Las fiestas de Santa Marta de Tormes se han teñido este sábado de tragedia debido a una espeluznante cornada a un joven durante el Toro del Aguardiente. El último parte médico que ha podido conocer NOTICIASCYL apunta que su estado es muy grave.

PROGRAMACIÓN DEL SÁBADO EN LAS FIESTAS DE SANTA MARTA DE TORMES

Como es costumbre, la plaza de toros trastormesina estaba abarrotada para disfrutar de una de sus tradiciones, el Toro del Aguardiente tras toda una noche de juerga. Salió en primer lugar al ruedo una vaquilla que hizo las delicias de los recortadores y también propició algún que otro susto entre jóvenes más confiados de la cuenta (algunos en un estado de sobreexcitación adquirida).

Media hora después llegaba el turno para el plato fuerte. El animador del festejo taurino lo advirtió varias veces: "Cuidado, que ahora sale un toro, hay que tenerle respeto, no os hagáis los valientes, no tenéis que demostrar nada, al revés, tenéis mucho que perder".

El toro infundía respeto. Buenas hechuras, buena cornamenta y mucha fuerza en el arranque, despuntando con la cabeza alta en los burladeros. De hecho, embistió uno con tal fuerza que partió parte de las tablas. Los mozos tomaron nota y dejaron a los profesionales del recorte de Talento Castellano que tentaran al astado. Hasta el torero Damián Castaño, presente en la plaza de Santa Marta, esperaba su turno.

El astado fue perdiendo fuerzas y ya se animaron más jóvenes a recortarlos, eso sí, guardando las distancias. Hasta que uno de 25 años, J.M.O., se confió más de la cuenta. Ya apuntaba maneras minutos antes con un andar deambulante. Y eso que la Guardia Civil y la Policía Local rastrearon durante minutos todo el perímetro para evitar que jóvenes ebrios o drogados saltaran al ruedo. Pero este valiente, al que habían expulsado dos veces del ruedo las autoridades, saltó con pantalones largos y zapatos, vestimenta poco apropiada para intentar recortar al toro.

Se acercó al astado por detrás, el toro se percató de su presencia y se giró. El joven resbaló (o perdió la verticalidad por inercia) y cayó al suelo. El toro lo cogió por el costado y lo levantó. Fueron segundos que parecieron minutos. Y el astado se hubiera cebado con él de no ser por la rápida intervención de los recortadores, que desviaron la atención del toro.

El corneado, con la adrenalina por las nubes, salió corriendo hacia el callejón, desplomándose cuando se sintió seguro y el cuerpo ya no podía más. Sangraba abundantemente. Fue conducido hacia la UVI móvil fuera de la plaza de toros, donde fue operado de urgencia (hasta allí se acercaron al momento el alcalde de Santa Marta, David Mingo, y la concejal de Festejos, Silvia González, para interesarse por su estado) y posteriormente trasladado en ambulancia hasta el hospital de Salamanca con una cornada de veinte centímetros que se acercó al pulmón.