El mítico bar de un pueblo vallisoletano al que la suerte bañó de billetes gracias a un número con historia

Ha pasado una semana y la localidad vallisoletana de Ataquines sigue sumida en un auténtico sueño. Un municipio de poco más de 500 habitantes, en el que naciera la que fuera ministra, Reyes Maroto, que vibró hace apenas siete días con un gran premio que dejó casi medio millón de euros en un conocido bar.

“Dar este premio ha sido una de las mayores alegrías de mi vida. Conozco prácticamente a todos los premiados. Sabía que había tocado a mucha gente y eso era mejor todavía. Llevábamos apostando por el mismo número desde hace 30 años”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Mario Cabo Serrano.

Él es el dueño del Bar Mario. Un establecimiento hostelero que se ubica en la Plaza Mayor del pueblo y que cuenta con 40 años de historia, ni más ni menos. Mario cogió las riendas hace siete, a sus 52 primaveras. Nacido en Medina del Campo, una de las villas más importantes de la provincia de Valladolid y residente en San Vicente del Palacio.

Mario es un chico de pueblo que con humildad llegó a la élite del fútbol sala donde fue uno de los mejores jugadores de todos los equipos en los que estuvo. Ha sido también entrenador y su dedicación al deporte es máxima. De hecho, atendiendo a nuestra llamada, se le nota la ilusión con la que nos cuenta su buen hacer en el mundo del deporte.

Ahora, desde hace siete, la dedicación a su bar es total. Y, si encima, reparte un total de 480.000 euros del segundo premio de la Lotería Nacional con 40 décimos del 21.162, 12.000 euros al décimo, el día a día se hace más llevadero y el pueblo descorcha champán y las copas rebosan en el lugar.

“El municipio se lo tomó con una alegría enorme ya que nunca había tocado nada. Recordaré ese día lo que me resta de vida. Lo mejor para un lotero, y para el dueño de un bar, es repartir alegría e ilusión entre sus clientes”, añade nuestro entrevistado.

Mario nos confiesa que “cuesta mucho mantener un bar” en los tiempos que corren, aunque confía en “el trabajo bien hecho” y en continuar con el negocio abierto muchos años más a pesar también del incremento de precios.

“Deseo que todas las personas que pasen por nuestros negocios, ya sea en Ataquines como en Medina del Campo, se vayan más que satisfechos ya que eso nos enorgullece mucho, tanto a mí como a mi familia”, finaliza Mario.