La localidad vallisoletana de Alaejos se ubica en la provincia de Valladolid, a unos 58 kilómetros de la capital. Es cierto que está más cerca de tierras salmantinas, y también zamoranas, en un territorio que pasa por ser llano y en el que se dejan ver dos esbeltas torres de sendos monumentos únicos en el lugar como son las iglesias de Santa María y San Pedro.

En la actualidad, y como indica el Instituto Nacional de Estadística (INE), este municipio pucelano suma un total de 1.385 habitantes. Ellos presumen de contar con las dos ‘giraldas’ castellanas que conforman las torres de estos dos elementos patrimoniales y arquitectónicos que son únicos en Castilla y León.

La Iglesia Parroquial de San Pedro se encuentra en la Plaza Mayor del municipio. Del siglo XVI baje silos que pasan por se tanto góticos como renacentistas con materiales como el ladrillo y con ornamentaciones en yeso y azulejos de estilo mudéjar. No en vano, el pueblo es parte de la conocida en la región como Ruta del Mudéjar, en otro de los grandes atractivos de la provincia de Valladolid. Saliendo del corazón del lugar está la Iglesia Parroquial de Santa María, la que pasa por ser la otra ‘giralda’. También del XVI con el ladrillo con argamasa de cal y yeso como componentes principales.

También en la Plaza Mayor y con unas vistas únicas hacia estas dos ‘giraldas’ de Alaejos, ubicamos el Restaurante Puerta Grande. Un establecimiento hostelero que cuenta con 16 años de historia y que lo llevan los hermanos Jesús, de 34 años, y Santiago Lucas Lucas, de 38, y que acumulan una gran trayectoria en el complicado mundo de la hostelería.

El cochinillo asado es el rey de un lugar que también cuenta con siete habitaciones y que fue renovado allá por el año 2007, cuando era conocido como Bar Viena.

Una historia que arrancó hace 16 años

“Somos dos currantes natos. Vivimos para trabajar. El mundo de la hostelería es así, pero buscamos sacar adelante nuestro negocio. Somos nacidos y hemos crecido toda la vida en Alaejos. Para nosotros, el pueblo lo es todo”, aseguran los hermanos cuando les preguntamos, primero por el negocio, y segundo por la importancia que tiene para ellos el lugar en el que han desarrollado su vida.

Restaurante Puerta Grande en Alaejos

El pasado 7 de noviembre del año 2007 comenzaba la aventura del Restaurante Puerta Grande, ubicado en el corazón del lugar. Su nombre, tiene razón taurina. Antes, el espacio se trataba de un bar que se conocía por Viena, pero ambos hermanos afrontaron una renovación del espacio para que todo quedara como lo conocemos hoy en día.

Los inicios fueron bastante duros. Todo después de renovar totalmente el espacio. La restauración nos llevó un año. Hicimos obas en el espacio de 300 metros cuadrados. Ahora contamos con un espacio de cafetería, otra parte, arriba, con comedor y cocina y otro piso con un total de siete habitaciones. Son en total cuatro pisos”, asegura Jesús Lucas, al que todos conocen como ‘Tusín’ en el lugar. 

El cochinillo como plato estrella con otros manjares para deleitarse

La especialidad del Restaurante Puerta Grande en Alaejos es, sin lugar a duda, el cochinillo asado. Aunque también cuenta con otras delicias para disfrutar como puede ser el pulpo a la brasa, el gallo de corral o el rabo de toro estofado. No pueden faltar los pescados con la lubina y el bacalao, también a la brasa, como protagonista.

“Lo que más piden los comensales es el cochinillo. Tiene un sabor increíble y el hecho de cocinarlo a la brasa le da ese toque único. Ahora, en los meses más fríos de otoño, también ofreceremos el menú del día con platos hechos con las legumbres más típicas de Alaejos”, nos confiesa Santiago.

El restaurante cuenta con una capacidad para unos 60 comensales. Dependiendo de las mesas pueden ser más o menos los que entren. En la actualidad, junto a los hermanos, son ocho personas más las que trabajan para intentar dar el mejor servicio y la mejor comida a los clientes.

Seguir sumando años

“Alaejos está contento con nosotros y nosotros también lo estamos con Alaejos. Tenemos una clientela fija y habitual que es la que hace que tengamos movimiento durante todos los días de la semana y los que provocan que nuestro establecimiento hostelero siga abierto”, asegura ‘Tusín’.

Maravillosas vistas desde el restaurante

Los dos hermanos aseguran que “no es sencillo” mantener un negocio hostelero en el mundo rural. Ellos también notan la subida del precio de las materias primas o de la luz. Aseguran que ahora “pagan entre un 20 y un 30% más”. Sin embargo, son optimistas cuando miran al futuro.

“Queremos seguir pagando a todos nuestros trabajadores y continuar dando un buen servicio a nuestros comensales para que el Restaurante Puerta Grande tenga muchos años de vida más”, finalizan nuestros entrevistados.

 

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