Toda una vida repartiendo suerte: “Recuerdo con inmensa alegría cuando di El Gordo”
Charlamos con el vendedor de La ONCE que más tiempo suma dando suerte en la provincia de Valladolid
29 enero, 2023 07:00Noticias relacionadas
Juan Carlos Santos Barajas recibe a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León en su casa ubicada en Valladolid. Lo hace por la tarde, a eso de las 17.30 horas, después de una larga jornada laboral en el conocido municipio vallisoletano de Medina del Campo, al que todos los días se desplaza, en 45 minutos de viaje en coche, para repartir ilusión, pero sobre todo, suerte.
En la provincia de Valladolid, en la actualidad y como nos confirman fuentes oficiales, hay un total de 168 vendedores y vendedoras que ejercen la venta de los productos de juego de La ONCE. Nuestro entrevistado, según las mismas fuentes, es el que más tiempo lleva haciéndolo en la provincia de Valladolid.
A sus 55 años, Juan Carlos lleva, ni más ni menos, que casi 37 años. Los cumplirá en marzo. 36 de ellos en la Villa de las Ferias y uno en la localidad leonesa de Cacabelos, donde comenzó su actividad profesional cuando tenía apenas 18 primaveras. Amante de las series, del fútbol y la música, nos cuenta cómo han sido todos estos años.
Una persona “muy normal”
“Me considero una persona muy normal. Trabajadora y hogareña. Gracias a La ONCE tengo todo lo que necesito para vivir. Un trabajo, encontré a una mujer maravillosa (Elena que también está presente en la entrevista mientras charlamos con su marido) y formé una familia. Estoy sumamente satisfecho”, confiesa con brillo en los ojos.
Empezó como vendedor de La ONCE cuando tenía 18 años. En Cacabelos. Un municipio que se encuentra en el corazón de El Bierzo, en un hermoso valle junto a la ribera del río Cúa y que está rodeado por los montes de León, La Cabrera y Ancares y también por un mar de viñedos.
“Allí estuve un año. Dormía en un hotel-pensión. Después salió una plaza en la provincia de Valladolid, en Medina del Campo, y aquí vine con escasos 19 años. Me destinaron, en un primer momento, a la calle, en la Plaza Mayor del pueblo, y ahí estuve 29 años hasta que, desde hace ocho, vendo en un quiosco”, afirma.
Tras ese año en Cacabelos, los que tuvo que estar vendiendo en la calle asegura que “fueron duros”. El frío golpeaba, pero lo superó para sumar casi 37 años vendiendo con La ONCE y ser el que más tiempo lleva en la provincia de Valladolid.
“Tengo más amigos en Medina que en Valladolid”
Tras tantos años en la Villa de las Ferias, nuestro entrevistado no duda en asegurar que “mucha gente le conoce allí ya” y que “tiene más amigos en Medina que en Valladolid”. Allí, al fin y al cabo, pasa gran parte de su tiempo con otra de sus pasiones, el trabajo, que tanto le ha dado como él mismo confiesa.
Todos los días hay sorteos con La Once. El Rasca de la ONCE, que es el que más se vende, como él mismo asegura, el Tríplex, el Superonce… todos los boletos los vende con una sonrisa en la cara y a la espera de dar suerte al que los compre. “Se puede ganar hasta un millón de euros con el Rasca de La ONCE”, añade.
Ahora, en el quiosco. Desde hace ocho años, con menos frío, llega todas las mañanas a las 8.00 para prestar servicio. Allí, hasta las 16.00 horas. “Después llego a casa, en Valladolid, y preparo los cupones para el día siguiente. Lo más importante, para que todo esté en orden, es hacer la liquidación”, añade.
Repartidor de premios
“Recuerdo con inmensa alegría cuando di El Gordo de La ONCE. Fue hace unos diez años. Él no sabía que le había tocado. Yo sí. Le dije que comprobara su número, lo hizo y se quedó en shock. Se llevó 35.000 euros y me causó mucha satisfacción porque era un cliente habitual, una persona muy trabajadora”, explica.
Le preguntábamos sobre anécdotas. Pero siguiendo con los premios, Juan Carlos ha dado también dinero con el Once del Once de La ONCE y otros menores de 500 euros, añade haciendo memoria.
Nuestro entrevistado es un hombre enamorado de su trabajo. Suma casi 37 primaveras repartiendo suerte e ilusión. El que más de la provincia de Valladolid. Promete seguir dando guerra y llenando los bolsillos de los que le visiten en Medina del Campo para comprar sus boletos.