Buscar los sabores más originales y las combinación más sorprendentes es el objetivo de los grandes chefs hoy en día. Sus creaciones no paran de aumentar y terminan por convertir sus platos en una explosión de sabores que conquista a todos los que se meten estos bocados en su paladar.

Si por algo destaca Castilla y León, además de por su cultura e historia, es por su gastronomía. El sabor de la tierra es especial, sobre todo, por sus platos tradicionales como el cochinillo o lechazo; o incluso los dulces como las famosas yemas de Santa Teresa.

Viajando hasta la provincia de Soria hay muchos alimentos que destacan de forma especial. Uno de ellos, el más conocido a nivel nacional e internacional, son los torreznos que se encuentran en muchas formas: bien sea en dulces o con ingredientes salados.

Cuando recorres una nueva ciudad, una de las cosas más importantes es degustar su gastronomía. Y, a veces, tampoco hay que irse a platos muy complejos, ya que en los más simples también está la excelencia.

Esto ocurre con los bocadillos que desde hace unos años han ido avanzando hasta convertirse en auténticos manjares. Un producto muy consumido que se puede servir de mil maneras y cuenta con los ingredientes más sencillos hasta unos bocados dignos de admiración.

En Soria, uno de los más sorprendentes, se realiza en los Villares Hotel Rural. Se ubica en un pequeño municipio con poco más de 80 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, a tan sólo 18 kilómetros de la capital.

Se trata de un bocadillo ibérico con agua dulce que, tal es su impactante sabor, que quedó en segunda posición en el premio a la Mejor Tapa Popular de Soria.

Este, como no podía ser de otra forma, lleva dentro su ingrediente popular: el torrezno. Para que los visitantes puedan saborear este producto crujiente que combina a la perfección con la sutileza del pan blando.

Además, también combina a la perfección el sabor del torrezno de Soria con el toque del marisco; concretamente, del cangrejo de río.

Sobre el restaurante

Este restaurante se caracteriza por utilizar productos de proximidad y de temporada que se mezclan con una gran dosis de creatividad.

Tienen un menú diario con seis primeros y seis segundos que cambia según la estación y también poseen un menú degustación durante los fines de semana. En ese momento, la chef da rienda suelta a su creatividad y elabora unas recetas muy divertidas.

Destaca, especialmente, los chupa- chups de guacamole o las oreos de quesa. Tampoco falta el pudin de hongos, la tosta de manzana o la inmensa variedad de croquetas que conquistan paladares cada día: de roquefort y pasas, quinchi, mejillones y ostras o de castañas rebozadas con nueces y cereales.

Asimismo, el café de setas es una de las últimas creaciones de la cocinera que ofrece en su establecimiento. Además de los postres caseros y creativos como las natillas de calabacín con manzana de reineta.

No es sorprendente que haya logrado numerosos premios ya que su innovadora cocina logra llevarle cada vez a lo más alto.