Acto de nombramiento del arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, como Hijo Predilecto de la ciudad

Acto de nombramiento del arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, como Hijo Predilecto de la ciudad Miriam Chacón Ical

Valladolid

Ricardo Blázquez ya es 'Hijo Predilecto' de Valladolid y desea ser enterrado en la Catedral

El cardenal arzobispo de la ciudad quiere sellar así su “doble pertenencia, como arzobispo y como ciudadano de Valladolid”

7 mayo, 2022 14:19

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Al emotivo ritmo de las notas de la suite orquestal de ‘La misión’, compuesta en 1986 por Ennio Morricone, el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, accedió unos minutos después de este mediodía al entorno perimetrado de la Plaza de Portugalete acompañado por el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, para recibir la distinción como Hijo Predilecto de la ciudad, un reconocimiento “a su trayectoria” que según explicó Puente le dedican “con cariño, afecto, admiración y respeto”. Tras las emotivas intervenciones del arzobispo auxiliar, Luis Argüello, y del propio Puente, Blázquez recibió el más alto honor que otorga el Consistorio a un vallisoletano “con alegría, honra y gratitud”, ratificando su “vinculación como ciudadano de Valladolid”, según ha comunicado Ical.

Nacido en Villanueva del Campillo (Ávila) en 1942, y arzobispo de Valladolid desde marzo de 2010, Blázquez recordó que el pasado mes de enero recibió la noticia de su elección como Hijo Predilecto de Valladolid “como una sorpresa tan grata como inesperada”, que le hizo sentir una “honda gratitud. “Este nombramiento me une más entrañablemente a mi querida ciudad de Valladolid. La designación toca fibras muy sensibles de mi espíritu”, recalcó.

“Me recibís como hijo y yo me uno cordialmente a esta familia grande en recíproca relación”, señaló en declaraciones recogidas por Ical, invitando a todos los presentes a mirar al futuro “con esperanza y empeño”. Recordando un pasaje del ‘Libro de Rut’ del Antiguo Testamento, el prelado destacó que, a partir de ahora, se siente “vinculado a Valladolid con un lazo permanente”. “He sido obispo para vosotros y soy vallisoletano con vosotros. Muchas gracias. En la catedral deseo ser enterrado, para sellar de esta manera mi doble pertenencia, como arzobispo de Valladolid y como ciudadano con vosotros”, anunció.

Diálogo interinstitucional

En una cálida ceremonia entre familiares, amigos y autoridades de todos los estamentos sociopolíticos de la ciudad (no faltaron los integrantes de la Corporación municipal, así como el rector de la Universidad, la delegada territorial de la Junta, el subdelegado del Gobierno, el consejero de la Presidencia, la fiscal jefe de la Audiencia Provincial o el presidente de la Diputación, entre otros), Argüello tomó la palabra para agradecer el reconocimiento de Blázquez por parte del Ayuntamiento, que extendió a la propia institución que él representa. “Don Ricardo, en su bondad y sabiduría, en su capacidad de generar paz y encuentro, es reconocido por nuestra institución municipal, algo que asegura un coloquio entre la ciudadanía y la Iglesia, en mutua colaboración”, expuso tendiendo la mano al “diálogo más allá de la dialéctica de los contrarios”, con el reto de “favorecer el bien común”.

A su juicio, Blázquez “transmite paz, serenidad, tiempo, paciencia, y la manera de buscar la manera de solucionar los problemas, conflictos y situaciones difíciles”. Además, destacó que ha sido capaz de “romper con la actual esclavitud digital”, e invitando al “diálogo y el encuentro sosegado”.

Acto seguido, tomó la palabra Puente que inició su intervención señalando que, “al honrar a Blázquez, Valladolid se honra a sí misma”. “Él es un hombre sencillo, discreto, resistente, austero, tranquilo, educado y cercano. Al mismo tiempo es importante, el cuarto cardenal de la historia de la diócesis de Valladolid y dos veces presidente de la Conferencia Episcopal. Y así es Valladolid, una ciudad sencilla, austera, discreta y tranquila, pero al mismo tiempo importante. Los dos han asumido históricamente su importancia desde la sencillez y la humildad, sin alardes, hablando bajito y pausado, pero diciendo verdad y autenticidad en un discurso contundente”, recalcó.

Del homenajeado el alcalde destacó que “ha mostrado siempre sentido de la responsabilidad, conciencia de la importancia que la iglesia católica tiene para la ciudad, y de la necesidad de entendimiento entre las instituciones y la ciudad”. Así, pasó a glosar su recorrido personal y profesional, desde su nacimiento y su infancia junto a sus siete hermanos en Villanueva del Campillo, hasta el momento actual, pasando por sus años como obispo de Bilbao.

Puente leyó sendos mensajes del exlenhendakari Ardanza (quien señaló que “dejó un gratísimo recuerdo entre nosotros en momentos muy difíciles para nuestra diócesis”) o del actual lehendakari Urkullu (para quien este “merecido homenaje, pone en valor el sentido humano y la cercanía y entrega que ha mostrado Blázquez a lo largo de toda su trayectoria”).

Talante conciliador

“Su personalidad ha encajado en Valladolid como un guante, aquí ha sido feliz, se ha sentido querido, pero sobre todo útil y realizado, pues cumplió fielmente con el objetivo al llegar: ‘Voy a vosotros con la intención de caminar juntos en el sentimiento de Jesús, compartir vuestra vida, gastar y desgastar mi vida al servicio del señor, del evangelio y de la iglesia”, señaló Puente, que aplaudió el “talante dialogante y conciliador”, de Blázquez, que “ha proyectado esta importantísima diócesis a España y al mundo”, con iniciativas como la audiencia con el papa del pasado mes de noviembre para presentarle la Semana Santa vallisoletana, y explicó que “ha sido un ejemplo de bondad, respeto y tolerancia”.

Blázquez se une a partir de hoy al reducido grupo de Hijos Predilectos de Valladolid, conformado por los escritores Miguel Delibes, Rosa Chacel, Nicómedes Sanz y Ruiz de la Peña y Francisco Pino, el mecenas Benigno de la Vega, el exalcalde Tomás Rodríguez Bolaños, el ejecutivo José Vicente de los Mozos y la doctora Verónica Casado.

Una vida intensa

Ricardo Blázquez Pérez nació en Villanueva del Campillo (Ávila) el 13 de abril de 1942. Realizó sus estudios en los seminarios Menor y Mayor de Ávila (1955-1967) y fue ordenado presbítero el 18 de febrero de 1967. Obtuvo el doctorado en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1967-1972) y también estudió en universidades alemanas.

Tras cursar sus estudios en Roma regresó a su diócesis de origen, Ávila, donde fue, entre 1972 y 1976, secretario del Instituto Teológico Abulense. En el año 1974 comenzó la docencia en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde fue, hasta 1988, profesor de la Facultad de Teología y decano de esa misma Facultad entre 1978 y 1981.

El 8 de abril de 1988 fue nombrado obispo auxiliar de Santiago de Compostela, el 26 de mayo de 1992 fue designado obispo de Palencia y el 8 de septiembre de 1995, obispo de Bilbao. El 13 de marzo de 2010 se hizo público su nombramiento como arzobispo de Valladolid y tomó posesión de la diócesis el 17 de abril del mismo año.

En la Conferencia Episcopal Española (CEE) es miembro de la Comisión Permanente y miembro del Consejo de cardenales. Es, además, miembro de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe desde marzo de 2020. Fue presidente de la CEE de 2014-2020, tras ser reelegido para el cargo el 14 de marzo de 2017, y ya había sido presidente de la CEE durante el trienio 2005-2008.

Blázquez fue creado cardenal por el Papa Francisco en el Consistorio ordinario público para la creación de nuevos cardenales el 14 de febrero de 2015, asignándole el Título de Santa Maria en Vallicella. Además de sus numerosos cargos en la santa sede, es Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca desde noviembre de 2015, cargo que ya había desempeñado de 2000 a 2005. Y el 11 de enero de este mismo año 2022 fue nombrado Hijo Predilecto de Valladolid, una distinción que asumió hoy rodeado del cariño de sus familiares, amigos y representantes de todos los estamentos sociopolíticos de la ciudad.