muy heterogéneo de colectivos han comparecido en las calles de la capital charra para hacerse oír.

La manifestación ha sido convocada por el Movimiento Ibérico Antinuclear, cuyo portavoz, Matías Mayordomo, ha defendido que el nuevo Gobierno tiene “una “oportunidad de oro para pilotar la transición energética” y poner fin a las nucleares, sobre las que ha incidido por los “problemas intrínsecos” que acarrean y por ser “un verdadero tapón” hacia una sociedad menos contaminante y más segura.

No “parar” el actual modelo, con centrales nucleares y energía fósil como el carbón, significaría “poner puertas al campo”, ha apostillado durante su comparecencia previa. Sobre Retortillo, ha explicado que, “al igual” que ha ocurrido con el cementerio nuclear temporal de Almaraz, no se ha efectuado un estudio de impacto ambiental transfronterizo, por sus proximidades con Portugal, una situación que podría suponer la paralización de la instalación.

Movimiento Ibérico Antinuclear ha denunciado esa ausencia previa de interlocución con Portugal en el caso de Almaraz, y ha añadido que el colectivo podría proceder de la misma manera en el caso de Retortillo. En general, el portavoz ecologista ha reseñado que el propósito de la organización es evitar la puesta en marcha de proyectos como el de Retortillo que supondría una “herida abierta” para la comarca salmantina.

Asimismo, ha defendido que las centrales nucleares actualmente abiertas deberían ir cerrando según el calendario previsto, sin prórrogas, y ha abogado por que el Gobierno lleve a cabo una transición energética. Sobre esto último, ha mostrado su deseo de comprobar cuáles son los pasos a seguir ahora por el nuevo Ejecutivo.