VÍDEO | La hostelería de Salamanca, en estado de calamidad
La hostelería de Salamanca levanta la voz porque "ya no puede más seguir con esta situación caótica". Así de rotundo se expresa el presidente de la Asociación, Álvaro Juanes, quien, en nombre del resto de hosteleros, "solo pedimos trabajar, porque se nos está negando el derecho constitucional al trabajo". Es tan preocupante el problema que solo consiste en darse un paseo por los soportales de la emblemática, en otros días, Plaza Mayor de Salamanca y observar la ingente cantidad de negocios que están cerrados, temporal o ya para siempre. Al igual acontece en el resto de calles y plazas adyacentes, si un día centro de atracción gastronómica, en este momento la crisis es tan patente que parece una Salamanca desconocida.
De un total de 30.000 autónomos y medianas y pequeñas empresas, principalmente de carácter familiar, cerca de 3.500 familias viven en Salamanca del sector de la hostelería que, con la situación actual de pandemia y cierres y restricciones, muchas de ellas "se están planteando no volver a subir la persiana, echar el cierre y abandonar", deja bien claro Álvaro Juanes. Eso sí, también apunta que "la capacidad de reacción y respuesta a las crisis siempre ha sido uno de los factores más importantes", pero en esta ocasión, explica, "para que ello aconteza deben recibir ayudas de las administraciones, de lo contrario es muy difícil mantener la actividad y los puestos de trabajo". De estas ayudas, aseguran desde el sector, "tan sólo se han recibido las ayudas llegadas del Ayuntamiento, mientras que de la Junta y el Gobierno central aún no hemos recibido nada, más que palabras".
Según datos aportados por la Asociación de Hostelería, actualmente en Salamanca capital hay unos 1.600 establecimientos hosteleros, y otros 1.400 en la provincia, lo que supone unos 33.000 contratos al año, dentro de un sector que vive una "situación dramática" para los empresarios y para los trabajadores de estos negocios.
De este sector dependen cerca de 90.000 trabajadores en la región, que tienen familias que sacar adelante, y "no deja de sorprendernos la rotundidad y seguridad del presidente a la hora de asegurar que cerrando la hostelería se frenan los contagios, cuando en otras comunidades la hostelería está abierta y el número de contagios es parecido a la nuestra" recuerdan desde la hostelería salmantina. Es que los "agravios comparativos son elocuentes", dicen. Madrid, Comunidad limítrofe y origen de la mayoría de los visitantes de Castilla y León, el pasado jueves puso la hora de toque de queda de 11 de la noche a 6 de la madrugada, siendo en esta Comunidad de 8 a 6. Además, los negocios de hostelería pueden cerrar a las 11 de la noche, no permitiendo la entrada a partir de las 10 y con 4 comensales en el interior. Mientras que en Castilla y León no se permite ningún tipo de actividad en el interior de los locales cuyo cierre de terrazas y actividad es a las 8 de la tarde.
Dejan claro desde el sector que "el sector de la hostelería es una pieza indiscutible del tejido empresarial local, regional y nacional, y que no puede estar a expensas de las decisiones de la clase política a la hora de abrir o cerrar sus negocios; hoy abres, mañana cierras, el mes que viene abres, el siguiente cierras".
"No se puede permitir cerrarnos y dejarnos de la mano de Dios"
Un local emblemático en el centro de Salamanca, con el cierre echado./ FALCAO
Los afectados explican a NOTICIASCYL que "es urgente y necesario" que la Junta de Castilla y León, es decir, Mañueco/Igea/Casado, permitan consumir en interiores porque "lo obtenido en las terrazas no es más que una miseria que no sirven para mantener en activo los negocios ni los empleos". Dice Álvaro Juanes, que "no se puede permitir cerrar nuestros negocios y dejarnos tirados de la mano de Dios". Además, piden la desaparición del cierre perimetral y permitir la apertura más allá de las 20 horas, "muy importante" esta última medida. Todo lo contrario que lo admitido por la Junta de Castilla y León, en boca de su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, quien asume que el cierre de la actividad no esencial a las 20 horas, que este miércoles entró en vigor, es una medida dura y equivalente al adelanto del toque de queda, dejado sin efecto por el Tribunal Supremo, pero insistió en que se ha demostrado que ha sido “útil y eficaz”. Hecho que ha puesto aún más en pie de guerra a todo el sector de la hostelería. Un acuerdo que tendrá vigencia hasta el próximo 23 de febrero, inclusive, según consta el acuerdo de la Consejería de Economía y Hacienda publicado en el Boletín Oficial de Castilla y León, pero existe el temor que pueda ampliarse, ya que la misma norma de la Junta especifica que esta medida será objeto de seguimiento y evaluación continua con el fin de garantizar su adecuación a la evolución de los indicadores sanitarios, epidemiológicos, sociales, económicos y de movilidad, y podrá ser mantenida, modificada o levantada.
Ante esta situación, el cabreo de los hosteleros salmantinos es tal, que incluso alguno como Germán, del conocido restaurante 'Casa Paca', dice a este diario que "en Castilla y León necesitamos gobernantes como los de Madrid" donde con medidas más permisivas para la hostelería se mantiene la actividad y el índice de contagios es "mucho menor que en en esta Comunidad". Así, aseguran, como han hecho desde el primer momento, que "la hostelería no contagia. Si este sector fuese un foco de contagios, estaríamos todos los dueños, camareros y cocineros infectados y no ha sido así".
Es darse una vuelta por las zonas de restaurantes de la capital, como Plaza Mayor, Plaza del Corrillo, Rúa Mayor, calle Meléndez, Plaza del Mercado, San Justo o Felipe Espino, para observar el alto número de negocios cerrados, algunos ya con carteles de 'se alquila', y el consiguiente aumento de las terrazas, pero apunta José de 'Río de la Plata' que es una pequeña ayuda, pero "no se puede vivir y mantener este negocio con las terrazas". Algo a lo que también se suma Germán de 'Casa Paca', porque estos días hace un buen tiempo, pero con frío e invierno y cierre a las 8 es "inviable seguir".
Fernando Castaño: "El Ayuntamiento escucha y ayuda a la hostelería local"
El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Salamanca, Fernando Castaño (Cs)
El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Salamanca, Fernando Castaño (Cs), uno de los políticos más comprometidos con la defensa del sector, deja claro que desde el Ayuntamiento "escuchamos atentamente a los hosteleros y les facilitamos ayudas para que sigan con su actividad en la ciudad". Así, en ello se enmarcan los acuerdos municipales para comprometerse directamente con autónomos y pymes en ayudas directas, las cero cuotas de terrazas, hacer frente a la apertura en los créditos ICO y pagar los intereses durante dos años.
Asegura Castaño que la situación del sector, "de capital importancia para el futuro y la economía de esta ciudad, es de extrema gravedad, se necesitan medidas ya concretas, como las del Ayuntamiento". Además, el concejal de Turismo tiene "cierta confianza" de que en Semana Santa se podrán realizar "algunas actividades" y es necesaria "la apertura perimetral y ampliar horarios y capacidades en la hostelería".
Tanto los hosteleros como desde la propia Concejalía, no se explican que en Castilla y León estén cerrados todos los restaurantes y en Madrid, por ejemplo, estén todos abiertos y hasta las 11 de la noche, a no ser que "pretendan hundir la economía de esta Comunidad", dicen desde la asociación.
Para la hostelería, esas dos horas que permitirían la actividad, acordes con la resolución sobre el toque de queda, venían a representar una "importante" ayuda económica, en momentos "más necesarios que nunca», pues las medidas restrictivas, cada vez más "demoledoras" a juicio de la asociación, "están representando un serio perjuicio para el sector". Además, entre otras cuestiones de lucha política y social, se esperan todo un alud de reclamaciones judiciales por el toque de queda anulado "con todos los perjuicios que le ha ocasionado al sector".