“Amor por los que salen de vinos. Por los defensores de tesoros gastronómicos de la pequeña producción y por la coctelería fina. Somos el lugar donde estar”, pueden leer todos los curiosos vallisoletanos y turistas en Instagram si acceden al perfil de Instagram de @ama.valladolid , uno de los locales en Valladolid que apuestan por un nuevo concepto del buen hacer. A la hora de ofrecer vinos y tapas de pequeños productores, quizás menos conocidos, pero que nada tienen que envidiar a grandes productores.
Se trata de un local pequeño, de 40 metros cuadrados, que está en la calle Calixto Fernández de la Torre de Valladolid. Justo enfrente de otro restaurante conocido y de mucho prestigio en la ciudad del Pisuerga como es La Criolla. Abrió sus puertas, curiosamente, el 1 de septiembre, cuando arrancaban las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo de la ciudad del Pisuerga. Son dos los trabajadores y cuentan con un apoyo los fines de semana.
“Nos diferenciamos por dar un buen producto; sin necesidad de florituras, dado que el producto habla por sí solo. Destaca la Gilda de Hondarribia, el jamón de Bellota, el pastrami de Black Angus y el sándwich mixto con pan de El Fiel. En cuanto a vinos, con una gran variedad de pequeños productores, les damos la publicidad que merecen y nosotros apostamos por ellos”, asegura Luca, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Es un lugar perfecto para tomar el aperitivo más sabroso con un vino “diferente” antes de poder entrar en otro restaurante a comer o cenar. Un bello lugar también para relajarse y charlar.
Con sangre hostelera desde pequeño
“Me defino como camarero, y en este caso responsable de AMA. No voy más allá. Después de 10 años en esto, decidí asentarme en Valladolid, aunar fuerzas con Borja y Dani, mis socios, y encarar juntos esta aventura llamada Ama Concept Tavern”, explica nuestro entrevistado.
Navarro de nacimiento, de corazón “txuri-urdin”. Rondando la mayoría de edad comenzó en Rentería recogiendo vasos en Limerick. Hogar Dulce Hogar, cafetería, con los que realizo apertura en NY y Donosti. Sirimiri Gastroleku, Polka, Café de la Concha fueron los locales que le dieron lo que ahora es. “Cada uno de estos locales, y sus equipos aportaron algo a lo que soy ahora. Félix, Aritz, Arruti, Pedro, Miguel, Álvaro y Asier, Tristán y Diego. Me gustaría agradecerles todo”, añade Luca.
Nuestro protagonista, de 30 años de edad y que acumula 10 en la hostelería llegó a Valladolid en octubre del año 2020 y el COVID lo cambio todo. Dejó su trabajo, con la intención de darle forma a lo que ahora es AMA, junto a Borja Mauriz y Daniel Gracia, sus socios con lo que también regenta Amor Amargo y Capa.
Una apuesta por lo cercano
En esta pequeña pero acogedora taberna nos encontramos con un banco antiguo de carpintero para que se sienten diez personas, a disfrutar. Otro pequeño espacio con taburetes y barra alta. Una barra y seis mesas en la terraza. Todo para dar el mejor servicio a unos 50 visitantes.
“La ubicación que tenemos es perfecta. Se podría decir que somos una cajita de zapatos con encanto. Somos la parada perfecta antes de irnos a comer a otro restaurante. Realmente, AMA se crea para ello. Para ser punto de encuentro entre amigos o una pareja que ha reservado en otro lugar para comer, pero que nos va a visitar antes”, añade el hostelero.
Lo que más se pide en el lugar, por parte del cliente, es la Gilda de XAIA y también el pastrami de RooftopSmokeHouse. Eso sí, sin olvidarnos de la cecina embuchada de León que es de un conocido proveedor como Esencia Pura. Unos manjares sencillos, pero para deleitarse con su mejor sabor.
“Aquí se puede detener todo el que quiera para tomar un vino. Tenemos 80 en el menú de los cuales, por copa, contamos con 12 variedades de tinto con otras cuatro de gama alta, 6 blancos, 3 espumosos y un rosado. La selección de vinos, en gran parte son de pequeños productores, ecológicos, biodinámicos incluso naturales, menos vistos en las barras de nuestra ciudad, vinos sinceros, bien hechos y con mucho que contar”, asegura nuestro protagonista hablando de los caldos del lugar.
Amor por la hostelería
“La totalidad de los que formamos el equipo coincidimos en que toda relación hay que cuidarla. Pensábamos que en Valladolid faltaba este concepto y apostamos por él. Teníamos que hacer algo que nos llenara porque yo, por ejemplo, soy de fuera. Sólo me iba a quedar si hacíamos algo con lo que estar, en el día a día, orgullosos y llenos”, afirma Luca.
Nuestro entrevistado es un enamorado de la profesión. Sabe que trabajar en la hostelería es duro pero su ilusión por innovar y poner en marcha proyectos arriesgados como este le hacen seguir adelante. Todo, aprovechando también los ratos libres y disfrutando de un buen Negroni que también sirven en AMA. “¿Quién no quiere un Negroni o un Dry Martini a las 13:00 de un domingo con una buena Gilda?”, se pregunta.
“En lo que al nombre se refiere, hay que tener en cuenta que todo nace de Amor Amargo, de mi unión con Borja. El logo de Amor Amargo es una doble A. AMA y CAPA tienen esta doble vocal en su nombre. AMA, de amar, de Amor Amargo, y de ama, que es como yo llamo a mi madre”, finaliza Luca, hablando del nombre de su nueva casa.
Un nuevo concepto que está calando entre la sociedad vallisoletana y que promete hacer las cosas bien muchos años más, o al menos, con corazón.
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