Lecturas taurinas veraniegas. Capea, Robles, Domínguez: gran cosecha castellana del 72 (II)
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23 junio, 2022 11:31Noticias relacionadas
Avelino Julio Robles Hernández. “Julio Robles” en los carteles
De Julio Robles, escribe Cañamero entre otros reconocimientos: “fue un torero muy reconocido por su clasicismo y pureza, y contó especialmente con el afecto de la afición madrileña.
El siguiente en doctorarse fue Julio Robles. El acto ceremonioso estuvo presidido nada más y nada menos que por Diego Puerta y Paco Camino en la Monumental de Barcelona un 9 de julio de 1972. Los toros fueron de Juan Mari Pérez-Tabernero. Dieciocho años y un mes más tarde (18 de agosto de 1990) sufriría una tremenda voltereta en la francesa Beziers que lo dejaría tetrapléjico. Murió en 2001 en un hospital de Salamanca de peritonitis. Tenía 49 años.
“Torero de expresión” que diría el maestro Barquerito. “Robles fue completo con el capote, tanto en el lance de arte como en el toreo de brega. Tras pasar una etapa de no excesivos contratos, a partir de 1978 comenzó a remontar, hasta convertirse en un torero fijo en las principales ferias, avalado siempre por la afición de Madrid, que siempre supo reconocer la enorme calidad de su toreo”.
Tres puertas grandes en Las Ventas
Tres veces salió Julio Robles por la puerta grande de Las Ventas:1983, 1985 y 1989, y en otras muchas ocasiones dejó sobradas muestras de su excelente toreo a la verónica y la hondura de su toreo de muleta. No alcanzó la privilegiada posición de figura del toreo, aunque su nombre siempre fue bien visto por los aficionados que supieron paladear la maestría de su toreo.
La tarde de los quites en Las Ventas con Ortega Cano
Fue un 27 de mayo de 1986, en un mano a mano con Ortega Cano, ya que del cartel se “cayó” Manzanares. Julio Robles estuvo cumbre tras picarse con Ortega en un tercio de quites asombroso donde cada torero realizó cinco quites muy variados.
Ortega Cano decía lo siguiente de su amigo Julio Robles cuando este falleció: “Como torero guardo muchos y grandes recuerdos, y, entre todos, uno inolvidable, la famosa tarde del mano a mano, la de los quites en Madrid. Julio tenía mucha facilidad para torear de capote y de muleta, pero el capote lo manejaba con mucha variedad y personalidad. Eso me motivaba muchísimo y siempre lo recordaré”.
Esas brillantes actuaciones le llevarían ambos a otro mano a mano inusual en una corrida de Beneficencia y posteriormente en la Feria de Otoño. Sin duda, el tercio de quites, hoy prácticamente desaparecido, dio mucho juego aquella temporada para los dos grandes toreros.
Corrida del 2 de junio de 1987 en Madrid: Robles, contra el presidente
Un año después, en el mismo escenario, se veían de nuevo las caras Julio Robles y Ortega Cano con Sánchez Puerto cerrando cartel. El cartagenero salió en volandas y Robles criticaba al presidente Juan Font por no haberle concedido la segunda oreja: "Creo que me la merecía, como demostró el público. Font ya me robó otra salida por la puerta grande hace años en esta misma plaza. Como es paisano mío, se excede en su celo"
Pero no quiero robarle más protagonismo a Paco Cañamero.
Cambio de tercio en la narrativa
En los próximos capitulos, la narrativa se centrará exclusivamente en Roberto Domínguez. El lector que quiera conocer con más detalle las competencias toreras de Capea y Robles pueden adquirir el libro de Paco Cañamero a través del siguiente correo: capearobles@gmail.com o al móvil 606822539. De nada, Paco, te lo debía.