Historias en blanco y violeta V: una boda de ensueño y unos gemelos muy especiales
Era sábado. 15 de junio. El sol dominaba en lo alto de los cielos de la capital del Pisuerga y el calor se hacía notar en el entorno de la Iglesia de Santiago Apóstol, en el corazón de Valladolid, y donde el protagonista de esta quinta historia en blanco y violeta iba a contraer matrimonio con Adriana, la que ahora es su esposa.
“Para mí el Real Valladolid es mi afición. Un sentimiento que me obliga a estar pendiente de él en cada momento y a no perderme ningún partido. Cuando gana te sientes más feliz y ves la vida de otra manera. Cuando pierde, todo toma un color grisáceo y parece malo”, nos cuenta Javier Gómez.
Este enamorado del Pucela acumula ni más ni menos que 24 temporadas como socio del equipo de sus amores. Equipo al que llevó muy presente en el momento más especial de su vida, su boda, mediante unos gemelos, elemento indispensable en el traje del novio, que sirven para decorar y que en esa ocasión tenían la forma del escudo del conjunto blanquivioleta.
“Los gemelos con el escudo del Real Valladolid que llevé en la manga de la camisa el día de mi boda me los regala la que por aquel entonces era mi prometida el día de mi cumpleaños. Los llevé con mucha ilusión y con mucho cariño en un momento tan especial”, nos cuenta nuestro entrevistado.
Javier añade que tras ese día tan especial “conserva a buen recaudo, en la caja de recuerdos del día de la boda, los gemelos” y nos confiesa que “sería un orgullo que sus futuros hijos pudieran portarlos el día de la suya” y que “tuviesen la misma afición y amor que él por el Pucela”.
Este vallisoletano de 31 años vivió aquel momento mágico en el que se gestó la salvación en Vallecas y nos cuenta que tiene muy buenos recuerdos de victorias como el 3-1 ante el Barça de Ronaldo de hace unos cuantos años, pero también malos con los descensos como protagonistas.
“También recuerdo aquella eliminatoria de ¼ de copa del Rey contra el Deportivo. Después del 2-0 en Riazor. En la vuelta en Zorrilla la afición estaba convencida de que se podía dar la vuelta a la eliminatoria. Nos pusimos 2-0 y el partido fue a la prórroga. En esta Tristán metió un penalti que dio la clasificación al Depor a semifinales. La final fue el famoso centenariazo al Madrid en el Bernabéu. No me quiero ni imaginar lo que hubiera pasado si el Real Valladolid supera esa eliminatoria y juega esa final en el santuario blanco”, añade.
Hablando de esta temporada, este enamorado del fútbol añade que “está viendo al equipo bien en cuanto a puntos” pero añade que “en cuanto a fútbol aburre a las ovejas” aunque no duda en afirmar que “cree que el equipo se salvará porque la plantilla ha mejorado este año”.
“Me gustaría que el club siguiera dando pasitos hacia delante como creo que está haciendo gracias a la nueva dirección del club. Sería precioso ver al Pucela en Europa o en alguna final de Copa”, espero poder hacerlo.
Javier tiene la sangre blanquivioleta en vez de roja. Con unos objetos tan sencillos pero con tanto valor y significado como unos gemelos consiguió tener muy presente al equipo de sus amores en un día para el recuerdo ya, especial y precioso, como el de su boda. Un sentimiento único.
Historias anteriores:
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