Achacan a "desavenencias familiares" la incineración de un feto sin autorización
La dirección del Hospital Clínico Universitario ha defendido la correcta actuación en el caso de una paciente cuyo esposo ha denunciado la incineración del feto de su bebé sin autorización, circunstancia que desde el centro se atribuye a una "disfunción en la información" achacado a "desavenencias familiares" de la pareja.
A través de un comunicado recogido por Europa Press, fuentes del Clínico de Valladolid especifican que la paciente fue captada el 22 de diciembre pasado por el Servicio de Paritorio del Clínico, siguiendo un embarazo absolutamente normal. "Se le realizó su historia clínica y ella manifestó expresamente que no tenía pareja y que los apellidos del bebé iban a ser los suyos, amparándose en la Ley de Autonomía del Paciente", aseguran desde el Clínico.
No fue hasta el 10 de enero cuando la madre ingresó en el centro con diagnóstico posterior de feto muerto por prolapso de cordón, ante lo cual la paciente pidió expresamente que no se diera información a nadie excepto a sus hijos. Se indujo el parto y se obtuvo una criatura abortiva, lo que se comunicó al registro de criaturas abortivas, siguiendo siempre la legislación vigente.
Tras el parto se agravó el estado general de esta paciente, que tuvo que ingresar en la UCI durante cuatro días, "por lo que no pudo ponerse de acuerdo con el resto de su familia, que por su lado no autorizaba el estudio necrópsico de la criatura abortiva, que permaneció cinco días en el depósito del Hospital Clínico hasta que fue enviada a incinerar, como se hace habitualmente en estos casos", apuntan desde la dirección del Clínico.
"Las desavenencias familiares obligaron a la trabajadora social a múltiples contactos con la familia, estableciéndose dos circuitos de información ante los múltiples cambios de opinión, lo que ha podido provocar una disfunción en la información", aseguran las mismas fuentes, que insisten en que, por tanto, "el Hospital ha seguido en todo momento las actuaciones habituales ante un resto abortivo y ha garantizado y, sobre todo, ha protegido los derechos expresados por la paciente".
"Se pusieron todos los medios para tratar de evitar el lógico dolor de la familia, pero las citadas desavenencias familiares -ya reflejadas desde diciembre- han sido las que han causado toda esta situación, absolutamente inusual ante una situación perfectamente regulada por ley", concluyen.