El camarero de Salamanca que pela en un día casi cien kilos de gambas con las manos
Alberto García lleva veintiséis años de camarero, ahora lo hace desde hace veinticuatro en la Taberna de Dionisos de Salamanca donde destaca por ser la máquina humana más perfecta para pelar gambas
15 marzo, 2024 07:00Noticias relacionadas
En una tradicional taberna, Dionisos, en las calles empedradas de Salamanca, conocida por su extensa carta de vinos y la gastronomía tradicional basada en las tostas, se encuentra un camarero extraordinario. Con una destreza sin igual, este hombre con espíritu joven, Alberto García, jefe de cocina y camarero, depende la cantidad de clientela del momento, pela cerca de cien kilos de gambas, no digamos a diario, pero sí muchos días que los clientes lo requieren, utilizando únicamente sus hábiles manos. Su técnica es la envidia de muchos, y su destreza se ha convertido en una leyenda local. Es la máquina humana perfecta que trabaja en tres tiempos, cabeza, cola y cuerpo.
Desde el amanecer hasta el anochecer, el sonido de las cáscaras de gambas siendo separadas resuena en la cocina de la taberna. Los comensales, maravillados por la habilidad del camarero, observan con asombro cómo despoja a estos crustáceos de sus caparazones con una velocidad y precisión impresionantes. Y lo hace "siguiendo los pasos de mi padre, que fue con quien comencé en la Taberna del Peregrino, situada en la calle Alfonso de Castro. Después fue para la Posada del Peregrino, para lo que habíamos alquilado un local para la limpieza y, ya desde hace 24 años, en la actual Taberna de Dionisos", explica Alberto García a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León.
Los lugareños y turistas acuden en masa a la taberna por la deliciosa comida y tapa estrella del local, la tosta de gambas, y quien se atreve y se permite, presencia el espectáculo de destreza del camarero. El secreto de esta pericia está, explica Alberto, "en ser competitivo para conseguir el objetivo de tener gambas suficientes para hacer frente a las múltiples peticiones de tostas, porque hay que dar salida al trabajo".
Aunque lo normal, en una semana cualquiera, fuera de puentes o vacaciones, es pelar entre "cuarenta y cincuenta kilos diarios", afirma Alberto, "muchas veces son siete horas seguidas de pie y trabajando con las manos, lo que supone, la verdad, un gran cansancio". Además, también se une a los compañeros de barra o mesa cuando hay mucha clientela.
La tosta estrella
Las dos especialidades de la Taberna de Dionisos son su extensa carta de vinos y las tostas, que las hay de muchas variedades, gustos y bolsillos. Pero "la estrella" es la tosta de gambas, asegura Alberto García. Este especial manjar se fundamenta en una tosta de pan, principalmente chapata, cocida en horno de leña de pueblo. Sobre ella se extiende una salsa de productos naturales: leche, aceite de oliva, ajo y sal, todo de lo más natural que le da el sabor especial. Y sobre ella se colocan cinco gambas peladas y a la plancha.
El camarero, modesto y humilde, continua con su trabajo con una sonrisa en el rostro, deleitando a los clientes con su habilidad única. Su destreza para pelar gambas con las manos, que ha trascendido más allá de la mera técnica culinaria; se ha convertido en una expresión de arte en sí misma, una verdadera hazaña gastronómica que deja a todos los que lo presenciaban sin palabras.
Y así, en la encantadora ciudad de Salamanca, un camarero se ha ganado un lugar en la historia culinaria local, no por sus recetas o platos exóticos, sino por su increíble habilidad para pelar gambas con las manos, una destreza que deja boquiabiertos a todos los que tienen la suerte de presenciarla.