Demarco hace vibrar al público de Tudela de Duero con su desenfadado ritmo flamenco

Había ganas. Era evidente. Una sensación común de alegría e ilusión se notaba en las caras, mejor dicho en las miradas, de los asistentes al concierto de Demarco Flamenco, porque ni si quiera las mascarillas podían ocultar la ilusión y el disfrute de la buena música que acompañó esta noche de viernes a los cerca de 400 asistentes al concierto organizado por el Ayuntamiento de Tudela de Duero.

Las palmas, los coros del público y el estilo flamenco aderezado con ritmos actuales y desenfadados tan característicos de este artista se prolongaron en el Complejo Deportivo Los Palacios desde las diez hasta casi la media noche en la que Demarco refrescó con sus letras esta calurosa jornada festiva de agosto.

Las linternas para crear atmósfera en las canciones más románticas del artista sevillano y las pantallas encendidas de los móviles fueron una constante, ya que ningún presente quiso perder la oportunidad de inmortalizar el momento junto al artista flamenco que interactuó en todo momento, y de forma muy cercana, con los tudelanos. "Vamos a dejar fuera los problemas y vamos a disfrutar, a sentir. Aunque sentados, podemos bailar con las manos y vamos a pasar un rato memorable aquí en Tudela", afirmaba el artista tras la primera canción.

Empezó con ‘Clavaíto en la piel’ -su último sencillo- y clavado en el recuerdo del público quedará esta actuación que se logró gracias a la decisión del Ayuntamiento de ofrecer a los vecinos una alternativa a las fiestas de ‘San Roque’ que tendrán que esperar un año más para disfrutarse con total normalidad.

“Es la apuesta musical más ambiciosa que ha tenido Tudela de Duero, estamos hablando de grupos que encabezan las listas musicales de este país y que cuentan con miles de seguidores y que hemos querido traer aquí para que el público disfrute”, comentaba momentos antes del concierto el alcalde de Tudela, Luis Javier Gómez.

Demarco hizo un completo repaso musical de sus dos álbumes y deleitó al público junto a la calidad del grupo instrumental que lo acompaña en cada una de sus actuaciones. No faltó durante el concierto su mítica canción, ‘La isla del amor’. Con este single explotó el fenómeno Demarco, pues el artista trabajó como repartidor antes de dar el paso de subir a Youtube  algunas de sus canciones. El resto es historia, y de sobra conocida. Vendrían después cientos de bolos, conciertos, giras por toda España y un sinfín de seguidores, que como los de anoche vibraron al escuchar en directo las canciones de un artista humilde y cercano que cuenta con miles de seguidores y que tiene previsto sacar su tercer disco a finales de este año.

Le seguían los asistentes como un coro que se complementa a la perfección con su artista. No estaba permitido el baile, pero no había restricción que pudiera poner trabas a la emoción y a las ganas de buena música de raíz flamenca. 

Una programación pensada para todos

Con la actuación del sevillano, Tudela ha dado el pistoletazo de salida de su fin de semana festivo, que continuará mañana, sábado 14 de agosto, con el concierto del grupo madrileño Dvicio a las 22:00 horas y el domingo 15, con un concurso de cortes para el disfrute de los aficionados al mundo taurino. "Tudela lleva inmersa varios días en una programación variada para todas las edades, pensadas en pequeño formato, gratuitas o a precios simbólicos y ubicadas en distintos espacios acotados para garantizar la seguridad de todos y poder mantener dinamizado el entorno. Aquí apostamos fuerte por la cultura con teatro de calle, música, actividades para jóvenes, familias, niños y gente de mayor edad", aseguraba el regidor.

Con meses de organización para lograr cuadrar fechas, Demarco dejó su huella flamenca grabada en la localidad, que regó de aplausos cada una de las canciones que interpretaba el artista. “Hay mucho esfuerzo detrás y mucha conciencia para cuadrar buenos precios para los vecinos. Hemos querido dar nuestro apoyo a feriantes y ganaderos para que puedan tener un respiro”, afirmaba Gómez, quien añadía que, “hay que ser felices aunque sea entre mascarillas y volvernos a encontrar, aunque sea a metro y medio de distancia”.