Castilla y León

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Valladolid

100 años de historias y sabiduría

El Español Noticias de Castilla y León charla con Encarnación Rubio Alejos, de 100 años, que nos da una lección de vida, y nos habla de la suya

11 agosto, 2021 09:20

Encarnación Rubio Alejos es una palentina de nacimiento pero vallisoletana de adopción. Nacida en Hérmedes de Cerrato (Palencia) con solo 18 años tuvo que cambiar de residencia para llegar a la provincia de Valladolid, concretamente a Fombellida.

A sus 100 años, ahora lleva nueve meses viviendo en Arroyo de la Encomienda, municipio que el pasado 26 de julio, día de los abuelos, le dedicó un especial homenaje a una mujer sin pelos en la lengua, amante de su familia y, sobre todo, de la brisca.

Nos cuenta sus historias, experiencia y nos da un baño de sabiduría en la siguiente entrevista:

Pregunta. Sus nietos aseguran que usted es una abuela sin pelos en la lengua. ¿Llevan razón?


Me gusta decir las cosas cómo son y cómo las pienso 


Respuesta. Me gusta decir las cosas cómo son y cómo las pienso. No voy a cambiar a estas alturas de la vida.

P. Ha vivido en Fombellida desde los 18 años dedicada a lo que daban las ovejas.¿Cómo recuerda su pasado?


R. Nos mudamos de Hérmeles de Cerrato, donde nacimos, al morir nuestro padre de cáncer por una úlcera de estómago cuando tenía 47 años y su mujer, es decir nuestra madre, tuvo que buscarse la vida en Fombellida. Mi madre se dedicaba a las ovejas y tanto ella como sus hermanos tuvieron que trabajar mucho también en el campo y en casa para sacar adelante a la familia. Yo seguí sus pasos.

P. En 1984 falleció su marido por un cáncer de colon. ¿Cómo recuerda ese palo para usted?


R. Fue un momento muy duro, de incertidumbre, tras dos años de lucha.  Los medios que había en los hospitales no eran los de ahora. Nos hacíamos a la idea del desenlace fatal pero nunca se está preparado para afrontar una muerte. Tres de mis hijos cogieron el testigo de mi marido y siguieron con el negocio de las ovejas.

P. El pasado 26 de julio se celebró el día del abuelo. Usted tiene 4 hijos, 2 nietas, dos nietos, 2 bisnietas y un bisnieto. ¿Cómo fue para usted ese día tan especial? ¿Se portaron bien los suyos? ¿Hubo tarta?


Me gusta que me vengan a visitar 


R. Ese día vinieron a verme varios familiares. Me gusta que me vengan a visitar. Tarta no hubo en el día del abuelo porque días antes uno de mis hijos celebró su cumpleaños y nos juntamos con varios pasteles. Fue un día de “visita de cortesía y felicitación pero sin mucha celebración.

P. El Ayuntamiento de Arroyo de la Encomienda le hizo un especial homenaje también ese día.


R. Mis hijos no me avisaron de que vendrían el alcalde y varios concejales. No me lo imaginaba pero tampoco le di demasiada importancia. Siento agradecimiento por la placa y el ramo de flores por este día y también por mi 100 cumpleaños.

P. En noviembre de 2020 llegó a la localidad del alfoz vallisoletano. ¿Cómo ha sido el cambio de Fombellida a Arroyo.


R. Añoro Fombellida. Es muy difícil cuando cambias de lugar para vivir y no recordar el pasado, el lugar en el que has vivido casi toda la vida. Me gustaría volver pero sé que en Arroyo tengo a toda mi familia y voy a estar más atendida y entretenida.

P. Y en abril cumplió 100 años, ni más ni menos. ¿Recuerda con cariño ese día?


R. Ese día fue como un cumpleaños más aunque llegara a la cifra redonda de los 100 años. Estuve muy bien acompañada por mi familia y también hubo tarta de celebración.

P. ¿Cómo se vive en Arroyo? ¿Con qué se entretiene o divierte cada día?


R. No puedo decir mucho de la vida cotidiana en el pueblo. Veo pasar a gente a través de las ventanas del salón ya que vivo en una zona cercana a la plaza y al Ayuntamiento pero no salgo de casa. Llevo muchos años andando con muletas ya que me operaron de las dos caderas y ando poco. Noto que en las calles de Arroyo hay mucho movimiento y me entretengo, cada día, con las visitas de mis familiares y jugando a las cartas con mis hijos y nietos, sobre todo a la brisca.

P. ¿Cómo ha vivido la pandemia del coronavirus? ¿Ha resistido al contagio?


Gracias a Dios no me he contagiado 

R. Gracias a Dios no me he contagiado y me han vacunado sin sentir ningún síntoma adverso.

P. Usted ha vivido la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil española, el Franquismo…

¿Cómo lo recuerda?


R. De la Segunda Guerra mundial no guarda muchos recuerdos. De la Guerra Civil sí por lo mal que quedo el país y por lo que sufrimos para salir adelante en España. Me dejó muy marcada. Cómo se llevaban a los hombres de los pueblos para luchar en la guerra, moría la gente por su ideología… fue duro.

P. ¿Qué fue lo más duro?


R. Lo más duro fueron las vidas que se perdieron y la escasez de alimentos. Como a los hombres se los llevaban a luchar a la guerra fortuitamente, las mujeres teníamos que dedicarnos a hacer labores que habitualmente hacían los hombres, como escardar, apartar piedras de las tierras de labranza, traer y cortar leña para calentarnos o también para cocinar.

P. ¿Cómo ha cambiado la sociedad? ¿Cree que lo ha hecho para bien o para mal?


La sociedad ha cambiado para mejor 


R. La sociedad ha cambiado para mejor en el sentido en el que no ha habido más guerras como de las que hemos estado hablando. Aunque no me gustan, hablando de la sociedad actual, los derroches que algunas familias hacen, hablando del ámbito económico. El ahorro es, para mí, tener asegurado el porvenir para un tiempo determinado y pienso que es muy importante.

P. Un deseo.

R. Que no vuelva la guerra. Que haya paz. Cuesta mucho ganarse la vida y todo se puede echar a perder en muy poco tiempo.