Dos años de cárcel para la exalcaldesa de Béjar por coaccionar a la policía para no intervenir en la fiesta de los hijos de un concejal

La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a la exalcaldesa de Béjar, Elena Martín, a dos años de prisión y a la inhabilitación especial para ejercer un cargo o empleo público durante el tiempo que dure la condena por coaccionar a dos agentes de la Policía Local del municipio para que no intervinieran en una fiesta en la que se encontraban dos hijos del por aquel entonces concejal de Deportes, José María Muñoz Acha. Igualmente, deberá indemnizar a sendos agentes con la cantidad de 1.500 euros a cada uno en concepto de daños morales.

Los hechos se remontan al 14 de noviembre de 2021, cuando el por aquel entonces edil instó a la exalcaldesa a acudir hasta la calle Mansilla de la localidad salmantina, donde se estaba celebrando una fiesta en el local número 16 de citada calle en la que estaban presentes dos de los hijos del requirente y la Policía Local estaba llevando a cabo una actuación ante las quejas de los vecinos por molestias.

Cuando los agentes municipales se encontraban tomando los datos de filiación de todos los jóvenes presentes sobre las 09:30 horas, Elena Martín se presentó en el lugar de los hechos y se dirigió directamente contra los policías, haciendo valer su condición de alcaldesa, para solicitarles el cese inmediato de las denuncias que se encontraban interponiendo.

La exalcaldesa se dirigió a los mencionados con gritos como "es una orden" o "no se va a tramitar ninguna denuncia". Ante ello, sendos agentes solicitaron a la máxima autoridad del Ayuntamiento que facilitase dicha petición por escrito, a lo que Elena Martín accedió. Sin embargo, cuando esta se dirigía hacia el vehículo en el que había llegado, se volvió a dar la vuelta y empezó a proferir de nuevo gritos contra los agentes, asegurándoles que estaba "cansada" de ellos y que se piensan que están "en el Bronx". "Tomaré medidas contra vosotros", amenazó la condenada.

Finalmente, los agentes de la Policía Local tuvieron que abandonar su labor, por lo que acudió hasta el lugar la Policía Nacional, quien acusó a la condenada que estaba desautorizando a los municipales delante de "bastante gente". Finalmente, días después la exalcaldesa citó a los dos agentes de la Policía Municipal en el Ayuntamiento para pedirles disculpas. Además, el día del incidente una de las agentes sufrió un ataque de ansiedad, por lo que tuvo que ser trasladada al hospital de Béjar. 

No obstante, la Audiencia Provincial, a pesar de condenar a la acusada por coacción con agravante de uso de su posición de carácter público, ha absuelto a la misma del delito de prevaricación administrativa.