Madrid, aspiradora de talentos que quieren vivir en Valladolid
La falta de oportunidades en Castilla y León obliga a muchos vallisoletanos a trabajar en la capital española, pero algunos no trasladan allí su residencia
30 agosto, 2022 07:00Noticias relacionadas
La falta de oportunidades laborales obliga a muchos vallisoletanos a trasladarse a Madrid para trabajar. Algunos optan por cambiar su residencia a la capital de España, mientras que otros prefieren quedarse y aprovechar las posibilidades que les ofrece el AVE. Pero la mayoría de ellos lo tienen claro: en Valladolid se gana calidad de vida, a pesar del esfuerzo económico y de tiempo que implica viajar a diario para trabajar en Madrid, si bien es cierto que la llegada del teletrabajo ha supuesto un ahorro, en este sentido, para muchos ciudadanos en esta situación. Algunos incluso se plantean volver después de años en tierras madrileñas.
Un trabajador que viaja desde Valladolid a Madrid y regresa al terminar su jornada laboral puede gastar hasta 670 euros mensuales, gasto en el que se incluye el precio del tren Avant y el coste del transporte en Madrid, que queda fuera del abono del AVE. "Esos 670 euros están impidiendo que mucha gente que trabaja en Madrid decida irse a vivir a Valladolid como ciudad dormitorio", manifiesta Carlos Perfecto, presidente de la Asociación de Usuarios de la Alta Velocidad en Castilla y León. Es por ello que esta entidad propuso hace meses a la Junta de Castilla y León la aplicación de una bonificación del 25% de descuento en el AVE para estos trabajadores, algo que ya se ha anunciado que no se va a llevar a cabo. Un anuncio que ha pillado por sorpresa a los usuarios del AVE y que ha causado la indignación de estos.
Sin embargo, facilitar el traslado a quienes trabajan en Madrid supondría una oportunidad para fijar población en ciudades como Valladolid, para combatir la despoblación y para atraer a la gente joven, sobre todo ahora que el teletrabajo se ha implantado en numerosas empresas y supone otra forma de ahorro para los trabajadores itinerantes.
El funcionario Álvaro Martín es uno de los ciudadanos que ha regresado a Valladolid gracias al teletrabajo. Después de tres años en Madrid, este trabajador volvió en febrero de 2021, junto a su pareja, y desde entonces, combina el trabajo desde su residencia en Valladolid con el trabajo presencial. Para ello, se traslada en tren cuatro días a la semana a la capital española, pero tal como señala, "se hace indispensable la ayuda prometida por la Junta para mantener el ritmo y poder ir y venir sin trabajar exclusivamente para el tren, y sería el empujón definitivo para no plantearse volver a Madrid". Para él, el gasto mensual en el AVE ronda los 400 euros, sin incluir el coste del transporte por Madrid.
Sin embargo, en otros aspectos, la vida en Valladolid supone un ahorro importante para los residentes que se trasladan desde Madrid. "Los alquileres allí son totalmente abusivos, y viviendo en Valladolid, pagar la hipoteca y el tren es casi lo mismo que lo que me gastaba en Madrid en alquiler y en venir a ver a la familia", comenta.
Pero trasladarse a Madrid todos los días también requiere una inversión de tiempo, "salgo a las seis de la mañana, llego al trabajo a las ocho, salgo a las tres y llego a casa a las cinco", señala el funcionario vallisoletano. "Entre metro y tren, son unas cuatro horas". Pese a ello, en Valladolid se gana calidad de vida, "en Madrid tienes de todo, pero muy lejos, las distancias son tremendamente largas, económicamente es mucho más caro y no tenemos a la familia cerca", apunta Martín.
Calidad de vida
Que en calidad de vida gana Valladolid es algo en lo que coinciden también otros trabajadores que realizan su actividad laboral en Madrid. Es el caso de Santiago Villaverde, usuario diario del tren Avant desde hace diez años, que trabaja en una multinacional de la capital madrileña "por el mantenimiento de mi familia y ante la falta de oportunidades en Castilla y León".
"Aquí lo tienes todo relativamente cerca, y en Madrid los desplazamientos son mucho más largos y costosos, tanto en tiempo como económicamente", añade. A eso se suma el arraigo con Valladolid, que le lleva a quedarse a pesar de que "podría trasladarme a Madrid y no hacer el esfuerzo que supone el trayecto diario", comenta.
En su caso, el trabajo es mayoritariamente presencial, y su gasto mensual en transporte ronda los 500 euros. Un día normal "salgo de casa sobre las seis de la mañana y vuelvo hacia las ocho y cuarto de la tarde, excepto los viernes, que vuelvo sobre las cinco y media o las seis", señala. Tal vez, "económicamente es más rentable, pero en desgasto personal a lo mejor no", añade.
Sin embargo, quienes viven en Valladolid prefieren quedarse, y muchos de los castellanos y leoneses que residen en Madrid se plantean volver. Esta es la situación de Juan Asensio, que trabaja en una entidad financiera en la capital española, donde vive junto a su familia desde hace casi dos décadas, pero ahora "nos estamos planteando la posibilidad de volver a Valladolid e intentar mantener los puestos de trabajo en Madrid, aprovechando que hay unos medios de transporte que nos lo permiten y que existe cierta posibilidad de teletrabajar", explica. A eso se añade que "el arraigo lo tenemos en Valladolid".
Asensio reconoce el "esfuerzo económico, de tiempo, personal, logístico y familiar" de trasladarse a la capital vallisoletana: "Si uno se lo plantea es porque puede llegar a compensarle, pero tiene que haber ayudas por parte de las administraciones", apunta. "Nos tienen que ver como a trabajadores que vamos y venimos todos los días, no como unos turistas que van a Madrid", agrega.
Abono laboral
Una de las reivindicaciones de los usuarios del AVE es la creación de un abono laboral, que consiste en "poner un precio fijo y cerrado exclusivamente para las personas que trabajamos fuera de Castilla y León", explica Carlos Perfecto. Estos trabajadores, en la actualidad, no tienen incluido el precio del cercanías para transportarse por Madrid una vez han llegado. También plantean la posibilidad de mejorar el número de trayectos y de frecuencias o más opciones de trenes, no solo el Avant.
"Parece que somos una parte secundaria, cuando es algo necesario para fijar y retornar población", señala Santiago Villaverde. En opinión de Álvaro Martín, la Junta "podría ayudar a traer gente indecisa porque no tiene sueldos tan altos, ya que las cuatro horas que nos tiramos viajando tienen que compensar económicamente". Algunas personas residentes en Madrid también invierten casi el mismo tiempo en viajes que quienes viven en Valladolid, "pero esa gente quiere quedarse allí porque es donde está su arraigo, y yo quiero hacer lo mismo estando en Valladolid", indica Juan Asensio. "Nosotros medimos la distancia en tiempo, y estamos a la misma distancia que Fuenlabrada, Getafe o incluso Guadalajara, tardamos una hora en el viaje, aunque vivamos a más kilómetros", recalca Perfecto.
La alta velocidad se presenta como una gran aliada para estos vallisoletanos cuyas oportunidades laborales están fuera de Castilla y León, pero no quieren abandonar la ciudad donde han crecido. Algunos, sin embargo, se ven obligados a hacerlo, mientras la despoblación y el envejecimiento están a la orden del día.