Curiosos camareros exprés con mochilas de 11 litros cargadas de fresca cerveza para disfrutar del concierto de tu vida

Sidecars, Natos y Waor, Dani Fernández… fueron muchos los artistas que pasaron el 30 de julio y el 1 de julio por el Conexión Valladolid. Un festival que crece y que cada vez gana más adeptos. Se suman los vecinos vallisoletanos, pero también gente de fuera que llega hasta la Antigua Hípica de la ciudad del Pisuerga para vibrar con los mejores sonidos y los más famosos cantantes.

En la cita de este año, y como confirmó la propia organización, participaron cerca de 20.000 personas en la quinta edición de un evento que en esta edición generó, ni más ni menos, que 1.000 empleos y unos dos millones de euros de impacto económico para la ciudad. De los asistentes, entre el 30 y el 35% eran público de fuera de Pucela.

Allí pudimos ver a unos curiosos camareros que se esmeraban, durante cada concierto, para adentrarse entre el público y proporcionar, in situ, la cerveza más fresquita a los hombres y mujeres que así lo querían. Ataviados con una bandera, de naranja, y con una mochila con 11 litros de birra, los trabajadores de Bebaquí daban el mejor servicio a todos los asistentes.

Los inicios de la iniciativa

“Los dos trabajábamos como técnicos de cerveza. Yo, en Mahou y Ricardo en Heineken. Nos gustó la idea de las mochilas de cerveza y decidimos probar. Primero, creando una especie de servicio improvisado, pero, hace tres años, como empresa ya formalizada con Bebaquí”, confiesa en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Alberto Pérez.

Él, de 51 años. Su socio, Ricardo Valverde, de 55. Ambos de Vigo. Son los gerentes de la empresa viguesa que, poco a poco, crece y crece y que, sobre todo, sorprende con esa idea de dar cerveza a todas las personas que disfrutan de un concierto sin que estas se tengan que mover.

“Recordamos mucho los inicios. Hace esos tres años, cuando la pandemia del coronavirus nos golpeaba. Nos ayudó a comenzar a darnos a conocer porque los conciertos eran sentados y podíamos acercarnos a dar las bebidas a los clientes sin que tuvieran que levantarse”, explica nuestro entrevistado recordando los inicios.

Un crecimiento tremendo

Este año ha sido fabuloso para Alberto, Ricardo y para los trabajadores con los que cuentan. Esos camareros exprés que dan el más rápido servicio a todo el que quiere degustar cerveza mientras escucha a su grupo o cantante favorito. A la espera de cerrar el año, estiman que el crecimiento de Bebaquí, en cuanto a facturación, con respecto al año pasado, puede superar el trescientos por cien.

Son ocho los trabajadores en plantilla que pueden llegar hasta los 60 durante los meses fuertes de junio, julio y agosto. Este año han estado presentes en el Low Festival de Benidorm. También en el Boombastic de Asturias. Además de en muchos eventos musicales a lo largo y ancho de Galicia o en el citado Festival Conexión Valladolid.

“En el Conexión Valladolid dimos un servicio espectacular. Se trata de un festival que crece, año tras año. Fue nuestro primer año y esperamos repetir al siguiente para volver a estar en la ciudad del Pisuerga”, explica Alberto Pérez en declaraciones a este periódico. Aún es pronto para confirmar que estarán, pero apuntamos a ello.

11 litros de cerveza fresca a la espalda

“Nuestro sistema, a la hora de trabajar, es muy sencillo. Los camareros van entre el público y se desplazan con la mochila. Llevan 11 litros de cerveza a la espalda. Está fría y no pierde temperatura en unos 35 minutos”, añade nuestro, afirmando que tratan también de priorizar al cliente de movilidad reducida que no se puede desplazar.

Portan una bandera, colores llamativos… son inconfundibles. Una vez que te han servido en el lugar, te cobran. Bien en metálico, bien con tarjeta. “El tema está en que nuestros clientes disfruten del festival musical. Que no se tengan que desplazar y perder de vista a sus amigos”, matiza.

El objetivo que persigue la empresa viguesa, que fue protagonista en Valladolid, pasa por “seguir creciendo” y Alberto finaliza que “cuidar también de sus trabajadores”. Esos camareros que nos ponen las cosas un poco más fáciles durante los conciertos.